Genjutsu (Kiba Inuzuka y tú)

Capítulo 7

Sólo un susto. ¿De verdad tengo que decirlo?

-¡Cuidado! 

-¡Estoy harta! ¡Ah!

Caí al suelo por tercera vez en los últimos diez minutos. 

-¡¿Otra vez?!- grité cansada.

Alcé la vista y unos brillantes ojos azules me devolvieron la mirada, entre sorprendidos y alegres. 

-¡Shanna! ¡Has despertado!- me agarró de las muñecas y me levantó del suelo.- Fui~, menos mal...- suspiró aliviado.- Nos asustaste. Todos salimos a buscarte. ¡Incluso Shino, Teme-kun y...
Me tiré sobre él sin dejarle acabar la frase, y le abracé con fuerza. Me oculté en su pecho y algunas lágrimas cayeron de mis ojos, mientras que mi corazón palpitaba rápidamente. 

Naruto me abrazó confundido y yo me aparté para examinarle con ansiedad. 

-¿Estás bien? ¿Te duele? ¡¿Cómo se te ocurre quedarte ahí parado sin hacer nada?! ¡¿Eres tonto?! ¡Me has asustado muchísimo! 

Naruto tenía una cara de incomprensión impresionante. 

-...

Silencio. 

-...¿Qué?- ladeó la cabeza. 

-¡E-el kunai! ¡El chico ese...!

-¿Qué estás diciendo, nee-chan?

-Vosotros dos.- ambos nos giramos y gritamos a la vez:

-¡Kakashi-sensei!

-Como no vuelvas al hospital, Tsunade-sama se va a enfadar más de lo que ya está, y no es una buena idea.- informó. 

-Oh-oh...

-¿No te dio el alta?- preguntó Naruto. 

-Más o menos... ¡No me cambies de tema!- me giré hacia él.- ¡Tú estabas allí cuando el chico se fue, Naruto! ¿Cómo no te vas a acordar?

-¿Qué chico?- preguntó Kakashi-sensei.

-E-ese chico...

¿De verdad había pasado todo? ¿O acaso me lo estaba imaginando? Estaba empezando a dudar de mí misma.

-Te encontré tirada en el suelo, pero estabas sola. Aunque ahora que lo mencionas...- Kakashi-sensei se rascó la nuca haciendo memoria.- Me pareció escuchar algo cuando llegué... Probablemente huyera. Imagino que es ese de quién hablas. 

-Entonces...

De pronto, todo encajó en mi cabeza como la última pieza de un puzzle, y oí un "click" que hizo que todo tuviera sentido. Mi corazón se tranquilizó y dejé de sentir tensión, angustia y ansiedad. 

-Uf... Sólo era un genjutsu... Qué susto... ¡Y que alivio! 

Me llevé una mano al pecho y suspiré calmadamente. 

-¿Eh?- exclamó Naruto perdido. 

-Sería mejor que volviera al hospital...- aunque la verdad, es que no me gusta nada el hospital. Busqué alguna excusa.- Aunque... mejor puedo pasar por la oficina del Hokage... 

-¿Con la vieja Tsunade?

Tras unos arduos segundos de debate interno, dejé atrás que hablábamos de la Hokage y estallé en carcajadas. 

-¿Vieja Tsunade? ¿La Hokage? ¿Le gusta que la llames así?

-No le gusta nada.- respondió Kakashi-sensei por él.

-¡Tiene como cincuenta años!- rió el rubio conmigo.

-Ven, Naruto, acompáñame.- le dije cuando nos calmamos.- Si voy yo sola, Tsunade-sama me matará...