Los ojos de la alumna.
Shanna cerró sus ojos, concentrada en los sellos que estaba haciendo, mientras que el shinobi la observaba curioso y atento. Quería saber qué iba a hacer la pelirroja.
De pronto, ella se detuvo en un sello, y abrió los ojos de nuevo. Akemi observó un destello en los ojos de la chica. Agudizó la mirada, y pudo ver cómo, lentamente, unas ligeras manchas marrones iban apareciendo en sus ojos casi amarillos, haciendo que brillasen de un color único.
Akemi sintió un aire frío golpearle el pecho, y vio como esa onda de aire se expandía de forma circular alrededor de Shanna.
-Te encontré.- dijo la chica, y dirigió su mirada hacia donde estaba su sensei. Se giró completamente y volvió a hacer sellos. Quería atraparle antes de que se escapara.
Shanna comenzó a crear un pequeño huracán en torno a Akemi, controlando el viento a su antojo, que le revolvía el cabello pelirrojo. El torbellino se fue cerrando, y las columnas de aire se estrechaban más y más. Akemi supo que si no salía de ahí tendría problemas, así que se ocultó bajo tierra y salió fuera del ojo del huracán, unos metros enfrente de su alumna.
Shanna tenía la visión desenfocada, como si estuviera en trance, o tan concentrada que no podía verle. Su pelo se movía violentamente al son del viento,y sus manos seguían haciendo incontables sellos que creaban nuevas ráfagas de aire, dirigidas a su sensei. Él había dejado sus pies enterrados bajo tierra, así que la mayoría de los jutsus no hacían efecto. Pero estaba preocupado por su alumna. Podía notar con su técnica sensorial que a ella no le quedaba mucho chakra, pero parecía que no le importaba y que realmente estaba demasiado metida en la pelea, lo suficiente como para no tirarse al suelo y decir que estaba agotada, como cuando llegaba a su límite.
-Shanna.- la llamó.
Ella no hizo ningún movimiento a parte de los continuos e incansables sellos de sus manos, y su mirada seguía perdida y desenfocada.
-Detente, casi no te queda chakra.
La pelirroja no lo miraba, seguía haciendo gestos y nuevos ataques con la mirada oscurecida.
Akemi se acercó a ella e intentó que volviera en sí, intentó poner una mano sobre su hombro, pero sintió un golpe de viento en el pecho y salió volando. Aterrizó de pie, unos metros más lejos, y Akemi se empezó a preocupar de verdad. No quería saber qué pasaría si Shanna seguía así, y antes de que nada ocurriera la despertaría.
Se acercó de nuevo, esta vez más a la defensiva, y empezó a llamarla, cada vez más fuerte. El viento se arremolinaba a su alrededor.
-Akemi-sensei...- susurró. Sus ojos se centraron en él. Volvían a ser del mismo verde claro de siempre, y volvían a almacenar esa vida que rebosaban. La sonrisa que esos ojos escondían se reflejó en su boca.- Gané.
-¿Eh?- Akemi se giró y vio cómo el huracán y las ráfagas de viento desaparecían, y todo volvía a la normalidad. Volvió a girarse, y vio a su alumna, con el pergamino en sus manos, un poco alejada de él.- ¿Cómo...?
Shanna cayó al suelo desmayada.
---🍥---
-Eres idiota, ¿Lo sabías?
-Humm...
-Levanta, anda.
La pelirroja abrió los ojos lentamente, se revolvió en el suelo y vio al chico de pelo violeta y ojos amarillos sobre ella, mirándola con aburrimiento y fastidio.
-De verdad quieres matarte...
Ella se sentó, y observó al chico alejarse un poco, vestido con su kimono, y se dio cuenta que se sentía bastante bien, no le dolía el cuerpo y sentía que estaba llena de energía.
ESTÁS LEYENDO
Genjutsu (Kiba Inuzuka y tú)
Fanfic¡Hola! ¿Qué os trae por Konoha? Me alegro de que llegaráis hasta aquí, mucha gente se pierde antes del camino hasta el País de las Olas, que queda aquí al lado. Bueno, me presentaré, ya que tengo muchas ganas de que sepáis un poco más de mí. Soy un...