Capítulo 23

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Aviso:
Hay un vídeo en multimedia (⬆️). Os voy a pedir que pongáis la música en un momento del capítulo, para que no sólo sean vuestros ojos los que se adentren en la historia y os podías sentir más dentro de esta.

Si no podéis con vuestro teléfono, usad un ordenador o algo que os permita usar YouTube. El enlace está en el vídeo arriba, pero el vídeo se llama así:
Despair/Naruto: Shippuden [Music Box]
Gracias.
---🍥---

El símbolo en la pared.

Después de duras y largas horas de trabajo, mi casa ya tenía mejor pinta.

Ya estaba amaneciendo, había estado toda la noche recogiendo y limpiando, y deshaciéndome de aquello que estaba roto o desgarrado.

Es fácil de creer que Kakashi no me hubiera ayudado en nada, ya que en el momento en el que mencioné "limpieza" desapareció poniendo de excusa la Hokage.

Suspiré mientras me erguía y abría una ventana, para dejar salir el polvo acumulado y para dejar entrar un poco de aire fresco de la mañana.

Miré las bolsas de basura frente a la puerta, y cómo mi cocina ya volvía a parecer una cocina.

Chasqueé la lengua y fui al baño. Me lavé la cara con agua muy fría y me pasé con fuerza la toalla, intentando recobrar fuerzas.

Miré mi reflejo, y me sorprendió mi mirada.

Mis ojos eran rojizos, un color rojo oscuro que cubría casi por completo mi verde habitual.

¿Cuánto más estarían mis ojos cambiando de color?

Daba igual la de vueltas que le diera a la cabeza, no se me ocurría ninguna explicación lógica. Sólo había una persona que podía responderme, y ese era Jin...

Espera, ¿Ōkami sabría la causa de la heterocromía?

Empecé a imaginar lo que podía decirme: "Eres muy pequeña", "aún no estás preparada", "yo no debo ser quien te lo diga", "bla, bla, bla".

¿Cabía la posibilidad de que me diera las respuestas que busco si consigo hablar con él?

Unos golpes en la puerta desviaron mi atención.

-¡Shanna, Shanna!

Dejé vía libre y el Uzumaki rubio entró en casa para ver que había pasado anoche.

-Hola.

-¿Estás bien? ¿Qué pasó? Los estúpidos de máscaras no nos dejaron entrar, y Obāchan Tsunade nos obligó a irnos.- Naruto puso una sonrisa triste en su boca.- Pero vine lo más rápido que pude-ttebayo.

-Ay, ¡eres un cielo!- apreté sus mejillas y luego le di un abrazo.- Gracias por venir, onii-chan.

Ambos estuvimos así en silencio, hasta que Naruto se fijó en las bolsas de basura.

-¿Que es esto?- me soltó y fue a mirar lo que había dentro. Suspiré.

-La casa estaba un poco destrozada, sería algún ladrón o algo. No falta nada, sólo hizo un gran desastre.

-Maldito... ¡¡Si descubro quién fue se las verá conmigo-ttebayo!!

Reí al ver la postura que hacía y él se giró a verme con una gran sonrisa en sus labios.

-Estoy harta de estar aquí, ¿quieres ir a entrenar un poco?

Su sonrisa se desvaneció y una mueca la sustituyó.

-Lo siento, Shanna, pero hoy tengo una misión con Sakura-chan y Teme-kun. Lo siento.

-Ay, ¡es cierto! Lo había olvidado. Pero no pasa nada, ya iremos cuando vuelvas.

Genjutsu  (Kiba Inuzuka y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora