Capítulo 6

4.2K 295 22
                                    

Depredador con ojos de búho. 

Todo estaba oscuro. 

Me di la vuelta para quedar boca abajo, y me puse de rodillas apoyada en mis manos temiendo el dolor. 

Sorprendentemente, no sentí ningún ardor, ninguna punzada o ninguna costilla rota. De forma inconsciente, llevé la mano a mi nuca, pero no noté nada fuera de lo común. 

Miré a mi alrededor. 

Todo era negro.

El suelo era liso y negro, y el espacio vacío, paredes, o lo que eso fuera, también.
Me puse de pie con cuidado. Decidí empezar a caminar hacia alguna dirección cualquiera, así que poco a poco me fui moviendo. Temía chocarme con algo, pero nunca toqué nada con las manos extendidas ante mí. 

Después de lo que parecieron horas de camino, noté un ligero cambio en la luz. Poco a poco, todo empezaba a hacerse más claro a mí alrededor.
Empecé a andar más rápido para descubrir en dónde me encontraba.
Cuando llegué, oí algo. 

No había nada alrededor, pero se oían débiles murmullos.
Ahora, todo a mi alrededor era de un simple y brillante color blanco. 

-Hum... Interesante.- murmuré para mí. 

Me senté con las piernas cruzadas en el suelo y miré a mi alrededor. Sin duda, me sentía mejor y más segura en esta luz que en aquella oscuridad.
Hice un esfuerzo para descifrar aquellos susurros, pero fue imposible. Se oían provenir de todas partes, pero al mismo tiempo, de ninguna. 

-Eh, tú.

Me giré de golpe. 

Allí, de pie detrás de mí, había un chico. 

No lo había visto nunca, pero una extraña sensación me caló hasta los huesos. No le conocía, pero le sentía extrañamente familiar.

Era alto, muy pálido y con el pelo violeta muy largo. Sus ojos eran de un amarillo resplandeciente que me miraban con avidez. Su vestimenta consistía en un kimono violeta en su mayoría, con detalles en rosa y azul turquesa. 

-¿Quién eres?- le pregunté. 

-No importa mucho.- dijo. Su voz era suave y aterciopelada, pero firme y recta. 

-Hummm... Vale...- respondí no muy segura.- ¿Dónde estamos?- miré alrededor distraídamente. 

-Tampoco importa. 

Su rostro serio tenía algo que me llamaba la atención. 

-¿Nos conocemos? Tus ojos... Me resultan familiares...

Él tardó un poco en responder. 

-Podría decirse que sí, de cierta forma, pero no, a la vez. 

-¿Cómo es eso posible? Tus respuestas son muy vagas... 😑

-Es difícil de explicar.

-Si tu lo dices...- pensé en algo que pudiera responderme, pero no se me ocurrió nada. Así que volví a las preguntas anteriores. Como no se veía muy dispuesto a decirme su nombre...- ¿Sabes porque estamos en este lugar?

-Es la primera vez que estoy aquí.- dijo mirando a la blanca nada. 

Seguía allí de pie a unos metros de mí. Estuvimos así, en silencio, casi quince minutos, escuchando aquellos silenciosos murmullos que nadie escuchaba. 

-Puedes... ¿Decirme tu nombre?

Sus brillantes ojos amarillos se clavaron en los míos. Se acercó a mí y se arrodilló a mi lado. Su intensa mirada me obligó a apartar la mía para mirar al "suelo". Con delicadeza, colocó su pálida mano sobre mí mejilla y la otra en mi mentón, y me hizo mirarle. 

Genjutsu  (Kiba Inuzuka y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora