Capítulo 57

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Inestabilidad.

-Soy una hipócrita, ¿no?- se dijo a sí misma, cubriéndose el rostro con una mano y usando su otro brazo para apoyarse en la pared. Dejó escapar una sonrisa dolorosa.- Soy la clase de persona que odio, ¿cierto?

Kuromaru ladró con fuerza. Tsume se separó de la pared y apartó la mano de su rostro.

-Todo ese discurso de permanecer fuerte... Esa niña al menos es sincera consigo misma y con los demás.  

Se apoyó en la pared de nuevo y se dejó resbalar hasta quedarse sentada en el suelo. El perro negro se acomodó en su regazo y gimió triste. La Inuzuka le acarició.

-Mírame, Kuromaru.- pidió la mujer.- Le dije todo eso de mantenerse fuerte e invulnerable como si fuera uno de esos de Raíz. Y aquí me tienes... llorando como esa chica.

Las lágrimas recorrían su rostro sin pausa. Sus marcas rojizas en sus cachetes estaban inundadas por los ríos de lágrimas que bajaban por sus mejillas. Se cubrió el rostro.

-¿A quién quiero engañar...? Él... mi hijo...

Su voz se atascó y Tsume lloró amargamente, sola, acompañada por su gran perro negro que sufría por su ama.

---🍥---

Aquel día, Ibi se levantó temprano. Se estiró un poco en su sitio, se apartó el rebelde pelo rojo de su rostro y suspiró. Se frotó los ojos para despejar su sueño y se puso en pie.

Ese día había quedado con Tenten, ambas se encontrarían en el campo de entrenamiento del equipo de la morena, ya que aquel día lo tenían libre y se suponía que estaría vacío.

Se puso su habitual vestimenta, dio una vuelta frente el espejo y se sonrió a sí misma. Era fuerte, podía con todo.

-Vamos, Ibi, no puedes decepcionarlos.- se dijo para ella, dándose fuerzas con una sonrisa. 

Salió de casa en busca de la morena, siendo acogida por los cálidos rayos de sol de aquella mañana y el habitual gentío del mercado.

Miraba las tiendas de comida, preguntándose si debía de comprar algún dulce para compartir con su amiga, pero vio una figura que llamó su atención.

Ibi vio pasar a Shanna, caminando en dirección opuesta a ella. Tenía los puños apretados, la mirada fija en el frente y unas marcas rojizas bajo sus ojos y sus mejillas de llorar. Ibi quiso decirle algo, detenerla o saludarla, pero parecía que Shanna estaba realmente enfadada. La gente notaba su aura asesina e irritada y casi se apartaba para dejarla pasar. A Ibi no le fue difícil imaginar que donde pisaba dejaba la tierra ardiendo y pequeñas nubes de humo crecían tras la pelirroja. 

Lo que más sorprendió y asustó a Ibi, fue, sin duda, la mirada que tenía la otra chica.

Sus ojos, en su totalidad, eran de un color negro tan profundo y oscuro que sintió que no podía apartar la mirada. Se quedó helada de miedo en su sitio, viendo cómo Shanna la ignoraba y pasaba a su lado sin verla.

Quizá no la había visto, pero a Ibi le aterró preguntarse qué le había pasado a la de ojos cambiantes para tener esa expresión en su rostro. Se veía fuera de sí misma, pero sobre todo se veía peligrosa. 

No la detuvo, la vio alejarse mordiéndose el labio preocupada. Se dio la vuelta y se apresuró a correr en busca de Tenten. 

---🍥---

Shanna llegó al bosque echando humo, casi literalmente. 

Estaba temblando de rabia, sus puños estaban cerrados con fuerza, sus nudillos estaban blancos dada la presión que ejercía en ellos. Gruñó y golpeó un árbol, con fuerza, aunque sólo consiguió hacerse daño y gritar llena de rabia. Volvió a darle un puñetazo a la madera con la otra mano, y luego con la otra. Explotando de ansiedad, le dio una patada, se agarró el cabello y tiró de éste, separándose del árbol y dando unos pasos apresurados. 

Genjutsu  (Kiba Inuzuka y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora