Genjutsu (Kiba Inuzuka y tú)

Capítulo 63

Serpiente. 

-¿No quieres traer al chico Inuzuka de vuelta?

Shanna se heló ante sus palabras. 

¿Traer? ¿Traer a Kiba?

Parecía que no entendía el completo significado de aquellas palabras juntas. Algo no cuadraba para ella.

¿Kiba?

Y, durante unos segundos, sólo pudo pensar en aquella posibilidad. Hacer que volviera. ¿Era siquiera aquello posible?

-¿Qué?- gimió con voz débil, atónita. El contrario ladeó la cabeza.

-¿No quieres verlo otra vez? Creí que estarías más emocionada, la verdad.- dijo, alzando una ceja, aunque trataba de ocultar una sonrisa ladeada.- Yo puedo dártelo, si es lo que deseas.

Parecía que todo iba en cámara lenta para Shanna. Su cerebro procesaba la información lentamente, como si fuese difícil entender la situación. No era capaz de articular palabra.

-No es tan complicado. Si quieres, incluso podría enseñarte.- continuó el contrario.- Sólo necesitas un pequeño empujón, algo de poder.

La pelirroja bajó la cabeza, dejando su pelo cubrir su rostro. No, no podía escucharlo. No podía caer en sus trucos, en las palabras que le ofrecía que eran simples ilusiones.

-Yo puedo dártelo.

No, no iba a dejarse engañar. No podía permitirlo.

-Y el chico Inuzuka regresaría junto a ti en un chasquido de dedos.- concluyó el mayor. Shanna, sin levantar la cabeza, murmuró.

-¿Cómo...?

Orochimaru sonrió.

-¿Conoces la técnica del Edo Tensei?

La contraria no dijo nada, mostrando en silencio que no había oído sobre ella. El sannin continuó.

-Es una Técnica de Invocación. Reencarnación del Mundo Impuro.- explicó.- Es una creación de Tobirama Senju, el Nidaime. Tiene el poder de traer personas muertas a la vida, sin que el usuario corra ningún riesgo.- esperó unos segundos antes de continuar.- Aún estoy perfeccionando la técnica, pero si he podido traer a los dos primeros Hokages, tu amigo no va a ser tan complicado.

Shanna no sabía que pensar. Recordaba que Shino le había contado que, efectivamente, el Tercero se había enfrentado a los dos Hokages anteriores, poco antes de morir, quienes peleaban por Orochimaru. Aunque no quisiese confiar en sus palabras, el sannin no parecía mentir.

¿Podía... creerle?

-Pero entonces, Kiba...- murmuró. Un escalofrío recorrió su espalda al pensar en aquella posibilidad. Quiso ponerse en pie, pero su pierna le falló y no cayó al suelo por suerte.

-No trates de moverte aún, te dolerá más.- avisó el mayor, tranquilo.- Es sencillo de explicar, ese chico volverá a la vida para que puedas estar con él.

Shanna cerró los ojos con fuerza.

-Qué quieres.- dijo, sin pretender que sonase como una pregunta. Si aquella serpiente le hacía una oferta tan desorbitada, tenía que haber una razón de mucho peso. Algo muy importante tenía que sacar en limpio de aquello.

Y dio en clavo, ya que aunque no lo miraba, pudo oír la sonrisa de Orochimaru en sus palabras.

-Es obvio que yo también quiero algo. Pero no es tan complejo.- aseguró el moreno.- Sólo quiero algo que tú tienes.