Capítulo 35

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Y porque es Navidad, os dejo un regalo para que podáis disfrutarlo junto a los que estén bajo el árbol. ¡¡Felices fiestas, y disfrutad del capítulo!!❤️🎄

Inuzuka y Uzumaki.

Me detuve frente a la puerta.

Quería entrar para ver a Kiba, pero no podía parar de recordar la última vez que habíamos hablado.

Aunque había intentado hablar con él después de la "discusión" que tuvimos, Kiba debía de estar muy enfadado porque no le había contado lo que les pasa a mis ojos. Aún así, yo estaba deseando decírselo todo; por decirle, incluso también estaba por contarle lo de ese "Jin", que me había hecho un jutsu prohibido, y que él había hecho que mi chakra se descontrolara y que mis ojos cambiaran de color.

Pero tenía miedo de que siguiera enfadado conmigo y que no quisiera verme. Quizás estaba dormido y podía colarme allí por unos segundos, pero si estaba despierto y me obligaba a irme... Eso me mataría de remordimiento.

Alcé la mano para llamar a la puerta, pero antes de golpear la madera me detuve. Mi puño temblaba, mi corazón latía con fuerza. Iba a darme la vuelta para irme cuando oí unos pasos aproximarse por el pasillo. Alarmada, abrí la puerta y me colé dentro, quedando con la frente apoyada en la madera después de cerrar y esconderme dentro.

Respiré profundamente unas cuantas veces más para calmarme. Bien, todos mis esfuerzos se vieron tirados por tierra cuando oí su voz.

-¿Shanna?

Mi primera reacción fue dar un pequeño bote del susto, y en ese momento sólo quería echar a correr y alejarme de allí. Pero al mismo tiempo, deseaba darme la vuelta para mirarlo. No hice ninguna de las dos cosas, sólo me quedé allí congelada, estática en mi sitio paralizada por el miedo.

-Shanna.- su voz parecía más seria ahora, solemne y severa. Temblé.- Gírate.

Temerosa, me di la vuelta lentamente, con la mirada puesta en el suelo. Una fuerte opresión en mi pecho hizo que me invadiera la culpabilidad. Al final, había sido mi culpa que Kiba estuviera enfadado conmigo... ¿no?

-Shanna.

Si le hubiera explicado todo desde el principio, si hubiera supuesto que esto iba a pasar, no estaría sintiendo su afilada mirada sobre mi ahora mismo.

-Shanna. Oye, mírame.

Si... hubiera confiado lo suficiente en él...

-¿Por qué lloras...?

Desperté de mi ensoñación y toqué mis mejillas sorprendida. Estaban húmedas por las lágrimas que caían de mis ojos. Mis manos seguían temblando, sentí que mis piernas flaqueaban y que me caería en cualquier momento.

-Shanna. Mírame.

Casi involuntariamente, corrí y me lancé sobre los brazos de Kiba, mientras que mis lágrimas caían con más rapidez mojando mi rostro. Escondí mi cara en su cuello y lo abracé fuerte, aunque soltó un gemido de dolor por las heridas que tenía.

Sentir sus brazos rodeando mi cuerpo en un cálido y suave abrazo fue una de las mejores sensaciones que experimenté nunca.

-Kiba... Lo siento... Lo siento mucho... No estés enfadado, por favor...- tartamudeaba, ahogada por hipidos y respiraciones entrecortadas.

-No estoy enfadado, tonta.- me dijo, y su mano subió a mi cabeza para acariciar mi cabello. Su mirada denotaba calidez y arrepentimiento.- Sólo estaba muy preocupado por ti... No sabes cuantas ganas tenía de verte.- dijo, soltando una pequeña risa al final.- Pero estuve tan ocupado últimamente...- suspiró con cansancio, y todo mi cuerpo se relajó en el acto. Sentía su corazón palpitar. Era la mejor melodía que había escuchado en mucho tiempo.

Genjutsu  (Kiba Inuzuka y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora