Capítulo 71

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Hey! Tengo grandes noticias: ¡sigo viva! :')

Perdonadme por haber estado desaparecida por tanto tiempo, he tenido la primera ronda de exámenes finales en la Universidad y no he podido escribir nada. Un mes entero de exámenes, matadme por favor :'(

Pero he vuelto con un nuevo capítulo que escribí anoche a la velocidad del rayo, así que os pediré que me disculpéis cualquier error o falta que haya hasta que pueda revisar y corregirlos, la verdad es que estaba realmente cansada pero feliz de estar por fin libre de exámenes :3

Y sé que lleváis esperando un tiempo para continuar leyendo, así que no diré más y os daré las gracias a los que seguís aquí después de haberos dejado en Stand by como a una lavadora :')

Espero que os guste ^^


Ōkami, juego de dos.

Ōkami desprendió una explosión de luz, amarilla y violeta, que cegó a todos los presentes.

El usuario de la niebla se vio obligado a retroceder, mientras que Shanna usaba una mano para sujetar con fuerza al comerciante y con la otra se aferraba a una gruesa rama del árbol para evitar caer. Como Kaida e Ibi estaban algo más alejadas, sólo se desestabilizaron y trastabillaron. Aún así, tuvieron que cubrirse los ojos con los antebrazos debido a la intensa luz que Ōkami causó.

Cuando la luz se extinguió, Shanna entreabrió los ojos con cuidado.

Desde allí pudo ver a Ōkami, no en forma de lobo, sino como aquel alto hombre, serio y elegante como de costumbre. Parecía perteneciente a la realeza, tenía ese aire de superioridad presente en aquellas personas que eran mejores y que lo sabían.

Su piel era suave y no tenía imperfecciones, su mandíbula marcada y su nariz recta y fina le daban apariencia de príncipe. Sus ropas violetas estaban impecables y limpias, sin una sola arruga. De hecho, podían verse los pliegues que quedan tras doblarla cuidadosamente.

Estaba de pie, erguido, mostrándose en toda su altura con confianza y desdén. Sujetaba un abanico abierto con una mano, cerca de su rostro. Sus labios rojizos y su mirada dorada eran bastante atrayentes, sin embargo sus ojos estaban clavados con odio, repugnancia y dureza en el usuario de niebla.

Su cabello violeta largo, liso y (por supuesto), perfectamente peinado, caía por su espalda recogido con un lazo dorado en la parte baja.

Desde allí, Ōkami se mostraba en todo su esplendor.

El ninja lo observó, entre incrédulo y cuidadoso.

-Takao Hôma, ninja de Kirigakure, domina el Elemento Niebla y tiene tácticas que permiten infiltrarse y controlar la mente de sus enemigos.- habló, casi arrastrando las palabras con parsimonia y aburrimiento, Ōkami.- Educado por su padre en casa y luego mandado a una academia ninja de cuarta que le dio aires de grandeza y que, por suerte, consiguieron que entrase en las filas de espionaje de Kirigakure. Esta es la segunda vez que te "topas" con la chica, y la segunda en que la amenazas ante mí.- dijo. Dio unos pasos hacia el hombre mientras que este retrocedió otros dos y Shanna observaba totalmente sorprendida y confusa desde arriba.

Entonces, ¿Ōkami sí podía cambiar de forma? Todo ese tiempo había sido un lobo por que no le apetecía cambiar? La pelirroja se sintió algo ofendida, pero no dijo nada. Además, conocía al contrario y sabía que quizá no era tan raro que le mintiera así tras examinar sus comportamientos descarados y planificados para molestarla.

Genjutsu  (Kiba Inuzuka y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora