Capítulo 68

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Equipo.

Oyó como llamaron a la puerta varias veces.

Dejó el cuchillo con el que cocinaba sobre la mesa y se dirigió a la entrada, encontrándose con la pelirroja de ojos cambiantes sonriendo al otro lado.

-¡Shanna!- exclamó sorprendida Ibi, sonriendo.- ¡Cuánto tiempo! ¿Cómo estás?- preguntó alegre, aunque siendo cautelosa. Ambas sabían a qué se refería con esa pregunta y desviaron la mirada algo incómodas.

-Todo bien, Ibi.- mintió, mostrando en sus ojos el color verde oscuro. Ibi no se dio cuenta.- ¿Qué tal te va todo a ti? Hinata me contó que últimamente Neji y tú estáis mucho tiempo juntos.- dijo, sonriendo pícaramente. Aquello no era cierto, ya hacía un tiempo que no hablaba con Hinata, pero la propia chica había visto a la extraña pareja de lejos alguna vez, y no había sido capaz de acercarse.

La aludida se sonrojó ligeramente.

-¡Shanna! Estábamos entrenado. ¡S-sólo somos amigos!- exclamó, cubriéndose el rostro con las manos.- Siempre imaginas cosas...- gimió avergonzada. La contraria rió a carcajadas, abriendo sus brazos.

-Es broma, Ibi.- dijo, tranquila.- Venga.- la otra pelirroja correspondió al abrazo y se separaron tras unos segundos. Shanna cambió de tema.- Hablando de Neji, oí que él y los demás se fueron de misión, y que Ino, Shikamaru y Chōji tienen una la semana que viene.- hizo una pausa, mientras que Ibi la observaba.- Otra chica y yo, mañana, también nos iremos a Suna.- explicó.

-Oh, ¿tendréis una misión?- inquirió.

-Sip. Pero necesitamos a una persona más, y quería preguntarte si querrías venir... Últimamente no hemos estado mucho tiempo juntas.- dijo, algo avergonzada, mirando al suelo. Ibi rió enternecida.

-Claro, Shanna. Gracias por invitarme.- dijo, alegre. Shanna sonrió y le dio las gracias y una sonrisa.

Ibi la invitó a pasar, pero Shanna rechazó algo apresurada y nerviosa.

Hablaron brevemente en la puerta sobre organizar una quedada con las demás chicas para pasar la tarde y para presentar formalmente a Kaida frente a sus amigas, y luego se despidieron con la promesa de verse por la mañana del día siguiente. 

Cuando Ibi cerró la puerta, la contraria suspiró y miró al gran lobo negro, sentado a un lado desde donde la otra pelirroja no podría verle. Shanna le lanzó una mala mirada.

-¿No podías haberte quedado en casa? Me habría quedado más tiempo con ella...- murmuró algo molesta y triste. El lobo negó con la cabeza, y aunque Shanna se sorprendió un poco no dijo nada.- ¿Y no podrías volver... dentro de mi? ¿A mi cabeza? ¿A donde quiera que estuvieras antes?- inquirió, haciendo que Ōkami repitiera su gesto. 

La chica se quedó pensativa. Ōkami no parecía ser capaz de hablar siendo un animal, pero al parecer tampoco podía regresar a aquel lugar blanco al que iba si gastaba su chakra y caía inconsciente. Quizá eso complicase las cosas más adelante. De momento, había podido guardárselo para ella misma, pero estaba seguro que aquel lobo pronto llamaría la atención de todos. Apenas llevaban 24 horas juntos y ya lo habían visto la Hokage y sus senseis, además de Hana Inuzuka. Que un miembro de ese clan se interesase por un "perro" casi perfectamente adiestrado y preparado para acompañar a un ninja, no podía ser bueno. Sin embargo trató de ignorar esos pensamientos por ahora para ocuparse del problema más adelante. Quizá, cuando regresara de la misión. Ōkami parecía empeñado a no separarse de la pelirroja por un sólo segundo, ni siquiera le dejó ir sola a casa de Ibi y regresar mientras él se quedaba en casa. 

En el fondo, Shanna lo agradecía, en mayor parte. 

Al llegar a casa, Shanna se sentía cansada, a pesar de no haber hecho nada que requiriese entrenamiento físico. Se sentó en la cama, y su mirada se dirigió a su escritorio. Desde allí dejó que su vista se posara en uno de los cajones, y sin pensarlo demasiado se sentó en la silla, sobre sus pies, y tomó el papel y el lápiz que guardaba en ese cajón. 

Genjutsu  (Kiba Inuzuka y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora