Nos veremos pronto, ¡Lo prometo! Y siempre cumplo mis promesas.
El sábado por la mañana me costó levantarme, no iba a negarlo.
Aún así, me había puesto el despertador más pronto de la hora a la que debía levantarme, sólo por... si realmente se me pegaban las sábanas.
Me levanté medio dormida y me dirigí al baño, donde me lavé la cara con agua fría para despertar mejor. Desayuné algo rápido, me cepillé los dientes y el pelo y me vestí con mi habitual traje de shinobi. Me puse las gafas antes de salir y me dirigí a la puerta de la aldea, dónde se encontraba Shikamaru bostezando al lado de los de Suna.
Me acerqué sonriente y saludé desde la lejanía mientras me acercaba al pequeño grupo. Todos se giraron a mirarme al oír mi voz. Observé disimuladamente el hecho de que Shikamaru se encontraba al lado de Temari, apoyado en la puerta.
Gaara estaba entre los hermanos, como era costumbre, y Kankuro tenía los brazos cruzados y esa sonrisa de superioridad dibujada en sus labios.
-Vaya, así que al final viniste.- dijo el chico de la cara pintada.- Por un momento pensé que no vendrías.
-¡No es tarde, he llegado pronto! ¡Ni siquiera tenías un poco de fe mí!- fingí llorar cruzando el brazo delante de los ojos, aunque en realidad estaba alegre.
Kankuro masculló algo sobre una Ryu, pero no llegué a escuchar nada.
-No sabía que fueras a venir, Shanna.- habló Shikamaru, y elevé la mirada para verlo.- Si lo hubiera sabido no habría venido.- bostezó aburrido, pero por alguna razón no estaba tan segura de su última afirmación.
-Shikamaru, ¿sólo viniste a despedirlos porque te mandó la Hokage?- pregunté, cerrando un poco los ojos.
-Por supuesto.- aseguró.- ¿Por qué me levantaría un sábado por la mañana si no tengo nada que hacer? Que problemático.
-Entonces, ¿nos estás echando la culpa a nosotros de que hayas tenido que madrugar?- le preguntó Temari, mirándolo con un brillo extraño en los ojos y una sonrisa ladeada.
-¡No quiero decir eso!- respondió el Nara, arrugando un poco el ceño.- Sólo estás dando por hecho cosas que no he dicho.
-No has dicho eso pero realmente lo estás pensando, ¿cierto? Simplemente somos una molestia, algo muy "problemático"- presionó Temari, haciendo comillas con sus dedos.
-No, tampoco he pensado eso.- se defendió Shikamaru, con un tono de voz que denotaba molestia.- Tú sola has llegado a esa conclusión.
-¿Quieres decir que no habrías venido a despedirme si no te hubiera obligado la Hokage?- atacó ella de nuevo.
-¿A dónde quieres llegar con eso?- gritó sobresaltado el moreno, atosigado de repente por la chica rubia.
Pillé en seguida lo que estaba ocurriendo. Sonreí por dentro.
-Eso, Shikamaru. No le estarás echando toda la culpa a Tsunade-sama, ¿no?- puse los brazos en jarras como una madre que regaña a su hijo.
-¿Tú también, Shanna?- se quejó, mirándome ahora a mí.- ¿Acaso os he hecho algo?
Reí mientras Temari suspiraba y apartaba la mirada. Kankuro tenía las cejas alzadas y una sonrisa ladeada en el rostro.
Miré a Gaara, quién tenía sus ojos puestos en mí. Aquello me puso un poco nerviosa, pero sonreí y me acerqué a él.
-Escríbeme alguna vez, ¿si?- pedí, sonriente.- Yo también lo haré.
Gaara asintió ligeramente y se dio la vuelta.
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Genjutsu (Kiba Inuzuka y tú)
Fanfic¡Hola! ¿Qué os trae por Konoha? Me alegro de que llegaráis hasta aquí, mucha gente se pierde antes del camino hasta el País de las Olas, que queda aquí al lado. Bueno, me presentaré, ya que tengo muchas ganas de que sepáis un poco más de mí. Soy un...