Capítulo 39

1.1K 112 378
                                    

Shanna, vamos a dar un paseo...
Y yo te contaré mi secreto.

Había llegado el martes, y ese día Kiba por fin saldría del hospital. Neji y Chōji quedarían libres al día siguiente, y Naruto hacía tiempo que se había escapado aún sin estar curado del todo.

Aquel día me levanté animada y me puse mi vestimenta ninja habitual, me cepillé rápidamente el pelo y salí hacia el hospital, tras ponerme las gafas en su sitio.

Kiba Inuzuka salía del edificio con Akamaru, sonriendo mientras me veía acercarme.

Yo también sonreí, casi inconscientemente, y fui hasta él casi corriendo. Le di un fuerte abrazo nada más estar a mi alcance, sin dejarle hablar.

-¡Kiba! Ah, por fin...- me separé de él y le miré, mostrando mis dientes en una sonrisa.- ¿Cómo te encuentras? ¿Estás mejor?

El moreno sonrió y me despeinó ligeramente.

-Estoy bien, tranquila. Soy duro de pelar.

Reímos y Akamaru ladró, tumbado sobre su cabeza. Kiba no llevaba la chaqueta puesta, por lo que podía ver su despeinado pelo castaño sin problemas.

-Vamos a dar una vuelta y luego ven a mi casa. Te debo una comida, ¿recuerdas?- pregunté. Él sonrió.

-No podría olvidarlo. Venga, vamos.

Comenzamos a caminar. No cabía en mí de felicidad.

Era temprano, por lo que no había demasiada gente por la calle, pero no había tan poca como para que pareciera un lugar desierto.

Dimos unas vueltas, hablando de cualquier tema de conversación que saliera, riendo y hablando entusiasmados.

-¿Y entonces?

-Akemi-sensei se enfadó mucho conmigo. Estuve corriendo y escondiéndome para que no me atrapara.- ambos reímos.- Estaba realmente segura de que en el momento en el que me pusiera las manos encima me mataría. Luego me confesó que era un ejercicio para el entrenamiento y yo me enfadé con él.

Kiba se rió y sonreí. Me alegraba hacerlo feliz.

-Kiba.

-¿Sí?- preguntó, mirándome con los ojos aún brillantes.

-¿Quieres ir a mi casa?- me mordí el labio tímida y desvié un momento la mirada, aunque luego volví a clavarla en sus ojos.- Así voy haciendo la comida... y eso.

Me sonrojé. ¿Por qué estaba tan nerviosa? Ni siquiera yo lo sabía. Kiba ya había estado antes en mi casa, no debería de poner así...

-Claro, Roja. Lo que quieras.

Puso una mano sobre mi cabeza y mi corazón aumentó la velocidad de sus latidos. ¿Pero por qué...?

Lo miré un segundo, para ver su gran sonrisa y sus ojos oscuros, pero luego posé la mirada en el suelo. Sentí que me sonrojaba.

-Vamos...

Iba a dar el segundo paso cuando sentí que Kiba retiraba su mano de ni cabeza, y cómo tomaba mi mano. Entrelazó nuestros dedos, y observé aquella unión sonrojada.

El corazón me latía fuerte contra las costillas, sentía que mis piernas eran de gelatina. En cualquier momento me caería.

Kiba comenzó a andar, tirando de mí, y no tardé en ponerme a su altura y caminar de la mano con él. Sonreí enormemente.

Me sentía feliz, querida y completa.

---🍥---

-Pasa.

Genjutsu  (Kiba Inuzuka y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora