Cap. 21

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-¿Cómo?- inquirió Jongdae safando un botón de su camisa en busca de aire, tal vez el champán le estaba haciendo daño.

-Que tú y la señorita Yoona se van a casar, la boda ya ha sido fijada, será en tres meses, a finales de marzo- los presentes estaban en shock, nadie hablaba, todos se miraban entre sí con los ojos bien abiertos.

-Padre, no fui avisado de esto yo--- el discursito de Jongdae fue interrumpido.

-Pues ya te he avisado, en tres meses se casarán- aseguró el señor Kim esta vez más firme.

-Cariño, no hablaste de esto conmigo- reclamó la señora Kim con su dulce voz temblando, nadie sabía si era por sorpresa o rabia.

-Lo siento Yeonji, esto fue algo que planeamos de repente mi gran amigo y yo. Creemos que lo mejor es unir nuestras empresas y por qué no la familia- esta vez cambió la mirada a la ahora prometida de su hijo, que estaba sorprendida también. -Yoona es una chica decente de buena familia y tiene la misma edad de nuestro Jongdae. Ella será una buena esposa para él- comentó con una gran sonrisa.

Kyungsoo aterrorizado dirigió su vista a la persona que estaba a su derecha, es decir, a Minseok. Estaba pálido y parecía que su mente había abandonado el lugar.

Tomó su mano en señal de apoyo y cuando su hyung le miró con ojos llorosos supo que las cosas iban peor de lo que se veían.

-¿Sucede algo, Minseok?- todos los sentados a la mesa dirigieron la vista al afligido chico, que levantó la cabeza esbozando una triste sonrisa mientras negaba.

-Ah no, señor. Es que no estoy acostumbrado a beber champán, supongo que me está haciendo efecto- rió nerviosamente observando la mirada de preocupación en el rostro de Ailee y Yeonji, por alguna razón no se atrevía a mirar a Jongdae que estaba justo a su lado.

-Es normal, los pobres no suelen beber champán- soltó en un intento por avergonzarlo y dio en el clavo.

Se hizo el silencio en la mesa. Minseok bajó la cabeza mordiendo su labio inferior controlando las lágrimas.

Alguien se puso de pie y dio un golpe tan fuerte sobre la mesa que todos se sobresaltaron.

Al mirar hacia arriba los chicos temieron lo peor... Luhan era el que estaba de pie, y por su expresión estaba más que cabreado.

-Amor, ¿por qué no te sientas?- intentó convencerlo Sehun.

-¡Tú te callas!- regañó al menor, quien solo se sentó acatando la orden. -Ya estoy cansado de tanta mierda- dijo.

-¿Puedes tener un poco de más respeto por mis invit--- lo que nadie esperó. Luhan lo interrumpió con un gruñido.

-Usted se va a callar y me va a escuchar- la voz tan baja y amenazadora hizo que los chicos se asustaran. Jamás habían visto a Luhan así.

Luhan agarró la copa de champán y se rió como psicópata dejándola nuevamente sobre la mesa.

-Sus invitados merecen saber unas cuantas verdades sobre usted, ¿no cree?- preguntó con una sonrisa torcida. -Como que es un ser despreciable, uno de los que no merece ser amado. Desde el primer día que llegué a esta casa lo odié con todas mis fuerzas- confesó. -¿Nos concidera desagradables solo por ser gays? Usted es un maldito homofóbico de mierda-

Todos estaban atentos a lo que decía el mayor de los jóvenes presentes, incluso el señor Kim tenía los ojos bien abiertos.

-Y apesar de todo, cada uno de nosotros hizo su mayor esfuerzo por acostumbrarse a sus estúpidas cosas de hombre rico y poderoso. Pese al cansancio, nos levantamos extremadamente temprano para no incomodarlo y aún así usted nunca dio una mierda por nosotros, siempre tratándonos mal, burlándose de nuestras deficiencias- explicó con asco.

Without feelings? -KaiSoo-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora