🍃Solitario 🍃 OMEGAVERSE [KOOKV]

🍃30🍃

La mañana golpeó la cabaña donde se hospedaba la pareja, ambos abrazados y envueltos en las cobijas de la cómoda cama.

Jungkook fué el primero en abrir los ojos, sintiendo el ardor instantáneo por la fuerte luz filtrada. Apenas se acostumbró volteó su vista a Taehyung, quien apresaba su torso de una manera sorprendentemente posesiva, sonrió ante la ternura de su chico y acarició su cabello.

Los recuerdos de la noche golpearon su mente y un sabor amargo se deslizó por su garganta, ahora que Taehyung conocía una parte de su pasado, esperaba que se mantuviera a su lado, y aunque estaba seguro y el Omega le dijo que jamás iría a dejarlo, el miedo era más grande para su insegura mente.

Ahora que lo recordaba, le dijo que mató a alguien, entonces, cuando apenas se estaban conociendo y el zorrito era una amenaza potencial le aseguró todo lo contrario. Se encargó de parecer un buen sujeto cuando en realidad no lo era, de hecho nunca lo fue. El relato de la noche, solo fué un pequeño fragmento de lo que en realidad fue su vida, una pequeña parte no tan corrompida como las demás, y esque, por más vueltas que le diera, siempre llegaba a la misma conclusión. El no merecía a Taehyung.

Pero jamás podría dejarlo.

Nunca fué digno, pero aún así el Omega se encargó de entregarle todo de él. La marca solo era el símbolo que se lo recordaba.

¿Lo amaba?

Dios, destinados o no, no sé imaginaba a otra persona que no fuera Taehyung, sin él ahora, su vida tomaría un rumbo incierto y melancólico.

Haberlo encontrado fue el destino, y una gran jugada a su parecer.

—Estás pensando demasiado Jungkook.— El nombrado bajó la vista hasta encontrarse con el ceño fruncido del omega.— Sea lo que sea que te atormenta déjalo de lado por ahora, estoy contigo ¿sí? No quiero verte afligido, y mucho menos si sé que tengo parte de culpa.

El menor posó su diestra en la mejilla del mayor y acarició lentamente, viendo directo a esos oscuros ojos que brillaban y lo veían igual pero con toques de adoración, tristeza, anhelo y mucho amor.

El pecho de Taehyung se contrajo al no saber que pasaba con su alfa. Tal vez haberlo hecho hablar en la noche lo afectó un poco, o tal vez, solo tal vez, la culpa lo estaba afectando.

—¿Quieres decirme que pasa amor?

Fué tan sencillo como aquellas palabras fluyeron de Taehyung, que el corazón de Jungkook latió frenéticamente al sentir tal calidez. Solo podía ser Taehyung, solo él, solo él podría amarlo aunque estuviera realmente dañado.

Sin saber el efecto analgésico que tenía para su mente pesimista.

—No ahora— Dijo dándole una cálida sonrisa— creo que solo recordé todo lo que tengo que hacer.— Mintió.

Y Taehyung le creyó.

—Oh, entonces está bien.— Dijo acurrucándose aún más en el pecho de su alfa, sintiendo algo de inseguridad.

—¿No tienes hambre?— Preguntó luego de un pequeño silencio Jungkook.— Creo que puedo prepararte algo.

—Sandwich no.

Jungkook blanqueo los ojos un poco divertido.

—Es la casa de Seokjin, ¿un cereal entonces?

Taehyung rió un poco ante la oferta de su alfa, se sentó al instante ante la mirada acusadora de su pareja.

—Haré panqueques, chocolate y huevos, ¿te parece alfa?

—Algún día desearás comer mis sándwiches y mi cereal.— Y Taehyung volvió a reír, porque aunque quisiera contradecirlo, el cereal no debía prepararlo exactamente.