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Jimin y Taehyung se dirigieron a la casa de su hyung a penas perdieron de vista a sus lobos, la mañana pintaba un hermoso cielo, tan despejado y el sol imponiéndose de manera majestuosa.

Ambos Omegas entablaron una conversación tranquila hasta llegar a la cocina. La intención de ambos era muy simple, animar a su amado Hyung.Con tranquilidad y mucho entusiasmo prepararon galletas, un lindo pastel y para completar el desayuno unos deliciosos panqueques con miel y chocolate.

Satisfechos con su trabajo y con dos bandejas, subieron a la segunda planta para después dirigirse a la habitación de su hyung, que como desde hace dos días se mantenía cerrada.

Taehyung dió tres toques a la puerta esperando por una respuesta, sin embargo, no hubo nada. Preocupado volvió a tocar con más insistencia hasta que la puerta se abrió mostrando a un Seokjin para nada feliz.

Ambos Omegas se sintieron un poco intimidados ante la dura mirada que les dedicaba su mayor, pero aún así, con sus mejores sonrisas y bandejas en mano se mentalizaron a tener de vuelta a su Hyung.

—¿Que quieren?— Suspiró el rubio mayor desde la puerta.— Chicos no estoy de humor para lo que sea que estén haciendo.

—Hyung...— Jimin estaba triste por la forma en la que su hyung los trataba— ¿Usted de verdad está bien?

—Si Jimin, estoy bien— Respondió seco el mayor— No sé a qué viene eso, pero si no es nada más, les pido de la manera más respetuosa posible que se retiren.

Seokjin iba a tirar la puerta en la cara de los menores, pero la mano de Taehyung la sostuvo no logrando su cometido.

—Hyung...— Taehyung realmente iba a ponerse a llorar, así que como último recurso, mostró de la manera más tierna y convencible posible la bandeja que estaba en sus manos.— Espero que no rechace esto que hicimos para usted.

Jimin sabiendo las intenciones de su hermano, elevó la bandeja de igual manera. Ambos hermanos se negaban rotundamente a qué su hyung siguiera encerrado en su habitación sin saber sus razones, además, apenas Seokjin abrió la puerta, un leve olor a tristeza llegó a su olfato. Definitivamente no iban a dejarlo solo más tiempo.

Seokjin por su parte sintió su corazón encogerse, no le gustaba tratar a sus hermanitos así. Esos dos Omegas eran la familia que nunca tuvo. Su máscara de dureza se fué al ver lo que ambos habían hecho por él, algo que necesitaba pero no le dijo a nadie, y aún así, ellos ya estaban para él.

Sus ojos se llenaron de lágrimas, las emociones desbordando por aquél lindo gesto. Entró a la habitación siendo rápidamente seguido por los menores, quienes dejaron las bandejas en la cama y corrieron a abrazar al mayor.

Hace mucho que Seokjin no sentía un abrazo tan cálido como aquél. Un abrazo tan sincero que solo quiso hacerlo llorar más.

—No llore Hyung, Minnie y yo solo queremos hacerlo sentir bien.— Taehyung se preocupó en cuanto vió el rostro con lágrimas de su mayor.— ¿Acaso no le gustó lo que hicimos?— Preguntó preocupado y con inocencia— Si es así, ya mismo nos lo llevamos, pero ya no llore.

Jimin y Seokjin sonrieron con ternura hacia el menor de los tres. Taehyung inconscientemente lograba ser tan tierno, incluso ahora estando preocupado no dejaba de serlo.

—No Tae bebé, es solo qué... Perdón— Seokjin abrazó con fuerza al menor, quien rápidamente sobó su espalda y también haciéndole un gesto a su hermano de que se uniera al abrazo.

Un abrazo cálido, familiar y lleno de amor era lo único que Seokjin necesitaba en aquellos momentos, y se sintió realmente afortunado de tener a sus dos chicos con él. Lloró un rato hasta desahogarse, lloró para sentir su corazón más liviano y tranquilo, pues ahora solo se dedicaría a sí mismo y a cuidar a los dos menores que consideraba familia.

🍃Solitario 🍃 OMEGAVERSE [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora