🍃Solitario 🍃 OMEGAVERSE [KOOKV]

🍃EXTRA 3: PAPÁ KOOKIE PARTE 2🍃

En cuanto el omega abandonó la habitación Jungkook se quedó un momento pensando, a pesar de tener a un cachorro saltando en su pecho y a su niña agarrada de su brazo tratando de morder y babeando a más no poder.

Era un buen día, de hecho, ni siquiera recordaba que era su cumpleaños y no creyó que su omega lo recordara por su renuencia a esta fecha. Se equivocó, y no podría estar más contento por aquel bonito detalle, no importaba que hiciera Taehyung, él lo iba a agradecer demasiado.

Suspiró feliz, este día prometía ser uno muy bueno y no pensaba desaprovecharlo. Taehyung había sugerido un picnic y que mejor que preparar algunos libros para leer y los juguetes de los cachorros para pasar un rato muy ameno, además, esperaba poder corretear con ambos cachorros en su forma animal, no había tenido la oportunidad de hacerlo y le llenaba de mucha ilusión hacerlo por primera vez en un espacio más grande y sin restricciones de nada.

Pegó un pequeño salto cuando sintió su piel ser mordida y succionada. No le había dolido, pero se sorprendió porque por un momento olvidó a los dos revoltosos que estaban sobre él. Ainara estaba completamente entretenida en su brazo y fue en ese momento en el cual se dio cuenta que iba a quedar una marca por un buen tiempo, a ambos cachorros les estaban empezando a crecer sus pequeños dientes y la necesidad de morder estaba más que presente por el picor que provocaba en sus encías.

Quiso agarrar a la niña pero esta no se dejó y se agarró de su brazo con más fuerza. Él levantó una ceja divertido mientras veía que su otro cachorro estaba atento a los movimientos de su hermana, en algún momento dejó de saltar sobre su estómago y ahora se encontraba más tranquilo.

-Por favor pequeña fiera, suelta a papá- con todo el cuidado del mundo trató de agarrarla con su brazo libre, sin embargo no tuvo ni la atención ni una respuesta de parte de la infante, bufó volviendo a poner su cabeza en la almohada. Elian no desaprovechó la oportunidad y se acercó hasta el rostro de su papá alfa y le agarró la nariz, este era uno de los pasatiempos favoritos del cachorro cuando estaba con su padre. Para Jungkook no representaba problema, sin embargo, teniendo a su hija prendida en su brazo y prontamente teniendo a su hijo halando y posiblemente golpeando su rostro si se emocionaba iba a ser difícil para él calmarlos o que mínimamente no saliera lastimado.

A veces se preguntaba cómo es que Taehyung se las apañaba tan bien con ambos. Lo hacía ver tan sencillo que algunas veces olvidaba que el omega pasaba mucho más tiempo con los cachorros, los conocía mejor y por ende estaba acostumbrado al comportamiento y energía que ambos tenían. Él por otra parte, a penas y estaba en casa por culpa del trabajo y eso de cierta forma lo ponía un poco triste.

Como último recurso y como pudo con su brazo libre envolvió a los dos niños mientras se sentaba y los sentía removerse inquietos uno en su pecho y la otra en su brazo.

-Te dije que dejaras a papá, pero eres terca- sintió como la niña intentó morder de nuevo y al final, luego de acariciarle la cabeza y hacerle cosquillas tuvo su brazo libre. Hizo una mueca al ver lo rojo que estaba la parte que estuvo en la boca de su hija, de seguro el hematoma que tendría en unas horas o al día siguiente le duraría por al menos una semana.

Sentó a ambos cachorros en frente suyo en la cama, mientras se cruzaba de brazos y los infantes tenían la idea de querer treparse nuevamente sobre su padre. Entre cerró los ojos al verlo acercarse, así que no le quedó de otra mas que poner sus manos en las cabezas de los niños tratando de detenerlos.

-No se que voy a hacer con ustedes- contempló a ambos infantes, y una sonrisa apareció en su rostro. A pesar de todo, los amaba con su alma.

El sonido de la voz de Taehyung se hizo presente, al parecer estaba cantando algo mientras preparaba todo para el picnic. Aquellas pequeñas cosas que lo rodeaban y hacían parte de su día a día, era lo que mas amaba. Sobre todo, el tener a su familia; su omega, sus hijos y aquellos momentos tranquilos pero que guardaba siempre como un tesoro.