🍃Solitario 🍃 OMEGAVERSE [KOOKV]

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Jungkook no recordaba la última vez en la que estuvo en esa situación.

Para un cachorro alfa de diecisiete años entrenar era tan cotidiano como comer, siempre atentos a posibles ataques, siempre listos. Sin embargo, si se hablaba de su padre, el gran alfa Jeon, un entrenamiento se tornaba en una tortura.

Jungkook estaba siendo presionado en el piso, con el pie de su padre en su cabeza, su respiración siendo densa y sin mencionar el dolor insoportable que sentía en el cuerpo.

Hoy era otro de esos días en los que salían de campamento, siendo él y el alfa. Aún no le encontraba sentido a eso, de hecho, lo creía inhumano y bárbaro. El alfa Jeon no era conocido por ser una florecita exactamente, y Jungkook no se quedaba atrás.

Comenzó como un pequeño combate cuerpo a cuerpo, a medida que el calor les subía a la cabeza, su lado más animal se desataba y uno siendo más bruto que el otro terminaban hiriéndose de manera grave.

Es así como terminó con su padre cogiéndole el cabello y alzándolo para observar la dura mirada del alfa. Ya intuía lo siguiente, de hecho, aún se sorprendía de no haber quedado inconsciente.

—Sigues siendo el mariquita de siempre Jungkook— El alfa terminó por lanzar la cabeza del menor con brusquedad a la húmeda tierra, haciendo que ésta rebotara y abriera un poco más la herida al costado de su cara.— No me sirves, no has aprendido nada, a estas alturas yo ya había derrotado a mi padre.

Jungkook no se inmutó, se quedó tendido esperando a que el alfa se fuera, o en el mejor de los casos terminara por noquearlo. Siempre era lo mismo, siempre terminaba igual y ya estaba harto.

—¿No piensas levantarte pequeña mierda?—El alfa no iba a desistir y Jungkook solo imploraba por piedad.

Seung Hyun sonrió con sorna y pateó el estómago del chico tendido en el suelo,  lo repitió hasta que vio por segunda vez como el menor escupía sangre.

—¡Levántate hijo de puta! ¡No vas a ser un maldito alfa respetado si sigues con esa actitud de nena! ¡Que acaso no has aprendido nada!

Jungkook muy a su pesar terminó por hacer el esfuerzo hasta terminar parado a penas, tambaleando como si la más simple ventisca pudiera llevárselo como una hoja. El Alfa frente a él siempre lo llevaba a pasar sus propios límites, tanto física como mentalmente.

La última vez, que fue hace un mes, terminó con serios golpes en todo el cuerpo. Terminó tan mal que estuvo internado una semana en el hospital, al ser un alfa con sangre pura, su capacidad para recuperarse era realmente rápida y abrumadora para sus conocidos. Por eso Seung Hyun aprovechaba para volverlo mierda cada que salían a entrenar.

El mes pasado no fue tan duro como los anteriores, por lo general, llegar con un brazo roto, contusiones y heridas que a muchos podrían matar, eran tan normales a su parecer que daba miedo, eran su pan de cada día. Era triste, pero si realmente quería tener el reconocimiento de su padre, lo menos que podía hacer era esforzarse y seguir las órdenes y duras sesiones de entrenamiento de su padre, todo con tal de ser un alfa respetado.

Le mostró los dientes al alfa frente a él, dispuesto a tirarse y golpear donde fuera. Seung Hyun se veía tan imponente como siempre, ansiando el siguiente movimiento que su cachorro hiciera. Por experiencia sabía la manera en la que Jungkook atacaba, tan descuidado, tan débil, tan malditamente débil que le daba coraje saber que ese era su cachorro.

Por un momento los ojos trataron de cambiar a rojo y Jungkook no sabía aún que hizo, pero igual, siguió firme, esperando el momento adecuado para dar aunque sea un pequeño golpe, porque vencer al alfa frente a él era prácticamente imposible, o eso le decía su mente.