🍃Solitario 🍃 OMEGAVERSE [KOOKV]

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Los días eran una tortura diferente, cada segundo perdido y la fuerza se desvanecía, con aquel suero que le aplicaban casi a diario su raciocinio y cordura se quebraban lentamente. Sin embargo, no tenía muy claro si había Sido una semana lo que ya llevaba en ese lugar, pero si acaso, ya tenía estudiada la rutina.

No es como si fuera a quedarse con los brazos cruzados, los hijos de puta iban a pagar con sangre, siempre trató de ser lo más tranquilo, pero incluso si no tenía a su lobo, él los haría sufrir. Su padre siempre fue el culpable de todas sus desgracias, el encargado de destruirlo con simples palabras, y aunque fué como hielo, en aquellos momentos agradecía con el alma los entrenamientos recibidos casi toda su vida.

En la mañana le llevaban algo de comida, los tipos eran tan flojos que siempre lo desatan y lo dejaban a su suerte hasta la hora del almuerzo que volvían a recoger la comida. En la tarde, primero la paliza, luego el suero y en la noche lo bañaban con agua helada y le daban algo de comida para dejarlo nuevamente desatado. Al parecer ya no lo consideraban una amenaza potencial y claro que aprovecharía la idiotez de esos sujetos. Si bien era un simple humano, aprendió a ser tan peligroso y letal como un lobo.

Ese suero después de ser aplicado, no hacía más que ponerlo en un trance momentáneo, donde cada vez sentía más lejos a su lobo, por un lado no hacía más que lamentarse, y por otro lado escuchaba cómo lograban provocarlo poco a poco con Taehyung, a quien por cierto estaba desesperado por volver a ver pues aunque el suero era fuerte, fragmentos de tristeza y lamentos llegaban a su mente, su corazón dolía constantemente y algunas veces la impotencia le ganaba por no poder ver a su chico, pues el daño que a ambos le han hecho es algo tan inimaginable como doloroso.

 Lentamente su mente le jugaba en contra, pues a pesar de quererse convencer de que todo estará bien, él está más que seguro que siempre sería lo contrario, mucho más si lo querían muerto y de paso, acabar con la manada que lo vió crecer. Eso tipos a parte de putos eran boca floja, ya no aguantaba el estar más tiempo en ese lugar, así que aunque le costara la vida en su siguiente jugada, esperaba que valiera la pena.

Se preparó mentalmente para lo que estaba a punto de hacer. Esperó pacientemente en la silla hasta que escuchó la puerta abrirse, el hombre de siempre, el que siempre llegaba y se iba luego de desatarlo.

Manteniendo el mismo rostro neutro de siempre, aquel hombre solo lo miraba con gracia y sobrades. No se inmutó y esperó hasta que el hombre le entregó la bandeja y se dió la vuelta dispuesto a marcharse. Jungkook sonrió con arrogancia cuando agarró el tenedor y tomó desprevenido al hombre cuando le tapó la boca y sin una pizca de delicadeza enterró el objeto repetidas veces en el cuello del sujeto, impidiendo que hiciera ruido y armara un alboroto.

La sangre de derramó lentamente, bañando su brazo y parte de su abdomen, pero, ¿acaso importaba? Todos iban a morir, todos iban a pagar caro el meterse con él. Si creían que con una miserable droga lograrían detenerlo, no sabían de lo que era capaz Jeon Jungkook.

Oh cómo iba a disfrutar todo ésto.

Que comience la fiesta.

🦊🐺

Kang Eunwoo siempre fué un beta de admirar. Sirvió al antiguo alfa de la manada Este hasta que fué derrotado por un bastardo que no dudó en imponer su imperio.

Conoció a Min Yoongi cuando fué nombrado como centinela de la manada, justo antes de que se armara el imperio del actual alfa Cho Seung Mi, ese hombre solo trajo desgracias a todos y tal como él, Yoongi no quedó exento de recibir un castigo al no estar dispuesto a seguir con las leyes crueles de aquél alfa. Aunque su castigo no fué tan malo, para Yoongi fué peor, y aunque no conoce la versión entera solo sabe que terminó por huir hasta llegar al norte.