3. Convivencia

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El departamento estaba solo a una calle, pero caminaron lento mientras hablaban. Había algo en Alex que no había visto antes, una energía que intentaba manifestarse y que era reprimida, pero ahora Maggie podía verla. Era casi como estar hablando con Kara, había una luz en los ojos de Alex, su voz sonaba mas dulce y mostraba una hermosa energía. Pero algo le hacía intentar esconder ese lado de su personalidad, intentaba mostrarse siempre seria y centrada, mucho mas adulta de la edad que en verdad tenía.

Al llegar al departamento las dos se sentían alegres y relajadas por haber decidido pasar un tiempo juntas. Entraron y vieron algunas cajas que faltaban por ordenar, pero casi todo estaba impecable.

En todos los años siendo compañeras no habían tenido ninguna salida fuera del instituto, ni siquiera habían ido juntas a una cafetería, pero mucho menos conocían sus casas. El departamento de las Danvers era grande y muy luminoso, dos de las paredes estaban casi completamente cubiertas con una ventana que dejaba entrar mucho sol. La decoración era limpia y ordenada, pero sobre todo sobria, al igual que Alex, era evidente que ella se había encargado de cada detalle. Casi todo era blanco y negro con algunos objetos de colores vibrantes que resaltaban y le daban vida al lugar, los cuadros eran modernos y minimalistas y se notaba que todo estaba colocado en un lugar específicamente pensado.

-Wow Danvers, es como si alguien te hubiera lanzado un hechizo y te hubiera convertido en departamento

-Supongo que tiene mi toque personal

-Dudo mucho que a tu hermanita la guste éste estilo

-Definitivamente no me gusta- dijo Kara mientras caminaba con un donut en la mano hacia la cocina.

Había dejado la ropa que llevaba antes y ahora usaba un pantalón gris que se veía muy cómodo y un buzo. Usaba unas medias llenas de unicornios de colores y el cabello recogido en un rodete desordenado. A un costado del sillón estaba la ropa que se había sacado y abandonado en el suelo.

-Te dije que no comieras eso- dijo su hermana antes de observar el departamento- y podrías dejar la ropa en el cesto para lavar

-Tenía hambre Alex, solo comí una

-Bueno, ¿por qué no cocinamos algo? - Maggie podía notar algo de tensión y decidió que era hora de intervenir. Conocía un poco a Alex Danvers e incluso ella sabía que dejar la ropa en el suelo era algo que le molestaría.

Maggie se encargó de la cocina mientras Alex levantaba la ropa del suelo y acomodaba las cosas de las cajas que quedaban por ordenar. Kara estaba sentada sobre la mesada de la cocina hablando con la amiga de su hermana observándola cocinar y ayudando con pequeñas tareas que Maggie le daba.

Almorzaron entre charlas entretenidas, las dos chicas mayores recordaban anécdotas sobre profesores del instituto que la más joven escuchaba atentamente. Maggie le resultaba divertida, se había integrado perfectamente a la relación entre las Danvers.

Después de comer Maggie y Alex se dedicaron a hablar sobre sus planes de estudios y sus métodos de enseñanza, Kara daba vueltas por el departamento cambiando adornos de lugar que Alex volvía a acomodar en donde ella los tenía sin dejar de hablar con su amiga. Finalmente, las idas y vueltas de los adornos habían originado una discusión entre las hermanas en la que Alex remarcaba la importancia del respeto por las pertenencias y los espacios personales y el orden, mientras Kara insistía en la necesidad de compartir los espacios y las decisiones decorativas.

La pelea había subido de tono rápidamente hasta que Alex tomó su lugar como hermana mayor y sugirió a Kara ir a dormir para descansar del viaje, con la promesa de que más tarde podían cambiar algunas cosas para que el departamento fuera cómodo para las dos.

Silencios de familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora