40. Confesiones

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-Wow ¿Qué haces?

Lena se movió con cuidado, girando para acostar a Kara en la cama y poder sentarse.

-Yo...quiero darte un beso

-Ok escucha, tienes mucha fiebre Kara y no estoy muy segura de que estes consciente de lo que haces

-Lena solo quiero besarte

-Bueno, mañana cuando te sientas mejor, si sigues queriendo podemos hacerlo

-Pero yo quiero hacerlo ahora, Alex no va a enterarse

Lena había fantaseado muchas veces con darle un beso a Kara, pero no quería hacerlo ahora que sabía que estaba enferma. Casi no podía abrir los ojos, tenía mucha fiebre y había tomado muchos medicamentos, lo mas probable era que ni siquiera estuviera completamente despierta.

-Mañana Kara, ahora tienes que dormir- se paró y camino a la puerta

-No te vayas- se sentó en la cama, se sentía mareada incluso solo moviéndose para sentarse- lo siento, no voy a volver a hacerlo, pero no me dejes sola

-No voy a dejarte sola Kara, sólo espera aquí

Esperó unos minutos y vió a Lena entrar de nuevo, se acercó y le entregó una taza

-Tómala

-No me gusta la leche sola, me gusta con chocolate

-Ya lo sé, pero si le pongo chocolate no vas a recibir la vitamina C ni el triptófano

-No entiendo nada de lo que dices

-No importa, son compuestos de la leche y ayudan a bajar la fiebre, y también ayudan a dormir, y si le pongo chocolate dejan de tener efecto

-Pero no me gusta sola

-Tiene azúcar, solo tómala

Mientras Kara tomaba su bebida, Lena volvió a acomodarse en la cama junto a ella, acariciando su espalda mientras terminaba la taza. Una vez que terminó la acercó a ella y la recostó en su pecho, acariciando suavemente su cabello. Pocos minutos después vió como sus ojos se cerraban y su respiración se volvía más lenta y suave.

Paso casi toda la noche despierta vigilando que todo estuviera bien, controlandole la fiebre, colocándole paños húmedos cada vez que empezaba a subir. Durmió algunas horas y volvió a despertarse con los ruidos que venían de la cocina. Entonces sintió los movimientos cuando Kara empezó a frotarse los ojos con las manos

-Buen día- le corrió algunos pequeños mechones de cabello y sonrió- ¿Dormiste bien?

-Si- Kara volvió a acomodarse sobre ella

-Ok, vamos a desayunar

-No, vamos a seguir durmiendo

-No Kar, tu no vas al instituto porque estuviste enferma, pero yo tengo que trabajar

-¿Te vas a ir?

-Si, tengo que ir a la empresa, hay muchas cosas que hacer. Estoy trabajando en un proyecto

-¿Qué proyecto?

-Algo grande, después te lo cuento, cuando averigüe si funciona

Se levantaron y fueron a la cocina, Maggie, Alex y Dianna estaban terminando de preparar el desayuno. Al parecer todas estaban mejor, se habían relajado y habían descansado un poco.

Silencios de familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora