35. Promesas rotas

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-Alex

La voz de su hermana llegó suavemente a sus oídos, abrió los ojos y la vió parada junto a su cama. Observó rápidamente a su al rededor, Maggie dormía sentada junto a ella apoyándose en la pared detrás de la cama, Dianna dormía en una silla del otro lado, las dos habían decidido pasar la noche ahí por si Alex volvía a sentirse mal.

Kara estaba parada frente a ella, podía notar los destellos que las lágrimas producían en sus ojos cuando entraba la luz por la ventana

-¿Puedo dormir contigo?

-Claro- sonrió y levantó las mantas para que ella pudiera acostarse

Kara se acercó a ella y se recostó en su pecho, como lo hacía siempre que dormía en su cama. Ésta vez, el peso de su cuerpo le dolía, no podía respirar bien, pero sabía que su hermana la necesitaba. Pasó sus dedos suavemente por sus mejillas para secar las lágrimas y la miró con una sonrisa.

-¿Estás enferma? Es la segunda vez que no puedes respirar

-Yo...-suspiró-no Kara, no estoy enferma

-Pero entonces...

-Solo estoy un poco...nerviosa por cosas del trabajo

-¿De verdad?

-Duerme, mañana estaré bien

Kara cerró los ojos y dejó que las palabras de su hermana la calmaran. Pocos minutos después estaba dormida. Dianna se despertó y vió a sus amigas, y se acercó a ellas. Tomó suavemente los brazos de Kara para lavantarla.

-Dejala- Alex abrió los ojos

-Alex esto no es bueno, no puedes respirar bien así

-Dai por favor déjala, está asustada

-Va a estar más asustada si te quedas sin aire de nuevo

-No va a pasar de nuevo, sólo déjala

-Alexandra

-No, no es justo que hagas eso. Mírala, me necesita

-Está bien, pero mañana vas a hablar con ella

-Yo no...

-Mañana Alex, no vamos a discutir

Volvió a sentarse y cerró los ojos. Alex estuvo un largo tiempo pensando, no podía decirle la verdad a Kara, no podía permitir que sufriera por su culpa, ella sabía lo mal que le haría la noticia.

Esa noche casi no descansó, su mente siguió pensando en la forma de convencer a Dianna para mantener su secreto. Cuando los rayos de sol entraron por la ventana y la despertaron, ni su novia ni su mejor amiga estaban junto a ella. Kara seguía acostada sobre ella, se había mantenido en la misma posición toda la noche, y Alex sabía bien que eso significaba que estaba nerviosa, a pesar de haberle dicho que estaba bien.

-Ey- pasó un dedo por la mejilla de su hermana- buen día

-Estoy durmiendo Alex- dijo mientras se aferraba mas fuerte a ella

-Ya es tarde, vamos a desayunar Kar

Alex intentó levantarse como tantas veces había hecho cuando su hermana dormía así. La sostuvo para levantarla, pero ésta vez el dolor en el pecho volvió a detenerla. Volvió a acostarse, por suerte Kara no se dió cuenta de su dolor.

-¿Si compro donuts podemos ir a desayunar?

-Mmm...si compras donuts Y un brownie con helado

Silencios de familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora