13. Culpas

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-Danvers- Maggie estaba sentada en la cama observando a la pelirroja dar vueltas por la habitación- es tarde, acuéstate

Ella solo seguía caminando de un lado al otro intentando calmar su ansiedad. Tenía una mirada triste.

-Alex- Maggie se paró y caminó hasta ella, la tomo de las manos y la miró a los ojos- tu teléfono se apagó, no es tu culpa

-No vine, ella quería que vuelva, le dije que si me necesitaba iba a venir y no lo hice

-Lo sé, pero ella está bien, y fue solo una vez Alex. Has estado toda la vida a su disposición, solo fue una vez

-No importa que haya sido solo una, tu no lo entiendes, yo tenía que estar siempre que me necesite, siempre

-Y lo estás, estás aquí ahora

Alex se sentó en la cama y apoyó las manos en sus piernas. Cerró los ojos unos segundos, en seguida empezó a sentir las lágrimas. Maggie se acercó y apoyó las manos sobre las de Alex.

-Alex, tienes que dejar de culparte y presionarte, has estado siempre pendiente de tu hermana, es hora de que te preocupes un poco por tí.

-No puedo, lo prometí

-¿A tu mamá?

-No, a...a Melanie- respondió triste

-¿Melanie?- Maggie estaba confundida, no tenía idea de quién hablaba

-Melanie es...era mi hermana

Alex nunca había hablado con nadie sobre su hermana, ni siquiera con Kara o su madre, eran sentimientos que guardaba sólo para ella. Pero guardar tanto tiempo ésto le había creado un gran dolor que nunca podía sacarse de encima.

Maggie la miró esperando que continuara hablando, no iba a presionarla para hablar, asi que solo esperó para asegurarse de que estuviera lista. Podía darse cuenta de que era un tema que le dolía mucho y quería que estuviera segura de compartirlo.

-Melanie era mi hermana mayor, ella desapareció el día que mi padre murió, la...la secuestraron

-Alex...

-No se si está viva, sólo sé que mi madre nunca pudo encontrarla

-¿Hace cuánto fue eso?

-Hace 14 años, y ese día mi hermana Melanie nos salvó, y por eso se la llevaron, y yo le prometí que siempre iba a cuidar a Kara

-Solo eras una niña Alex

-Si, pero entendía lo que estaba diciendo Maggie, prometí que iba a cuidar a Kara toda mi vida y que nunca permitiría que nada malo le pase, y voy a hacerlo

-Esta bien, pero no creo que sea necesario dejar de lado tu vida para hacerlo, debes dar lugar a tus necesidades

-No es tan fácil

-Ok, tienes que descansar, ya estas aquí y ella está bien

-No Maggie, Lena y tú no se han dado cuenta porque no la conocen tanto, pero no está bien

Maggie se acercó y la abrazó, sabia que lo necesitaba. No entendía los sentimientos de Alex, no tenía hermanos y nunca había sentido la presión de tener que hacerse cargo de otra persona, pero sí sabía lo difícil que era sentir que estaba fallando en algo que era importante.

Dejó que Alex descargara su dolor en ese abrazo, y cuando dejó de llorar la tomó de la mano para acompañarla hasta su cama. Se acostaron juntas, aunque dejaron una distancia entre ellas. A pesar de que no estaban en contacto, Maggie podía sentir el calor que desprendía el cuerpo de la pelirroja.

Silencios de familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora