Silencios de familia

90. Gracias Maggie

-Kara, por favor déjame limpiarte eso

Maggie había pasado los últimos 30 minutos intentando convencer a su cuñada de dejarle limpiar sus heridas, ya que Alex no parecía que fuera a volver temprano.

-No no no, te dije que Alex lo haría

-Si pero Alex iba a volver temprano y seguramente debe estar hablando con Wynonna y va a tardar

-No me importa

-Kara...

-No Maggie

-¿Me dejas hacerlo a mi?- preguntó Jenna acercándose con una sonrisa

-No, sólo Alex o Lena

-Kara ella ya lo hizo antes

-Si, porque yo estaba casi muerta y no podía decirle que no quería, pero no

-Kara, siempre he sido buena contigo ¿Cierto? Soy buena cuñada

-Si

-Y siempre te escucho y acepto tus...voy a decirles excentricidades para no ofenderte... jamás te he obligado a hacer algo que no quieres

-No

-Y sabes que soy agente especial, de verdad tengo mucha mas fuerza que tú

-Lo sé

-Bien...¿Me dejas por favor limpiarte esas heridas para que no tenga que hacerlo por la fuerza?

-No vas a hacerlo porque Alex te mataría, tú lo sabes Maggie

-Estoy segura de que esta vez tu hermana va a estar de mi lado

-Kara si quieres sólo te limpiamos las de la espalda, esas no te duelen, y Alex puede hacerlo con la otra

-Noup

-Ok, Jenna sostenle los brazos

Maggie se acercó a Kara sujetando sus brazos con fuerza mientras ella intentaba alejarla.

-Maggie podrías abrirle la herida- le dijo Jenna intentando calmar la situación

-¡MAGGIE SUÉLTAME!

-¡Jenna! ¿Puedes por favor sostenerla?

-Alex va a matarnos- respondió obedeciendo a la policía

-¡MAGGIE ME DUELE! ME ESTAS LASTIMANDO

-¿Qué pasa?- Alex entró al departamento dejando su bolso en el suelo mientras se acercaba rápidamente a los gritos de su hermana

-¡ALEX! Me está lastimando

-¡Maggie te volviste loca! suéltala

Maggie y Jenna soltaron a Kara y se alejaron un poco para dejar a Alex acercarse a ella. Cuando estuvo de rodillas frente a su hermana pasó las manos suavemente por sus mejillas.

-¿Estas bien?

-Si

-Ok, Maggie ¿Podemos hablar un segundo? Jenna quédate con ella

Ambas mujeres caminaron a la habitación en silencio. Maggie se sentó en la cama intentando mantenerse calmada.

-Maggie...

-Antes de que empieces a gritar y te vuelvas loca, ¿Puedo hablar?

-Bien

-Sólo queríamos limpiarle las heridas porque pensamos que ibas a llegar más tarde, y no estábamos lastimandola...ni siquiera estaba sosteniendola con fuerza