21. Confundida

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-¿Podemos ver una película?- Kara se acercó a su hermana con una sonrisa

-¿Por qué no les preguntas a todas si quieren?- Alex le devolvió la sonrisa

-Ok- se acercó al resto del grupo- Alex dice que vamos a ver una película

-¡Ey! Yo no dije eso

-Bueno- Maggie dejo escapar una pequeña risa mientras pasaba la mano por la espalda de Kara- ¿Qué película quiere Alex que veamos?

-¡Tienda de unicornios!- Kara y Waverly gritaron al mismo tiempo

-Ya viste esa- Nicole, Alex y Lena también hablaron a la vez

-Mejor una policial- Maggie todavía se reía

-Si, una policial- Nicole estaba entusiasmada- hay una nueva y he escuchado que es excelente

-No, hay un documental sobre sustancias químicas que actúan en los procesos biológicos, veamos eso ¿Cierto Alex?- Lena tambien se había emocionado con la idea de ver algo que le interesara

-Yo estoy de acuerdo con Lena, aunque creí que nunca iba a decir eso

-¡No! Tienda de unicornios- Kara se cruzó de brazos

-¡Ya vieron esa!- ésta vez todas gritaron excepto Kara Y Waverly

La ecuación era simple, siendo dos personas era fácil decidir la película, Alex siempre dejaba que su hermana gane, con tres era un poco mas complicado, pero siendo seis la decisión era más difícil.

Finalmente después de un rato bastante largo discutiendo, llegaron a un acuerdo y decidieron ver una película que todas pudieran disfrutar aunque no fuera su favorita. Se habían decidido por un clásico, El Club de los Poetas Muertos. Kara no era fanática de las películas clásicas, y Alex lo sabía, por eso sugirió verla todas juntas en su cama y así ahorrarse el trabajo de tener que llevarla cuando se quedara dormida. Además, si el sillón era chico para cuatro, mucho menos iba a funcionar para seis.

Todas se acomodaron en la cama para ver la película, por suerte la cama de Alex era grande y todas podían estar cómodas.

Nicole y Waverly se acostaron juntas en un lado de la cama, estaban tan cerca que ocupaban el espacio de una sola persona. Weaverly se había recostado sobre su novia al igual que lo hacía cuando dormían juntas en su casa. A su lado, Maggie estaba sentada apoyándose contra la pared de la cabecera y sus piernas estiradas hacia adelante.

Lena había decidido acostarse en el borde de adelante de la cama. Alex hubiera preferido mantener cierta distancia con Maggie, no quería confundirla y estaba segura de que la mejor idea era mantenerse alejada, pero el lugar que quedaba era justo a su lado. Se sentó con las piernas cruzadas junto a ella y se apoyó en la pared. Maggie sonrió cuando se sentó junto a ella, sólo la observó por un segundo y volvió a fijar la vista en la pantalla.

Kara fue la última en llegar a la habitación con un tazón lleno de golosinas que dejó en el centro de la cama para que todas pudieran acceder a él. Se sentó frente a Alex y se inclinó hacia atrás para apoyarse en su pecho, en cuanto lo hizo, una punzada de dolor recorrió el cuerpo de Alex dejándola sin aliento por unos segundos.

Cuando recuperó el aire, tomó a su hermana por abajo de los brazos y la levantó con cuidado, la acercó hacia ella sentandola en sus piernas y pegandola a su cuerpo y envolvió los brazos al rededor de su cintura. Kara recostó la cabeza en el hombro de su hermana, y ella suspiró aliviada al comprobar que no sentía dolor.

-¿Estas bien?- Maggie habló en un susurro, había notado la molestia de Alex

-Si, solo me...estaba presionando la pierna con su brazo

-Ok- Maggie sonrió aunque sabía que había algo más, estaba segura de que Alex no le diría, y menos con Kara ahí

La película empezó y todas se quedaron en silencio, casi 40 minutos después solo Alex y Maggie seguían despiertas.

-Alex, ¿Te sientes bien?

-Si, estoy bien

-Te ví más temprano, y también hace unos días cuando vimos películas con Lena

-No se de qué hablas

-Hablo de que te falta el aire y te duele el pecho

-No, es solo que me presionó con su brazo Maggie

-Alex no soy tonta, puedes engañar a Kara y tal vez a Lena, pero no a mí. Escucha, entiendo lo que haces

-No hago nada

-Lo haces, finges que estas bien aunque sabes que hay algo mal. Lo entiendo Alex, te conozco, sé que lo haces para no asustar a tu hermana, pero deberías ir a un médico si te sientes mal

-Yo soy médica

-Entonces deberías ser mas responsable y escuchar a tu cuerpo

-Estoy bien, no necesito ir a ningún médico y tampoco necesito que nadie me diga cómo cuidarme

-Esta bien- Maggie sabía que forzarla nunca iba a funcionar, conocía bien a Alex y sabía que no iba a pedir ayuda hasta que no estuviera en el límite, y ella estaba dispuesta a esperarla en el límite lista para evitar que caiga

-Perdon, no quiero tratarte mal

-Esta bien Alex- Maggie sonrió y decidió que era momento de darle un poco de espacio

Alex estuvo en silencio durante algunos minutos fijando la vista en la película, aunque no estaba prestándole atención, su mente estaba en otra parte. Intentaba entender lo que le pasaba, quería abrazar a Maggie, quería decirle que si tenía dolor y que estaba asustada, pero no quería confundirla.

No quería que creyera que podría pasar algo entre ellas, aunque Maggie nunca le había dicho nada al respecto y siempre había sido respetuosa con ella, sentía que había algo mas que solo amistad de su parte. No quería confundirla, pero quería que la ayudara, quería sentirse segura, quería abrazarla.

No quería confundirla, y por eso, aunque se moría de ganas, no iba a acercarse a ella para hacerle saber que necesitaba sus brazos.

No quería confundirla, pero quería abrazarla.

No quería confundirla, o tal vez no quería confundirse.

Silencios de familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora