19. Ayuda y agradecimientos

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Pasaron algunos días en los que Kara fue sintiéndose mejor, a pesar de tener algunos más difíciles con episodios y pequeñas crisis. A medida que fue pasando el tiempo las cosas fueron mejorando para ella, y eso alegraba a Alex ya que se acercaba el inicio de clases, y sería difícil para Kara tener que enfrentarse al instituto en medio de un brote psicótico.

Las cosas sin embargo no habían mejorado tanto para ella. Por un lado, tenía sentimientos contradictorios respecto a Maggie. Empezaba a sentirse extraña cuando estaban juntas, incluso cuando no estaban solo ellas dos.

Estaba segura de que Maggie le hacía bien, pero había algo dentro de ella que se sentía amenazado. Además, cuando no estaban juntas sentía una especie de vacío, unas ganas incontrolables de verla.

Por otra parte, desde aquel día que sintió por primera vez ese dolor en el pecho, había tenido varias ocasiones similares que empezaban a preocuparla. Como doctora, conocía perfectamente los riesgos de dejar pasar el tiempo sin realizar exámenes para controlar que todo estuviera bien, pero por el momento, toda su atención estaba puesta en su hermana.

Finalmente llegó el día del inicio de clases y las cosas parecían estar bien. Kara estaba lista y emocionada por conocer a sus nuevos compañeros y se sentía mucho mejor. Alex y Maggie estaban nerviosas por su primer día como profesoras, ambas eran exigentes con su trabajo, y no era extraño que estuvieran ansiosas por su nuevo lugar en el instituto.

Las hermanas Danvers fueron las primeras en llegar. Alex no estaba dispuesta a llegar ni un minuto tarde a su trabajo, y había obligado a Kara a ser extremadamente puntual con ella. La saludó con un beso y le aseguró que se divertiría en sus nuevas clases, y se dirigió a su salón. Acomodó sus cosas y se sentó a esperar la hora de inicio de clases.

-Danvers- la voz de Maggie interrumpió sus pensamientos cuando entró al salón- sabía que serías la primera en llegar

-Ya me conoces, necesitaba tener tiempo para acomodarme

-Lo se, supongo que trajiste a Kara contigo, y también supongo que no estaba muy feliz

-Tendrá que acostumbrarse a llegar temprano, y no creo que le venga mal

-Ok, ¿Y qué tienes pensado para el primer día? ¿Qué haras?

-Bueno, pensé que sería interesante empezar con redox, ya sabes, es difícil pero...

-No me refería a eso- interrumpió la joven mirando a su amiga algo extrañada- quiero decir qué piensas hacer para la presentación

-¿Presentación?

-Si, ya sabes...que los alumnos se conozcan, tal vez un juego para contar algo sobre ellos

-Yo no tenía pensado hacer eso, ya sé que todos los profesores lo hacen, pero pensaba en lo estresante que resulta tener que presentarse ante un montón de personas desconocidas exponiendo intimidades e información personal. Me hubiera gustado evitar ese momento y pasar directamente a la clase teórica cuando estudiaba

-Wow Danvers, sabía que eras extraña pero jamás imaginé que tanto. En verdad la pasabas mal en el instituto ¿Eh?

-A veces si...¿Dices que generalmente los chicos prefieren presentarse?

-Solo digo que tal vez no tienen deseos de empezar a escucharnos hablar de química todavía. Pregúntale a tu hermana que le gustaría

-Claro, supongo que voy a hacer eso, pensaré en que le gustaría a Kara

-Muy bien, debo ir a mi salón. No te estreses tanto Danvers, solo es una clase

-Gracias, nos vemos en la cafetería

Silencios de familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora