53. Sin Alex

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-¡Kara!

Maggie gritó desde la cocina. Había tardado más de la cuenta cambiándose y preparándose y cuando volvió a ver la hora ya estaba retrasada.
Corrió a la cocina y empezó a sacar de la heladera lo que pudiera servir para el desayuno. Alex le había dicho, entre la enorme lista de cosas que tenía que hacer cuando ella se fuera, que comprara comida, pero lo había olvidado por completo.

-¡Kara ya es tarde!

Volvió a gritar mientras terminaba de poner las últimas rodajas de pan que quedaban en la tostadora.
La noche anterior había tardado más de lo que esperaba en conseguir que Kara acepte irse a dormir, estaba alterada por el viaje de Alex, era la primera vez que iba a dormir sin su hermana ni su mamá y Maggie no tuvo eso en cuenta cuando sugirió ver una película despues de cenar, asi que estaba  segura de que las pocas horas de sueño iban a complicar su día.

-Kara- entró a la habitación y la vió dormida, con la colcha de colores cubriéndola casi por encima de la cabeza- es tarde Kara, tienes que levantarte

Cuando vió que Kara ni siquiera se movió un poco, se acercó y rápidamente la destapó y la sacudió un poco

-¡Kara!

Inmediatamente ella se sentó en la cama, sus ojos tenían una expresión de pánico hasta que unos segundos después se dió cuenta de dónde estaba y quién estaba parada frente a ella

-Perdón, no quería asustarte, pero es tarde, vamos a llegar tarde si no te apuras

-Ya voy- se frotó los ojos mientras se acercaba a buscar su ropa

Después de unos minutos las dos estaban en la cocina, Maggie dejó algunos frascos de mermeladas en la mesa y le pasó un vaso de leche con chocolate a Kara, para después agarrar su taza de café y darle un gran sorbo

-Maggie...no le pusiste azúcar

-Si le puse

-Asi no la hace Alex

-Kara, es tarde, la hice igual que tu hermana. Una cuchara de chocolate, dos de azucar, la he visto hacerlo miles de veces, sólo tómalo asi podemos irnos

-Pero no es como me gusta

-Solo tómala Kara

Maggie empezaba a perder la paciencia, no era una persona que disfrutara la mañana, y menos empezar el día apurada. Estaba acostumbrada a levantarse con el tiempo justo para prepararse y tomar algo rápido antes de salir, solía comprar algo cuando llegaba al instituto o a su oficina. Alex en cambio llevaba toda su vida levantándose varias horas antes a preparar un buen desayuno, para asegurarse de tener tiempo de despertar a su hermana y desayunar juntas.

Nunca en 16 años se había retrasado, asi que siempre tenía tiempo para despertarla con suavidad. Por lo general pasaba varios minutos acariciándole el cabello hasta que empezaba a despertarse. Levantaba las persianas de la habitación un poco para dejar entrar algo de luz y dejaba que su hermana se quede unos minutos en la cama hablando con ella antes de pedirle que se levante, para darle tiempo de estar totalmente consiente.
Otras veces ponía musica en la cocina para que el sonido llegara a la habitación de Kara, algunas otras antes de ir a desayunar jugaban un rato e intentaban hacerse cosquillas en la cama.

Tenía muchas formas de despertar a Kara, pero nunca había entrado a su habitación gritando ni la había apurado para levantarse.

A la salida del instituto Kara estuvo un tiempo sentada en el borde de un pequeño cerco mientras esperaba a Lena. Maggie trabajaba en la tarde asi que iba a almorzar  con ella y después se quedaría con Dianna hasta la noche, cuando la agente volvía a casa.

Silencios de familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora