5. Lena

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Después de cepillarse los dientes y terminar de acomodarse, ambas jóvenes se acostaron sin mirarse y se mantuvieron en silencio por unos segundos. Maggie decidió romper el silencio y hacer un comentario sobre lo diferente que sería asistir a su antiguo instituto siendo profesoras. Alex giró para mirarla, la morocha hizo lo mismos y quedaron frente a frente, la sonrisa que estaba viendo era nueva para ella, nunca había visto a Alex Danvers tan real como ahora, de hecho, nunca había estado tan cerca de ella.

Sus rasgos le parecían simplemente perfectos, su rostro era fino y delicado, la piel suave y clara contrastaba con lo oscuro de su remera negra. La nariz respingada la hacía ver más hermosa y sus labios sonreían de una manera que podría hipnotizarla. Pero sus ojos fueron lo que cautivaron por completo su atención, eran profundos y dejaban ver una luz maravillosa entre toda la tristeza, eran de un color verde tan perfecto como el resto de ella, aunque a veces se veían más oscuros cuando la luz no era muy buena, o casi amarillos cuando había mucho sol, ésta era la primera vez que Maggie notaba que en realidad eran verdes.

-Nunca me había dado cuenta de que tienes ojos verdes

-Es que se ven diferentes todo el tiempo, los ojos verdes son los únicos que pueden cambiar de color, ¿lo sabías?

-Lo había leído, de verdad son hermosos

Alex sonrió agradecida por el comentario, nunca nadie le había dicho algo sobre sus ojos, porque claro, todos estaban fascinados por los ojos azules de su hermana. Se sentía bien con Maggie, por alguna razón sentía que podía ser auténtica y que ella nunca la juzgaría. Instintivamente y sin saber por qué se acercó un poco a ella, quería observarla como ella había hecho.

-Alex- La voz apagada de Kara sobresaltó a las dos jóvenes que rápidamente se sentaron en la cama

- ¿Qué pasa Kara? Pensé que estabas durmiendo

- ¿Puedo dormir con ustedes?

-No entramos las tres en la cama Kara

-Claro que sí, es grande

-Está bien Alex- dijo Maggie, podía notar que Kara estaba un poco intranquila- yo puedo dormir en el sillón

-Puedes usar mi cama- le respondió Kara con una pequeña sonrisa

-Ok, entonces intercambiamos lugares, buenas noches Alex- le brindó una sonrisa dulce antes de acercarse y darle un beso en la mejilla- buenas noches pequeña Danvers- pasó junto a Kara y con un movimiento rápido pasó la mano por su espalda suavemente.

La mañana siguiente Alex fue la primera en despertarse, Kara estaba desparramada por toda la cama y había dejado solo un pequeño espacio para su hermana. Se sentó en la cama y pasó sus manos para llevar su cabello hacía atrás, giró para ver la ventana y darse cuenta de que el día estaba soleado y hermoso.

-Buen día- Maggie se apoyó en el marco de la puerta con una sonrisa, ya estaba vestida y tenía el cabello recogido con una media cola- parece que no dormiste muy cómoda

- ¿Siempre te ves tan bien en la mañana? - contestó Alex sonriendo, sus ojos estaban un poco hinchados y tenía el pelo un poco enloquecido.

-Yo creí que tú ibas a verte mejor que yo y que ibas a despertarte con el primer rayo de sol para gritarnos a todas por no madrugar. Creo que tenía una imagen equivocada sobre ti

-Intenta dormir con mi hermana y levantarte con el primer rayo de sol- ambas sonrieron- la despierto, nos cambiamos y vamos a desayunar con tu amiga

Silencios de familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora