93. Otra visita a la doctora

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-Mis hermanas favoritas

Alex, Kara y Maggie estaban en el consultorio de la doctora terminando los saludos para centrarse en lo que las había llevado ahí.
Kara ya estaba sentada en la camilla mientras las otras dos jóvenes esperaban en las sillas frente al escritorio de la doctora.

-¿Cómo te has sentido Kara? ¿Alguna molestia?

-¿El yeso cuenta como molestia?

-Supongo que voy a aceptar que es molesto, pero te aseguro que te molestaría más no tenerlo

-¿Ya pueden sacarlo? No es que quiera ser desagradecida con él por curarme el pie, pero creo que nuestra relación va a ser mejor con un poco de distancia

La doctora sonrió con el comentario y se dirigió a un pequeño armario del que sacó una sierra electrica de tamaño pequeño. La enchufó y lo encendió para probar que funcione bien antes de acercarse de nuevo.
Colocó una toalla bajo la pierna de Kara y dos pequeñas al rededor de ella, una envolviendo los dedos de su pie y la otra arriba del yeso en la pierna.

En cuanto volvió a encender la sierra y acercarse Kara movió rápidamente la pierna lejos de ella.

-Kara, sólo es para cortar el yeso, no te voy a lastimar

-Alex- a pesar de seguir enojada porque ella quería pasar tiempo con Wynonna, ahora tenía miedo y necesitaba a su hermana

-Kar, no te va a lastimar, la doctora sabe lo que hace, no tengas miedo

-¿Qué pasa si lo hace muy profundo y me corta la pierna?

-Eso no va a pasar porque soy muy buena en esto, tranquila

-¿Te acuerdas cuando tuve un yeso en el brazo?- preguntó Alex y sonrió cuando su hermana asintió- mira ¿Ves? No hay heridas- dijo enseñándole su brazo

-Si quieres puedes cerrar los ojos Kara

-No...¿Puede hacerlo Alex?

-¿Hacer qué amor?- volvió a hablar la doctora

-Cortarlo, ella también es doctora

-Si yo lo corto no puedo darte la mano

-Maggie puede

-Ok, entonces Alex lo hará- dijo la doctora con una sonrisa antes de pasarle la sierra a Alex

Maggie se acercó en cuanto escuchó que la necesitaban y se dispuso a hacer su trabajo y en seguida estuvo sentada junto a Kara, lista para darle la mano, claro que solo era una forma de decir, porque Kara tardó menos de un segundo en moverse para abrazarla y esconderse bajo su cuello.
Maggie sonrió mientras pasaba la mano por su cabello para tranquilizarla observando cómo Alex encendía la sierra y empezaba a trabajar.

-No te muevas Kar, vas a sentir una vibración pero es normal ¿Ok? Necesito que te quedes quieta

-Maggie dile que pare- Kara apretó con fuerza las manos tirando de la remera de la mujer

-¿Te está doliendo?- preguntó ella preocupada pero solo obtuvo un movimiento de cabeza diciendole que no- sólo es ruido Kar, no pasa nada, sólo concentrate en mi voz ¿Ok?

Algunos minutos después la pierna de Kara estaba libre y la doctora y Alex estaban terminando de pasar toallas húmedas para limpiar los restos del polvo.

-Ok, vamos a ver esas heridas y si todo está bien terminamos por hoy

-Yo...quiero hacer una consulta- le dijo Alex sin dejar de acariciar el brazo de su hermana para mantenerla tranquila mientras la doctora revisaba sus heridas

Silencios de familiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora