Unas horas antes...
- ¿Y tú estás bien con eso? ¿Con haber permitido que una especie de diosa más vieja que todos nosotros en conjunto se inmiscuya en nuestras vidas, nos borre la memoria y se haga pasar por la tía de nuestra "nueva amiga hechicera súper poderosa que no sabe que es una hechicera súper poderosa y que lo único de lo que puede estar segura es de cómo se llama"? Si es que realmente se llama Lena, porque hasta donde yo puedo saber...
- Sí, Brizila. Su nombre es Lena.- Kara rodó los ojos.
La única humana capaz de creerle semejante cuestión como la que acababa de plantearle a su mejor amiga era, justamente, su mejor amiga. Luego de que la sagaz Brizila hubiese notado que su comportamiento era sumamente extraño últimamente, había tenido que soltarle la sopa. Existía de por medio, además, su deseo no menos significativo de querer sacarla de la penumbra para contar con su opinión y apoyo, que no solían ser reprimidos en rudeza o sinceridad. Kara se dio cuenta, con el paso de los días, de que era difícil ser la única vidente entre un montón de ciegos; y es que debido a la acción de Lilah, muchas dinámicas en torno a ella y a la gente que conocía ya no eran las mismas. A diario se veía forzada a reintegrarse y reajustarse al entorno, y trataba con gran esfuerzo, a veces inútil, de comprender algunas cosas que antes habían tomado sendas distintas. Vivía preocupada y en guardia, no sólo debido al completo desbarajuste, sino al temor de que los viejos males siguieran rondando Red Flower. Había permanecido cerca de Lena y trabado amistad con ella con la intención de mantenerse en el centro del movimiento de las cosas, no únicamente debido a la posibilidad de que la madre de ésta retornase, sino para mantenerla vigilada en todo sentido. Lilah se mostraba reservada acerca de sus intenciones, y Kara comenzaba a desconfiar abiertamente de sus motivos y fines por mucho que hubiese sido aliada de su manada durante tantas generaciones. Era una Fairin, después de todo, y las Fairin vivían tanto y gozaban de tan tremenda cantidad de posibilidades, que a veces los asuntos terrenales adquirían una importancia casi nula para ellas, como también podía suceder lo opuesto, que era lo que Kara temía.
Brizila ladeó la cabeza. En su rostro se notaba que se esforzaba por procesar la información.
- Diablos, Kara...- Frunció la nariz-. Esta vez sí la cagaste.
- ¿Qué?- Se asombró su amiga.
Estaban sentadas en una plaza del centro, estudiando sobre el césped que crecía bajo un árbol caído, pero no habían tocado las notas que se suponía debían repasar para el examen del día siguiente.
- Lo que oíste- Brizila se cruzó de brazos y miró alrededor, cerciorándose de que no hubiera nadie-. Esto era su elección, joder... A Marcus y a mí nos dejaste seguir adelante sin amnesia inducida ni cambio de vidas ni nada por el estilo.
- Es muy diferente...
- ¡Y un cuerno que lo es!- La morena volvió a ladear la cabeza y señaló a su amiga con un dedo acusador-. Tú crees que le hiciste un bien, ¿pero qué habría dicho ella del asunto?
- ¿Quién no querría empezar de nuevo luego de todo lo que tuvo que pasar? Su padrastro, el licántropo, Toby, Victoria, Alvin, su madre, los hechiceros... ¡Ella misma, Briz! Lilah reprimió todo eso. Ya no siente dolor, angustia o miedo... Es libre.
- Está vacía- Brizila resopló y miró a Kara intensamente-. Escucha, querida, los humanos somos lo que el mundo hace de nosotros... Tenemos ambiciones, sueños, temores... Luchamos, nos fortalecemos y crecemos con todo aquello que es lo suficientemente significativo como para atravesarnos el alma. Esa chica...- se mordió el labio-. A Lena le falta algo. Chispa, quizás... Un sentido en la vida. La has traído a nuestro grupo, hemos hablado con ella. Tú también lo has notado, y más si conociste su versión anterior. Creí que solo era aburrida, pero ahora que me dices todo esto...
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El lado oscuro de la luna- Supercorp
Fanfiction" - (...) Es a los monstruos a quienes temo. Kara sonrió de lado y se cruzó de brazos, mirando la luna nueva ausentemente. - No es a los monstruos que tienes en mente a quienes debes temer- dijo-. Quizás fueron temibles antes, pero...