Capítulo 17

1.1K 159 6
                                    

Los recuerdos a los que Lena accedió dieron paso a muchas revelaciones y entendimientos que pusieron a la joven en un estado de absoluta alarma, si bien no recuperó todo de un solo chinchón, sino  muy lentamente y en fragmentos inconclusos. Contaba, por primera vez al parecer en lo que podía ser estimado como una eternidad, con gran parte de la información de sus vidas pasadas, y eso era mucho, pero mucho que procesar. Tenía conciencia de sus poderes, y de cada una de sus presencias reencarnadas en cada variación que hubo de ellas. Ahora mismo, era cada una de esas jóvenes y todas a la misma vez. Sus padres, el número de sus hermanos, la gente de su comunidad y todo cuando había conocido en cada ocasión, variaba sin excepción, claro, sin ser por Kara y Lilah. Pero esta última nunca había reencarnado.

Tras su apertura de ojos, las dos jóvenes, aún indeciblemente afectadas, bajaron a la sala, donde la Fairin las esperaba fumando su vieja pipa sin aparente agitación hacia lo que ambas sabían que ya había descubierto.

-          Así que... lo saben- Soltó Lilah junto con una buena nube de humo multicolor.

Kara se colocó delante de Lena y sacó sus garras, si bien ahora sabía con certeza que la joven no necesitaba su protección.

-          Nos engañaste. Todo este tiempo supiste quiénes éramos. Nos vimos cada una de esas veces... Fuiste la consejera de mis manadas. Mi mano derecha cuando fui alfa. Siempre nuestra aliada... ¿por qué maquinaste esta traición?

Lilah sonrió despreocupada.

-          Así que le devolvió la memoria a tu alma ¿eh?- Sacudió la cabeza y miró a Lena-. Eso es más de lo que podías hacer esta mañana... Y más una venganza que un obsequio, si se me permite opinar...

-          ¿Por qué, Lilah?- Insistió Lena-. Fuiste mi amiga también...

La Fairin soltó un suspiro y rodó los ojos.

-          Dejen ese asombrado abatimiento a un lado, niñas. Si me conocen desde siempre, no pueden darse el lujo de sacar conclusiones tan precipitadas.- Dio otra calada a su pipa-. Tu abuela es la causante de esto, Kara. Y bueno, supongo que mis hipótesis también tuvieron su parte...

Las otras dos jóvenes intercambiaron una mirada.

-          ¿Mi abuela?- Se extrañó Kara.

-          Sí, la vieja loba. Cuando naciste y yo le revelé quién eras, quiso por todos sus medios salvarte de tu destino. Tú fuiste la alfa de su bisabuela, solo que en aquel momento tu nombre era distinto. Merin, creo que era ese. También te conocí; tenías una pinta un poco más intimidante que ahora, pero supongo que te la habían dado las guerras de ese siglo y..., bueno- miró a Lena-. Otras pérdidas relevantes.

-          Pero...- Lena frunció las cejas-. Ese nombre no me suena... ¿es que no la conocí en esa versión?

-          La has conocido en todas sus versiones- rectificó Lilah-. Es parte de su maldición; el sello de sus destinos. Lo que sucede es que tu memoria está vinculada al presente; es la memoria de tu alma. Por eso, aunque sus nombres hayan variado en cada ocasión, seguirán oyendo en sus recuerdos los que les dieron en esta vida.

-          Y esa maldición...- intervino Kara- ¿sabes quién nos la lanzó?

Lilah la contempló con asombro.

-          ¿Ustedes no?- tras la respuesta negativa de las otras, adoptó un aire de interés-. Entonces su memoria no está completa...

-          No- concordó Lena-. También lo había notado... Aunque me concentre, no puedo recordar mi primera vida, y tampoco sé si la segunda o la tercera... Según tengo entendido, aunque podría equivocarme, es la primera vez que nosotras... Sabemos lo que sabemos.

El lado oscuro de la luna- SupercorpDonde viven las historias. Descúbrelo ahora