- Así que... Lena- Briz se aclaró la garganta-; estuviste dos veces en el momento y lugar equivocados y sobreviviste para contarlo. Es bastante curioso.
Estaban los cuatro sentados en el living de la cabaña de Kara, a merced de la brisa helada que ingresaba por la ventana abierta. Lena se sentía más tranquila ahora que la conversación había avanzado y la distancia y la compañía la habían alejado un poco de su pesadilla, tanto de la de la vida real como de la acontecida en sueños, que no recordaba con precisión.
- Aún no lo entiendo- Convino, pensativa-. Y creo que es algo injusto para el resto de los que perdieron la vida por mano de la bestia- miró a Brizila-. O licántropo. De nuevo, ¿qué es un licántropo?
- Es un ser humano con una enfermedad inducida por la luna, claro, con ayuda de un poco de Abracadabra.- Explicó Brizila, haciendo una pantomima con los dedos-. Tenemos la teoría de que ni siquiera él mismo sabe qué sucede durante sus transformaciones, pero podríamos estar errados. Podría ser cosa suya tanto como de la persona que lo hechizó.
- ¿Una persona que lo hechizó?- Se extrañó Lena. Había sido demasiado para una sola noche, o para un solo año-. ¿Una bruja?
Brizila frunció los labios.
- Siempre se difama a las pobres brujas, desde tiempos inmemoriales, cuando de seguro solo son un puñado de mujercitas que juegan con plantas en el bosque. No, querida, hablamos de un hechicero oscuro. Aparentemente tan malo como suena su nombre.
Lena frunció el ceño, devaluando, al parecer, si acaso los otros jóvenes le tomaban el pelo. Parecían bastante serios con respecto a aquello de lo que hablaban, y el folder de Brizila, que había traído desde su camioneta hacía un rato, era bastante grueso y elaborado como para que alguien se hubiese tomado la molestia de armarlo solo para hacer una broma de mal gusto.
- Sí, parece demasiado- dijo Briz, haciendo que Lena levantase la mirada-. Pero es solo el inicio, querida. Estas cosas suceden a nuestro alrededor desde siempre, pero los humanos somos demasiado egocéntricos y ciegos como para percibirlas o creer en ellas. Hay que mantener la mente abierta.
- ¿Y ustedes cómo se metieron en esto?- Inquirió la morena-. Digo, a mí me pasó lo que me pasó. Por eso no pongo en duda la posibilidad de que puedan tener la razón. ¿Pero y ustedes? ¿Es que pasaron por lo mismo, o por algo parecido? ¿Han visto a la bestia, o a los lobos?
Hubo un intervalo de silencio durante el cual los otros tres se miraron entre sí, como si buscasen una respuesta conveniente. Al final, Kara abrió la boca.
- Sí. Todos nos cruzamos con él la noche de la fiesta- aseguró-. Por suerte, la luna ya se había escondido para cuando lo vimos. Sin luna, no hay lobo.
Lena torció el gesto y la contempló directamente.
- Me lo dijiste esa noche, cuando me encontraste. Dijiste que estaba a salvo porque la luna se había ido. ¿Cómo lo supiste, si fue la primera vez que te encontraste con él?
- Las historias de mis abuelos- respondió Kara rápidamente-. De niña me hablaron de los licántropos y de los hechiceros, entre otras cosas. Ellos nos dieron varias de las respuestas que contiene el folder.
- ¿Y los lobos?- Inquirió Lena-. ¿También son criaturas... mágicas? ¿Por qué uno de ellos me ayudó? ¿También los han visto?
Kara se encogió de hombros.
- Este bosque es el hogar de muchos animales. He oído algunos aullidos durante la noche. Puede que haya algunas manadas.
- Pero no eran lobos cualesquiera. Ya se los dije; uno de ellos se quedó conmigo y me defendió.
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El lado oscuro de la luna- Supercorp
Fanfic" - (...) Es a los monstruos a quienes temo. Kara sonrió de lado y se cruzó de brazos, mirando la luna nueva ausentemente. - No es a los monstruos que tienes en mente a quienes debes temer- dijo-. Quizás fueron temibles antes, pero...