XXXI • Pensares y confusiones

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-¡Ah, por fin puedo respirar aire fresco! -Exclamó Matías al salir del vehículo.

¿Aire fresco?... Pero si el aire apestaba a caca dado a que se hallaban estacionados junto a una granja. El sonido que emitían los animes era demasiado claro para él. 

Entre tanto exaltado estudiante, se hallaba él, un chico de buena familia, un joven noble reconocido por su apellido histórico, preguntándose qué hacía allí, en cómo las cosas habían podido suceder de semejante modo, y pars colmo su padre seguía sin dar señales de vida, nadie sabía de él. Aunque sí había habido cambios en su vida.  Su madre ya había hablado sobre mudarse a otro apartamento, dejando de ser de ese modo una carga para Emma, pero ésta había insistido en que se quedaran, añadiendo también lo feliz que se sentía por tenerlos allí. 

-Emma, ya es suficiente -Dijo la mujer de la familia con voz autoritaria, viendo con cierta rigidez a su antigua empleada. 

-¿Eh? -Emma se mostró confusa -No entiendo a qué...

-Claro que entiende.

En aquella conversación también estaban involucrados Léon y Aimeé, quienes se mantenían apenas como meros testigos.

Léon arrugó ligeramente el entrecejo cuando su madre se paró frente a él, ante el semblante dolido que Emma le dirigía. 

-Emma, Léon, mi hijo, no es ni nunca será para usted.

Ella bajó la mirada, sintiendo de nuevo aquella espina clavada en su corazón.  Sabía que así eran las cosas, y lo había aceptado, en serio sabía que no era la adecuada para Léon, era imposible, pero... En su interior, existía una Emma que se oponía, que creía en que sí existía una oportunidad, que Léon estaba destinado a ella.

-No, Señora Lucy, yo no...

-Emma, sé que le hiciste algo a mi hijo, he podido notar en ambos un cambio de actitud. 

Léon no pudo decir nada cuando su madre posó en él su mirada. No quería hablar sobre aquella incómoda situación, no quería que la mujer perdiera la confianza en su antigua empleada, porque aún después estimaba a Emma y no deseaba que el lazo que mantenía con su familia que quebrara.

-Así es -Aimeé avanzó, parándose junto a su madre -Yo también lo noté.

Léon se pasó la mano por el cabello al percibir otra mirada sobre su persona, señal que afirmó más lo que ambas mujeres habían deducido.

-Así es... Así es... Yo, lo lamento tanto... Señora Lucy, yo jamás quise...

Lucy ya no parecía la misma mujer amable que con tanto cariño la había tratado antaño. Ésta ahora le veía con cierto desprecio, con todo el peso de la decepción, de la traición que ella había aplicado al... Mansillar los labios del joven Léon...

-Hijo, ¿qué fue lo que te hizo Emma?

Léon apenas depositó sus ojos azules en los de su progenitora, con una seriedad intachable. 

-Madre, no deseo hablar sobre ello, Emma ya ha sido perdonada, así que...

-No -Lucy sembró un punto en su explicación antes de que ésta finalizara -No te permito callar. Revela de una vez lo que tanto deseas mantener oculto. 

Léon observó una vez más a aquella mujer, a aquella que tanto había cuidado de él. Recordaba sus diarias sonrisas, el afecto que le había prodigado, todo... Marchitado aquel día, bajo el sabor de sus labios, sintiéndose al instante extraño, mayormente... Decepcionado.  Sí, él también se sentía decepcionado, aunque también culpable, y era esa misma culpa la que le hizo guardar silencio.

Coleccionista de desastres [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora