Capítulo 9

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La pelea

La mirada fría de Pohl esta puerta sobre Mark,
parece como si ya lo conociera. Los miro a ambos y veo que el resentimiento es mutuo. ¿Qué habrá pasado entre estos dos?

—¿Ustedes se conocen? —pregunto, pero ninguno me contesta, así que sigo mi camino y adelantó en la fila del almuerzo para dejar atrás a ese par de tontos.

Pago mi comida y me dirijo a la mesa en donde se encuentran Axel, Jane y lamentablemente el
Loco. Los saludo y me dispongo a comer en silencio. No quiero voltear a ver a los dos chicos que deje atrás en la fila. Parece que se caen mal. Ahora entiendo porque Mark hablaba con tanto resentimiento sobre Pohl. Ellos ya se conocen.

—No me esperaste para invitarte el almuerzo, ¿Porqué no te has sentado en nuestra mesa de siempre?— Me dice Pohl, su tono es calmado y ahora se me dificulta descifrar su estado de ánimo luego de lo qué pasó en la fila.

—Tengo mucha hambre y te vi ocupado allá atrás con Mark.

—¿Así se llama el tipo de la chamarra de cuero? No sabía que fuera tu amigo. Nunca te había visto hablando con él.

—La verdad nunca habíamos hablado en la vida; pero el sábado estaba aburrida y me invitaron a una fiesta en su casa y pues... ahí nos conocimos y salimos todo el fin de semana.

Pohl alza las cejas sorprendido y luego tuerce los labios en una mueca que lo hace ver molesto.

—Pues siento mucho que por culpa de mi ausencia tuvieras que pasar al lado de tan molesta compañía. —Me dice.

Es un hecho. Entre Pohl y Mark ha pasado algo y voy averiguar qué es. No pueden ser mis amigos y caerse mal, porque que simplemente no voy a elegir entre uno y otro. Apenas nos conocemos y ya me están complicando la vida.

—¿Qué te pasa con Mark? Ni siquiera sabias su nombre y ya te caía mal. Y lamento corregirte en cuando a pasar un pésimo fin de semana a su lado, porque déjame decirte que fue todo lo contrario.

Pohl suelta una pequeña risa burlona y murmura cosas tan bajo que no logro entender. Y para poner más tenso el ambiente; Mike, el Loco cambia de puesto y se sienta a mi lado pasando un brazo por mis hombros mientras sonríe.

—Cachorrita, me tienes muy sentido, no me llamaste en todo el fin de semana. Supongo que estabas molesta por haberte besado de esa forma tan personal en público. Con el beso que me diste primero me hubiera conformado; pero me volviste loco y no pude contenerme. Además eso que hiciste después con mis bolas no tiene nombre. Y para castigarme me cambias por Mark. Yo también puedo ser Rockero si eso es lo que te gusta bebe.

¡Hay hijo de sus mil pu...entes!! Me muero a pausas. Pohl ha soltado los cubiertos y ha arrastrado mi silla para alejarme de Mike y ahora mismo me está encarando.

—¿Qué haz hecho qué? ¡Te besaste con este baboso y luego le hiciste no se que cosa en las bolas. Para variar él dice que estás con Mark! Todo eso pasó justo el fin de semana en que Frank y yo no estuvimos contigo. ¿Quién eres y que haz hecho con mi amiga?

Si, todo eso pasó en un fin de semana; Pero en sus labios suena como la versión remix de una canción. Es la misma pero diferente.

No sé qué decirle por lo apenada que me siento y solo me limito a voltearme para gritarle a Mike que se vaya y me deje en paz.

Estoy a punto de decirle a Pohl que salgamos de la cafetería, para que pueda aclararle bien las cosas; Pero en ese momento una chica rubia de piel bronceada y cuerpo de infarto se acerca a él
para saludarlo.

Ruptura del Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora