Capítulo 18

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Inesperado

Estoy sola en mi habitación, Mark se fue hace dos horas a petición mía. Le dije que mi madre y mi hermano no tardaban en llegar y no estaba mintiendo. Además yo quería estar sola, ayer después de darnos un baño y comer algo simplemente nos dedicamos a ver una película, luego de eso nos quedamos dormidos. No hubo más reproches de su parte, ni tampoco muestras de cariño. Es más que obvio que aún se encontraba procesando todo lo que había pasado.

Las palabras de mi amiga vuelven a repetirse en mi cabeza: "Muchas estarían felices de consolarlo". Todas menos yo que soy una ingrata que no valora el tesoro de novio que tiene. ¡Tonta Vania! En mal momento me vine a clavar de un zorro como Pohl.

Lo que no entiendo es porque Mark no me confesó antes sus sentimientos; Porque espero tanto y porque le pidió a Alisha que fuera su novia y no a mi. Solo nombrarla hace que se me revuelvan las tripas.

Escucho que la puerta de la sala se abre y el sonido de voces comienzan a ser más fuerte a medida que entran, seguro es mi madre o mi hermano.

Bajo para recibirlos y al llegar mis ojos se concentran en el individuo que acompaña a mi madre. El me mira y sonríe con amabilidad, es bajito, pelo canoso y rizado. ¡Dios mío, otro!

—Hija, ven acá que quiero presentarte a Raúl, lo conocí en mi viaje y hemos congeniado mucho —si ya me imagino—. Él es odontólogo y se moría de ganas por conocerlos. ¿Dónde está tu hermano?

—Mucho gusto niña, mi nombre es Raúl Mendoza y soy amigo de tu mamá. Soy mexicano y estoy de vacaciones acá en Los Ángeles.

Increible, no puedo creerlo, solo ha pasado un par de meses y ya trae a casa al nuevo en turno. El fulano se mira amistoso, es mucho mayor que sus novios anteriores. Sinceramente no tengo cabeza para esto, ya tengo suficientes problemas para preocuparme por el nuevo romance de mi madre.

—Mucho gusto —contesto—,Vania Levi.

—El gusto es mío. Susan que linda está tu hija, un poco flaca; Todo lo contrario a ti güerita.

¡¿Qué ha dicho el viejito?!

—Hay si papi, mis hijos se parecen a su padre de la cabeza a los pies.

Y era verdad, mi madre
poseía un cuerpo de modelo de los años 50's, piernas divinas, curvas bien marcadas por todos lados y para completar tenía una pechugotas triple "C".

En cambio yo soy más de un tipo de belleza fina, no exótica, como Alisha... Karla, Vanesa, incluso Jane. Definitivamente yo llegué tarde a la repartición de curvas. Todo el tiempo me dicen que soy bonita y que lo que más les gusta de mi físico son: Mi cabello y mi sonrisa pero del cuello para abajo... quizá los pies. En eso somos iguales mi madre y yo, ambas somos talla 6. Definitivamente soy una chica mágica. "Nada por aquí, nada por allá".

La puerta se abre y los tres volvemos a ver a mi hermano que viene entrando con cara de zombie, Yogui apesta a cigarro.

—¡Hola hijito! —¡Seeee! A pesar de todo él es el consentido de mamá, todo lo que él le pide, ella se lo da. A él no lo golpea y a la hora de regañarlo, ella lo hace con miedo.

—¿Dónde andabas? —Pregunta mi madre.

—En un concierto con los chicos del equipo. ¿Y esté señor es?

Ruptura del Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora