Capítulo 17

1.5K 177 55
                                    

Con el corazón roto.

La sensación de tener el corazón roto, por alguien más que no sea mi mamá, era una nueva experiencia para mi. Cuando rompí con mi primer novio no se sintió así. Lo más irónico de todo era que Pohl y yo ni siquiera fuimos novios, solo nos besamos dos veces y compartimos una extraña amistad.

Entonces, ¿Porqué todos mis sentimientos por él eran tan intensos? Yo quería algo que no podía tener, a pesar de que me hacía daño y eso me convertiría en una persona que se auto destruye a sí misma, mi alma estaba acostumbrada a ser lastimada y si no era así no podía sentirme a gusto. Es como si el dolor que me causaban las personas a mi alrededor se había convertido en mi habitad  natural. El dolor que Pohl causo en todo momento, era como el aire que necesitaba para respirar, cuando él se fue me sentí morir. Yo reconocía porque sentía esa opresión en mi pecho, se debía a la soledad y el desprecio. Mi cuerpo y mi alma simplemente se habían acostumbrado a sentirlos.

Cuando rompí con Alex, mi primer amor, dolió. Pero esto era totalmente diferente. Incluso empujada por el dolor, me entregue a alguien más con la esperanza de superar lo que sentía por Aiden; Pero ha sido todo un fracasó. Justo ahora siento como si una piedra muy pesada me estuviera asfixiando, la sentía presionando mi espalda y esto no estaba bien. Por muy lindo que sea Mark conmigo, simplemente no merece que lo tome de repuesto. Él es un chico que merece ocupar el
primer lugar en el corazón de alguien; Pero dicen por ahí que en el corazón no se manda y el mío era un corazón masoquista ó idiota, que es lo más seguro.

Tenía que hablar con Mark, yo no tengo nada que ofrecerle en este momento. Primero yo debía de sanar mi pobre corazón roto. Pero por otro lado, mi parte egoísta se negaba a dejarlo, quería que Mark sanara mis heridas y por eso fue que decidí entregarme a él. Todo lo que el me brindaba era nuevo, hermoso y sincero, necesitaba saber que se siente ser amada de verdad.

«Mejor consigo un cachorro»

Escucho como él toca suavemente a mi puerta y mi corazón late desbocado, aún no estoy lista para enfrentarlo. Sabía que él había escuchado nuestra loca confesión de amor, una confesión llena de reclamos, porque era la verdad. ¿Qué sabíamos Pohl y yo sobre el amor?

Ahora, Mark conocía los sentimientos rotos de cada uno. Sentimientos que mantuvimos ocultos de todos. Incluso de nosotros mismos.

Mark entra con la taza de té entre sus manos, él me mira solo por unos segundos, luego gira su rostro hacia mi mesa de noche, da unos pasos hasta ahí, para depositar encima la taza.

—¿Quieres que te ayude con las compresas de té? —Me preguntó un poco serio.

—No, gracias. La verdad es que prefiero bebérmelo, ya me siento mejor; Parece que con los analgésicos tengo suficiente.

No me contesta nada y entonces se lo que viene a continuación. Él se quita los zapatos con la punta del pie y luego se acuesta a mi lado.

—Si ya te sientes mejor y no te importa, me gustaría dormir un poco, me siento muy cansado.

¡Eso sí que no me lo esperaba! Yo pensé que me pediría explicaciones e incluso estaba preparada para escuchar sus reclamos; pero él justo ahora se encuentra de espaldas acostado y dispuesto a dormir.

Nos quedamos en la cama, uno al lado del otro, sin decirnos nada, sin abrazarnos, sin mirarnos. Estoy a punto de gritar por la ansiedad que su silencio me esta provocando. Luego de un tiempo escucho que su respiración es más lenta y se que en verdad Mark esta dormido. Aprovecho ese momento para tomar el teléfono de mi mesa de noche y salir del cuarto. Lo último que podía hacer era dormir.

Ruptura del Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora