Capítulo 20

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Sumando Rupturas
sanando heridas

—¿Ya te llamó? —Me pregunta Frank.

—Quedamos de hablar más tarde, luego que termine el cumpleaños de Mark. Él quiere los detalles del mundo perfecto Fisher.

Estoy parada frente al espejo preparándome para el cumpleaños de Mark. Hoy conoceré a sus padres y no estoy para nada entusiasmada.

Hace dos semanas que mi bello poeta se fue para Alaska y todas las noches hablamos hasta quedarnos dormidos con el teléfono en la cara. Menos los viernes y sábados que me llama antes de irse de fiesta o seguramente con alguna fulana.

No tocamos esos temas, ni él quiere saber detalles sobre mi novio y bueno a mí tampoco me interesa con quien está enrollándose. Yo sigo siendo la novia de Mark y es un tema que Pohl rara vez toca. Como ayer que me dijo que me llamaría a la hora de siempre y luego tuve que decirle que lo dejaríamos para más noche, porque yo tenía una invitación para celebrar el cumpleaños de mi novio en casa de sus padres y la pandilla Poodle.

"Quiero los detalles" me había dicho. Al principio me sorprendió, pero luego entendí que solo tenía curiosidad por el perfecto mundo de los Fisher.

—¿Cómo me veo? Le pregunto a Frank.

—Estreñida. Por favor Vania, te arreglas más para ir a la escuela.

—No quiero ir.

—Hazlo por Mark. Él en verdad te ama, nadie deja pasar todas las cosas que tú le haz hecho, se hace el maje cuando Pohl te llama o te ve llorar por él. Yo la verdad ya te hubiera cortado amiga.

—Vale, me voy a cambiar.

No es por Mark que estoy desanimada, es porque no tengo ganas de conocer a la dichosa hermanita que se enredó con Aiden. En tal caso, debo esmerarme en mi apariencia.

Así que pongo mucho empeño en arreglarme de pies a cabeza. Es una fiesta parecida a la que fui, justo el día que lo conocí. La mayoría de chicos del salón estarán ahí ya que mañana es 31 de octubre y muchos van a ir disfrazados.

Yo no quiero ir así y me decido por un vestido blanco, corto con vuelo y un amplio escote en la espalda. Combino con sandalias altas color plateado y opto por llevar mi cabello suelto.

Frank está esperando en la cocina mientras come algo que Marina preparo para cenar.

—¡A eso me refería amiga! Ahora sí. Ya no me dará pena llegar a la fiesta contigo.

—Tarado, no puedo decir lo mismo. ¿Quién se pone pantalones verde militar y camiseta roja?

—¿Qué tiene? Este día se vale ir como uno quiera —contesta.

—Entonces me hubiera quedado con mi suéter y mis jeans favoritos.

—Es diferente, tú vas al cumpleaños de tu novio a conocer a tus suegros. Deja que Mark te presuma.

Ruedo los ojos por el comentario, en este momento quisiera ir a otro lugar. No me cuesta hablar con los padres de mis amigos, soy la chica que puede llevar una conversación con extraños en la fila de las hamburguesas. Pero es la primera vez que voy a conocer a la familia de mi novio y eso me pone nerviosa.

Llegamos y nos sorprende ver la cantidad de gente que hay. Es un caos encontrar parqueo. La fiesta está a reventar, esto es más que el salón de clases. Seguramente hay familiares y amigo de otras partes.

Entramos y comienzo a buscar a mi novio, está tan lleno que varios chicos me han golpeado con sus codos mientras bailan. Me han tirado el regalo de Mark como tres veces, gracias a Dios Frank se encarga de levantarlo porque acá no me atrevería a agacharme a buscarlo, seguramente ya me habrían tocado el trasero.

—¡¡Peluchitaaaa!!

«No, no, no, no. ¿Por qué a mi?»

Miro como el Loco corre hacia mí, esquivando gente y yo me apresuro a darle el regalo a Frank, para hacerme un moño con la bandita de pelo negra que siempre ando en mi muñeca.

—¡Alto ahí peluchita! Nada de eso. Te sueltas el pelo ya!

Lo saludo con la mano y luego paso de largo para seguir buscando a Mark. Escucho como Mike jadea al ver el escote de mi espalda y ruedo los ojos cuando escucho un silbido tipo albañil que proviene de él.

—Solo por eso te perdono amor. Ahora te prohíbo soltarte el pelo. Vengache, vamos a bailar.

—¡Baboso, aleja tus manotas pervertidas de mí, déjame buscar a mi novio!

Doy dos pasos y se adelante para ponerse de nuevo frente a mí. Frank lo empuja y Mike sonríe porque ni siquiera pudo moverlo de su sitio.

—Peluchita, no te preocupes por tu novio. Él está bailando con Alisha desde hace más de una hora. Está tan distraído que puedes serle infiel con este monumento. ¿Qué te parece? ¡Todo esto, es todo tuyo por esta noche mamasita!

Lo último lo dice acariciando su cuerpo. Yo desde que dijo Alisha deje de sentir el suelo en mis pies. Me abro paso y lo empujo furiosa, Frank coloca sus manos en mis hombros y trata de detenerme. Yo me safo como puedo y sigo buscando a Mark.

No logro encontrarlo ni en la pista ni en la piscina. Un mal presentimiento se apodera de mí, por instinto me regreso y me voy directo a la segunda planta para ir a su habitación. Llego arriba y acá todo es silencio, seguro sus padres están abajo atendiendo a los invitados y quizá por eso no los vi.

Cuando estoy llegando a la puerta mis piernas tiemblan y siento que me mareo por lo rápido que late mi corazón. Estoy a punto de abrir cuando escucho la vos de una chica. No sé como es la voz de Alisha, pero cuando escucho la de Mark estoy segura de que está con ella.

Agarro impulso y abro sin tocar esperando encontrar lo peor. Entro y ellos inmediatamente voltean a verme. Ella tiene sus brazos alrededor del cuello de mi novio y su cara está llena de lágrimas y mocos. Mark se pone pálido e inmediatamente se suelta del agarre de ella.

—Hola —le digo con mucha naturalidad.

Él se acerca a mi y busca darme un beso en los labios. Sinceramente quiero voltear la cara, no me apetece que me bese luego de que quizá la ha besado a ella, pero como sé que quiero joderla recibo el beso de mi novio y lo prolongo por un largo tiempo mientras le aprieto las nalgas. Luego me separo y volteo a verla.

—Te estaba buscando para darte tu regalo. —Mark mira el regalo en mi mano y lo toma.

—Gracias. —me dice, y antes que diga algo yo lo interrumpo.

—No me refería a este regalo. Yo hablaba de otro tipo de regalo.

Lo último lo digo sugestivamente y veo que pasa saliva con dificultad. Sé que soy una perra porque desde que estuvimos juntos la primera vez no hemos tenido una segunda. Así que sin importarme que ella esta aquí, me doy la vuelta para dejar el regalo en su escritorio y lo hago adrede para darle a mi novio una vista de mi espalda descubierta hasta la cintura. Luego camino directo a la cama para sentarme y comenzar a quitar mis zapatos.

Su ex me fulmina con la mirada y siento que en cualquier momento se me va a venir encima.

—¿Te importa? —Le digo señalando la puerta— Mi novio y yo queremos estar solos. Las visitas mejor en el jardín o a la sala.

Escucho como Mark carraspea su garganta y estoy feliz que en ningún momento se haya metido para detenerme. A estas alturas sabe bien que estoy marcando terreno.

—Mark —Le dice ella con la voz rota.

—Lo siento Alisha, pero de verdad ya hablamos lo que teníamos que hablar y no quiero problemas con mi novia. Tú sabes que desde antes de que fuéramos novios, siempre quise estar con ella. Así que para que no hayan malos entendidos, aquí frente a ella, te repito lo que hace un rato te dije: Estoy muy enamorado de Vania como nunca lo he estado en la vida y quizá jamás podré amar a alguien más como yo la amo a ella. Por favor ya no te rebajes y no me arruines la fiesta ni mi relación con ella. Ahora por favor te suplico de buena forma que te vayas y que busques a mi hermana o a mi madre. Total fueron ellas quienes te invitaron.

Alisha sale corriendo del cuarto mientras llora, "¡Que dramática!" (Se parece a mí).

No paro de procesar que la madre y la hermana de Mark la invitaron a la fiesta sabiendo que yo venía por primera vez a conocerlas. Malvadas, pero a mí me vale verde, ellas son las que se complican y hacen él ridículo tratando de hacerme daño sin conocerme.

—Vania lo siento mucho, yo no sabia que ella vendría. Te juro que no pasó nada entre nosotros. Yo me estaba cambiando cuando ella entró acá con la intención de hablar conmigo y arreglar las cosas entre nosotros.

En ese momento recuerdo que Mike me dijo que él y Alisha estaban bailando allá abajo durante casi una hora y caigo en la realidad que él me está mintiendo.

—No fue así —le digo levantándome de la cama y tomando mis zapatos.

—Tu estabas abajo bailando con ella y luego por sugerencia tuya o de ella, subieron para hablar más tranquilamente o quién sabe que más.

Su mandíbula se abre exageradamente y luego trata de decir algo mientras tartamudea.

—¿Cómo lo sabes? Me dice.

—Porque tú y ella se dieron color allá abajo bailando frente a todos y me hiciste quedar como cornuda, luego que subieron a tu cuarto. Pero tranquilo, no te preocupes. Ahora ya te pusiste a mano conmigo por lo de Pohl.

Me suelto el pelo y agarro mi bolso para salir de ahí. No me interesa quedarme a escuchar mentiras o a sufrir desprecios de parte de su madre y la zorra de su hermana. El me detiene justo antes de llegar a la puerta, pero yo me salgo de su agarre.

—Vania, lo siento, yo de verdad no sé porque la traje acá arriba. Quizá por que estaba suplicándome que volviéramos a estar juntos, pero yo le dije que estaba feliz contigo.

Lo miro de pies a cabeza mientras hago un chasquido con mi lengua. Luego pienso que no me siento dolida, me siento decepcionada. Pero ni por cerca el dolor que me provocaba ver a mi sexi poeta con otras.

—No te preocupes Mark. No estoy enojada, solo un poco desilusionada. Como te dije, ya te pusiste a mano con lo que pasó con Aiden y esta bien, lo entiendo. Espero que te hayas sacado la espinita. Solo que... Pensándolo bien no estamos a mano. Para eso tendrías que estar enamorado de Alisha y no es así. Y yo no soy una mentirosa, te conté lo qué pasó entre Pohl y yo en el bosque y también te he dado muchas oportunidades para que terminemos; pero tú estás dale que insistes en que me amas y no quieres dejarme ir.

"El que me hayas mentido solo me confirma que tu amor está lleno de resentimientos hacia a mi y no es sano".

"Tu bailaste con tu ex y luego la subiste a tu cuarto y cuando entré, ella te tenía abrazado y tú no te mirabas incómodo. Sería bueno que te re plantearas regresar con ella. Yo por mi parte no tengo ganas de estar con un mentiroso. Al menos Pohl es sincero y me dice las cosas en la cara, mientras que tú mientes y no creo que puedas superar lo mío con Pohl.

—Es que tú no me la haz puesto fácil. Siempre él va a estar en medio de los dos, aunque esté a miles de kilómetros de aquí, tú no quieres olvidarlo y sinceramente ya no quiero estar así.

—Tienes razón. No tienes que hacerlo y por eso terminamos.

Salgo del cuarto y comienzo a bajar rápidamente. Cuando llego al último escalón  veo a Frank sentado esperándome. Sus ojos miran detrás de mi y sé que Mark me viene pisando los talones. Se pone de pie rápidamente y me pregunta;

—¿Nos vamos?

—Si, le digo dando un largo suspiro.

—Vania, espera amor, vamos a hablar, no podemos terminar así. Por favor, vamos arriba, tenemos que arreglar esto.

—¿Así como lo hiciste con tu ex hace un rato? No gracias. Feliz cumpleaños Fisher.

Agarro la mano de Frank y juntos nos dirigimos a la salida. Justo en ese momento aparece el padre de Mark, él me sonríe, ajeno a lo qué pasó hace un momento con su hijo.

—Vania, que gusto verte. Pero... ¿Ya te vas? Aún no conoces a mi esposa y a mi hija.

—Buenas noches señor. Si ya me voy, de repente me siento mal y mi amigo Frank me llevará a mi casa. Salude a su esposa de mi parte.

Detrás de él aparece una señora y una chica que supongo son su madre y su hermana. Ambas me miran de arriba abajo y yo hago lo mismo.

—¿Así que ella es la nueva novia de Mark? Se mira muy joven para ser de último año. Incluso mi hija se ve mayor que ella.

La señora me mira con desdén al igual que su hija. Pensé que por ser hermana de Mark sería una chica preciosa, pero para mi alegría es tan simplona como la harina. Sonrío en mis adentros viendo que yo soy mil veces más bonita y que Pohl en serio debe de haber estado sumamente borracho para meterse con esta tipa.

—Buenas noches señora. Soy Vania Levi.

—Si, ya sé quién eres, tu madre es la
mujer que lleva no sé cuántos maridos en su lista luego de divorciarse de su esposo.

Escucho como Mark le grita a su madre que se calle y al señor Fisher disculparse conmigo. Yo solo siento que Frank me abraza y eso me da fuerzas para contener mis lágrimas. Algunos de los invitados más cercanos pudieron escuchar lo que ella dijo, luego la mini bruja de la hija suelta una carcajada.

—Si Mamá, es ella. La madre lleva no se cuántos matrimonios y como cinco decenas de novios. ¿Quién sabe si ella es igual que su mamita. Dios... hoy en día cualquier gente vive entre personas decentes como nosotros.

—Querrás decir como tus padres. Porque, que yo sepa, tú no eres mejor que mi madre. Yo jamás a los 15 años me andaba levantado tipos mayores en los bares. Es más —Me dirijo a su madre—. Para su información,  Mark ha sido el primer y único chico con quien yo he estado en la vida. Si no me cree, busque en su armario una camisa que él guarda como trofeo de esa primera vez. Así que no señora, yo no soy como mi madre y creo que ella ha hecho mejor su trabajo que usted, porque yo no soy como la zorra de su hija. Con permiso.

Frank tose y dice en medio de este "brujas" y salimos dignamente de la dichosa fiesta de cumpleaños.

Mark ya no viene tras nosotros y me imagino que se ha quedado discutiendo con su familia.

No niego que me dolieron sus palabras, pero al mismo tiempo siento que me han quitado un peso de encima. Que espanto de familia, por muchas tonterías que mi madre haya hecho, a ellos no les da derecho de juzgarla. Ni mi hermano ni yo somos malas personas y no merecemos ser señalados por nadie a causa de los errores de nuestros padres.

—¿Estas bien Vania?

—Si gatito. No te preocupes, solo ha sido lo mismo de siempre.

—Vi a la ex novia de Mark bajar de su cuarto, siento mucho que todo haya terminado mal.
Esa vieja y la zorra de su hija son de lo peor. ¿Cómo pueden ser familia de Mark?

—Yo prefiero no hablar de ellos ahora. No quiero ponerme a llorar.

—Está bien —Me dice apretando los labios.

Lo dejo en su casa a pesar de que insistió en quedarse a dormir conmigo. Cuando al fin llego a la mía, salgo corriendo desesperada por entrar y subir hablar con Pohl. Tiro mis zapatos en un rincón y me saco el vestido de un tirón quedando solamente en bragas ya que el vestido no era para llevar sujetador. Entro al baño y me lavo la cara y los dientes. Luego busco una camiseta de tirantes para dormir a juego con un short y me acuesto para poder llamar a mi poeta.

Él contesta al segundo timbre, como si estuviera esperando a que yo lo llamara.

—¿Chiquita, que pronto volviste? ¿Tan aburrido estaba?

Y justo es ahí cuando mi llanto se suelta al momento de oír su voz.

Ni siquiera puedo hablar. Escucho como al otro lado de la línea Pohl me pregunta afligido qué es lo que me pasa. Luego de dos minutos de llorar desconsolada, respiro profundamente.

—Tenías razón —le digo—, no son como nosotros. Esa familia es de lo peor, si así son las familias perfectas, no gracias. Solita estoy bien.

—Vania ya no llores, estoy tan angustiado en este momento que soy capaz de agarrar un vuelo directo hasta tu casa. ¿Qué te hicieron?

—La madre y la hermana de Mark me hicieron desprecios por ser hija de padres divorciados y luego dijeron que yo era una cualquiera, igual que mi madre. Frente a todos la criticaron por haberse casado varías veces —Le dije hipando entre sollozos.

—¿Y el cabrón de tu novio?

—Terminamos y creo que él y el padre trataron de hablar con ellas; Pero yo no espere más y salí de ahí.

—Hiciste bien. Espera ¿Terminaste con Mark?

—Si, y fue lo mejor, yo no puedo estar con alguien mientras estoy enamorada de otra persona, no es justo para él. Aparte solo estaba llenando su corazón de resentimientos. Lo encontré abrazado con su ex, en su cuarto luego de que pasaron bailando juntos. ¿Sabes qué es lo peor?

—Qué te invitaron a hacer un trío?

—¡Duh! ¡Jajajajaja, alguien desayuno payaflakes esta mañana! Claro que no, me siento mal porque no sentí celos. Cuando comencé a salir con él si me sentía celosa de su ex, pero hoy que los miré juntos, solo sentí decepción.

—Entonces no vale la pena que sigas a su lado.  Vania yo siento mucho que todos ellos te lastimaran de esa manera, tú sabes que lo que ellas dice es mentira. Eres una de las chicas más decentes y sinceras que he conocido y es uno de los motivos por los que yo decidí alejarme de ti. Y con respecto a tu madre... No sabía que ella era así y por último no es problema de ellos.

—Pero yo no quiero que te alejes de mí. ¿Acaso tengo que ser una zorra como la hermana de Mark o las otras para que estés conmigo?

—¿Qué dices? Estas loca, en serio. Aparte la hermana de Mark ni me gusta, ella pasó todo el tiempo de ofrecida y ni caso le hice. Es fea...

—¡Ja, ja, ja! Eres malo. La verdad no acepto tus motivos Pohl, pero ya no voy a rogarte por una oportunidad de que seamos felices.

—Yo estoy feliz. Ya no estás con el tarado de Mark y lo que tenemos ahora me basta. No me gusta el término novios o cosas así de cursis.

—¿Estamos saliendo entonces?

—No, tú estás allá y yo acá.

—¿y...?

—Qué yo me conozco y sé que voy a fallarte con alguien más y no quiero sumar rupturas a tu corazón.

—Vale, entonces yo también puedo estar con otros y así lo dejamos.

Escucho como resopla al otro lado de la línea. Ya no quiero hablar con él, me harta que sea un cobarde. Justo cuando había conseguido hacerme olvidar el mal rato que pasé esta noche viene él y me recuerda que no somos nada. Y ese "nada",como él le llama, es justo lo que a los dos nos sostiene en este momento. Así son todas nuestras noches al teléfono. Nos contamos todo lo que hicimos en el día, nos decimos que nos extrañamos, hacemos bromas que nos divierten el uno al otro y nos mandamos fotos por correo electrónico. Y a veces esos detalles hacen que guarde la esperanza de que él será capaz de vencer sus miedos y sanar a mi lado sus heridas... ¿cuánto tiempo más vamos a esperar?

—Buenas noches Aiden —Le digo resignada.

—Te enojaste —lo dice afirmando.

—Sinceramente pienso que no vale la pena enojarse siquiera.

—¿Ves? Por eso es que yo no quiero una novia. No me gusta que me exijan ni me reclamen nada y menos complicarme la existencia.

—Está bien, ya no te la complico y por eso me voy a dormir. Gracias por ser mi pañuelo de lagrimas. Adiós.

Justo cuando voy a colgar, Mark entra por la ventana de mi cuarto, haciendo que me arrepienta por no haberla cerrado antes.

—Vete Mark, quiero dormir —Le de digo.

—Vania, por favor, te lo suplico. Escúchame.

Mark se pone de rodillas con el rostro desencajado y yo no quiero ni verlo.

—Pero yo no, y no le veo el caso. Además estoy a punto de dormir, vete. Buenas noches Pohl —le digo al teléfono y cuando voy a colgar el grita:

—¡No cuelgues, ponme en alta voz!

—¿Estas hablando con el puto ese? —me dice Mark furioso.

—Si. ¿Y...? Al menos para él no soy una zorra hija de otra zorra. ¡Ah! Y gracias por defenderme de tu mamita y de la única y original zorra de esta noche. Tu hermana. Estoy doblemente decepcionada de ti, vete con tu ex y tu preciosa familia y déjame en paz.

Mark comienza a sollozar y sigue de rodillas mientras mira hacia el suelo.

—No me voy a ir sin que me perdones mi amor.

—¡Vania pon el alta voz o esto se pondrá feo! Dice Pohl.

—Ya estás en alta voz y no grites que mi hermano no tarda en venir. No quiero peleas Aiden.

—Cuelga... —dice Mark apretando los dientes.

—¡Cállate cabrón, te dije que yo me iba con la condición que cuidarías de ella y resulta que dejaste que tu familia la hiciera mierda! De remate la humillas frente a todos bailando con tu ex novia para luego llevarla a tu cuarto. Date por muerto y vete ya de ahí, deja de joder.

—Vania, cuelga por favor —Me dice Mark.

—¡Ni mierda! Ella no cuelga hasta que yo no escuche que te haz ido de ahí. Tuviste más que yo y no lo valoraste, así que ahora te jodes.

Mark se para y me quita el teléfono de las manos. Está furioso.

—¿Más que yo cabrón? Ella te ama. Está enamorada de ti y me dices que tengo más que tú. No me hagas reír conejo follador. ¡Tú deja ya de jodernos la vida!

Inmediatamente Mark le cuelga el teléfono y luego lo desconecta.

—Vania, perdóname, me niego a perderte, todo lo que pasó hoy ha sido horrible. Eso no era lo que yo tenía pensado para nosotros en mi cumpleaños. Todo fue culpa de mi madre y mi hermana, comenzando por invitar a Alisha. Todo lo que te dijeron fue espantoso, yo discutí con mi madre y me fui de mi casa. Me voy a quedar con un amigo. Pero eso es lo que menos me importa, no me dejes por favor.

—Siento que todo haya salido mal y que discutieras con tu madre, pero no siento haber llamado zorra a tu hermana porque lo es.

Lo mejor es que terminemos, luego de esta discusión con tu familia nuestra relación es casi imposible y si a eso le sumas que tú mismo aceptas que estoy enamorada de otro, no le veo caso seguir juntos.

—Yo me encargo de mi familia y muchas veces te he dicho que si tú no me amas, con lo que siento por ti nos bastará a los dos; puedo esperar, voy a luchar todos los días para que me ames.

—¿Cómo vas a luchar, así cómo lo hiciste hoy? Dejándome en ridículo frente a todos y dejando que me humillen así a causa de mi madre.

—A mi no me importa todo lo que tu madre sea.

—Ni a mí me importa que te importe. ¿Qué sabes tú de mi vida y de mi dolor? ¿Dime Mark, cuántas veces te han golpeado al punto de querer morir por el dolor de que la persona que supuestamente debe cuidarte, te lastima? ¿Cuántas veces haz llorado porque tienes miedo de que un extraño te haga daño en tu propia casa? ¡Vete con tu vida perfecta y déjame en paz!

—Vania... Yo no sabía... Nunca hablas de tu madre y ella nunca está en tu casa, ni siquiera la conozco y creo que no quiero conocerla. No tenía idea que estabas viviendo cosas tan intensas y horribles.

—Es mejor que te vayas, mi hermano está por venir. Además tú y yo le hemos fallado a esta relación. Dime algo ¿Alisha y tu se besaron?¿Por qué la llevaste a tu cuarto?

Mark se pasa las manos por su cara y me da espalda. Yo sé que se besaron, pero quiero escuchar la verdad de sus labios. No porque sea masoquista, es más, para sentirme menos traidora por haber hecho lo mismo y quizá más...

—Si —Me dice sin mirarme a la cara.

—Bien, ahora estamos a mano. Tu sabes que entre él y yo, hubo más que un simple adiós el día que se fue, solo que yo tuve el valor de confesártelo.

—Lo sé —Me dice—. Y si yo te perdoné, es porque te amo, entonces tú haz lo mismo. Porque no puedo creer que no sientas absolutamente nada por mi. Tú no eres de las que se entrega por nada y menos cuando se trata de tu primera vez. Aún no entiendo porque fui yo y no él.

—Es verdad, te quiero; Pero ya hay demasiado dolor entre nosotros. El que hayamos besado a otras personas solo nos dice que lo que sentimos no es suficiente. Además yo no encajo en tu mundo y tú no estás preparado para él mío.

—No me voy a rendir, voy a recuperarte y a luchar por nosotros.

Su determinación me sorprende, solo puedo pensar que Pohl jamás lucharía por nosotros. Pero hoy, justo hoy, no se trata sobre ellos. Es sobre mí, y quiero paz. Quiero sanar este dolor que llevo dentro a causa de ellos dos.

—Buenas noches Mark, y de todo corazón espero que las cosas en tu casa se resuelvan, ya no discutas con tu madre, las mamás son complicadas pero debemos respetarlas y tratar de entenderlas.

—Esta bien amor, no quieres perdonarme y yo voy a darte espacio para pensar sobre nosotros, no quiero desesperarte. Solo por favor Vania, no me dejes. Alisha no significa nada para mi y perdóname por usarla para herirte, porque confieso que yo quería que te sintieras como yo me siento cuando estás con él, aunque eso es imposible porque tú lo amas y yo no siento nada por ella.

Se acerca y me da un beso en la frente para luego marcharse.

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Este capítulo se lo dedico a: Monstruo_A_Medias 😎 gracias por estar acompañándome desde el inicio de esta historia y por cada estrellita ✨ que le brindas a mis capis 😘 Yo también ame leer que amas la historia ❤️

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Yo sigo recomendando libros y escritores, así que en esta ocasión quiero invitarlos a que conozcan la obra de un escritor muy oscuro. Sus libros te ponen los pelos de punta. ¿Se animan?
Su nombre es: Mario_Alberto_Beas

Dejo aquí una de sus historias:

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Chau 😘

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