Continuar el vuelo con alas rotas
Deslizó mi mano lentamente desde su pecho hasta su mejilla bajo la atenta mirada de su madre, ella tiene la esperanza de que yo pueda conseguir que mi amigo reaccione. Pero mi gato ya no está ahí, él se fue; Quizá por un momento de tanto escuchar a su madre orar y clamar a Dios que se lo devuelva, por un pequeño momento pensé que tal vez Dios si le haría el milagro. Pero no es así, así que yo solo me levanto y busco la salida tropezando entre la gente que no para de llorar.
Cuando logro salir, camino lentamente hacia mi casa y repaso cuales fueron sus últimas palabras, pero no puedo, todo es irreal y me niego aceptar que él ya no está.
Llego a mi casa que se siente más fría y más vacía que nunca. Mi madre se quedó apoyando a la mamá de Frank.
Miro hacia mi teléfono y veo en la pantalla muchas llamadas perdidas de Adan y un número desconocido. Mi primer impulso es lo más loco que se me pudo hacer ocurrido, pero me seco las lagrimas silenciosas que no paran de salir y marco el número de Aiden Pohl Ruiz.
Cuatro tonos y nada... «¿Qué estoy haciendo?»
Cuelgo de inmediato y apago el ceclular. No quiero que él me regrese la llamada, fue un impulso de momento, pero esto no es algo que Frank querría, volver a caer en la relación tóxica que teníamos con Pohl.
Me dejo caer al suelo y me acuesto mientras sollozo en silencio, siento tanto dolor en el pecho que creo que me voy a desmayar, quiero despertar de esta pesadilla, quiero gritar, siento rabia, miedo, frío, mucho frío...
—¡¡No es verdad, tú estás dormido no estás muerto!! —Gritó en él silencio de mi habitación y al fin el llanto y los gritos llegan y son dolorosos y liberadores.
No sé cuánto tiempo ha pasado, pero lloro y lloro desconsolada hasta que siento que no tengo lágrimas y solo son más que lamentos y mi garganta quema y mi pecho se siente como si tuviera una roca encima que me impide respirar libre.
—Vania hija abre la puerta por favor, estoy preocupada por ti. Tienes que ser fuerte y apoyar a la madre de tu amigo, ya llegaron por él para realizar los trámites y entregar él cuerpo a la funeraria.
—¡Váyase!
—Vania te vas a enfermar, ábreme.
—Quiero estar sola mamá, déjeme por favor, váyase no quiero ver a nadie.
Mi madre al final se termina marchando y yo me levanto del suelo para sentarme en mi cama y así me quedo abrazando las almohadas hasta que veo como comienza amanecer.
—Este sol tan cálido que ahora brilla en este día, tú ya no lo sentiste, tu ya no lo viste gatito.
Me acuesto en mi cama sintiendo como mi cabeza va a explotar a causa de tantas emociones, el desvelo ó puede ser por el llanto, por todo, no lo sé...
—Vania te llama tu hermano, levanta el teléfono, ¿Y porqué tienes apagado el celular? Hay un joven allá abajo buscándote para ir al funeral de tu amigo. Seguro es amigo de Frank.
Mi hermano... Reacciono y levanto el teléfono, quiero decir algo, pero mi garganta duele y mis ojos arden.
—Vania... Se que me escuchas, se que no estás bien y que lo amabas muchísimo e incluso más que a mi; Pero tienes que ser fuerte y levantarte porque la vida continúa y hay que seguir el vuelo aunque sea con las alas rotas. ¿Entiendes eso? Tienes que salir de esto porque la vida no está hecha para los débiles y dejarte morir por depresión no es inteligente.
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Ruptura del Corazón
Teen FictionEn esta historia no hay un príncipe azul o un guapo Hombre lobo que te jure amor eterno. Mucho menos un sexy vampiro millonario que se enamora de ti y viven felices por siempre. Tampoco el Bad boy que solo tú amor puede convertirlo en todo un sueñ...