Capítulo 24

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Cuidando tu corazón  roto

Pohl:

Dolor...

Rabia...

Impotencia...

Amor...

Juré varias veces que saldría su vida. Es una promesa que siempre que la tengo cerca se va a la mierda.

Trato de no lastimarla mientras la tengo envuelta entre mis brazos. No quiero soltarla, cada vez que la veo, siento que me arde el pecho por la rabia que siento hacia su madre. Es una vieja demente, alcohólica, justo ahora entiendo que la supuesta caída de las gradas fue a causa de lo mismo.

¿Cómo no me di cuenta antes? No puedo dejar a Vania aquí, pero... ¿Qué debo hacer por ella, llevármela lejos?

Se remueve entre mis brazos y se queja aún estando dormida. Peter le puso un suero intravenoso y logró desaparecer los coágulos de sangre. Aún no puede abrir sus ojos y espero que con los medicamentos y el hielo pueda mejorar.

Una lagrima mía cae sobre su rostro y ella hace un gesto de molestia, pero sé que no despertará porque Peter le dio calmantes para sedarla, así ella sufrirá menos.

Hoy es su cumpleaños y quise pasar a saludarla. ¡Vaya cumpleaños de mierda! Yo esperando encontrarla molesta por la discusión que tuvimos hace un mes y lo que menos espere fue encontrar la peor escena de mi vida. Ella y su hermano deben denunciar esto. ¿No entiendo porqué no lo hacen? Incluso yo estoy tentado hacerlo.

Mi padre quiere que viaje a Europa para ir a la
Universidad. Dice que estar lejos de casa formará mi carácter para poder estar al frente de la empresa. Quizá pueda llevarla conmigo.

El celular de ella suena y antes de que la incomode contesto.

—¿Diga?

—¿Quién habla?

—Yo, ¿Y tú eres?

—Soy Mark Fisher, novio de la dueña de ese celular.

«¡Ahhh! Cabrón, te voy hacer mierda!

—Hola imbécil, ¿Qué se te ofrece?

—¡Hijo de puta!

—Mi madre no es puta, ¿Y la tuya? Bueno, alguien debe de haber salido la zorra de tu hermana.

—¡¿Dónde está Vania?!

—¿Quieres la verdad o quieres que te mienta?

—¡Te voy a matar Aiden! Pásame a mi novia.

—Yo no sé quién es tu novia, porque Vania no lo es. Si hablas de la Zorra  de Sara no está aquí, te equivocaste de número.

El desgraciado se ha quedado sin palabras. Es una basura, un hipócrita, ¿cómo se atreve a decir que ama a Vania y se revuelca con la peor. Ni siquiera yo tendría valor de volver a caer con esa perra sucia y barata. Sara lo puso en mis manos el día que me llamo para contarme todo. La muy zorra quería que a cambio volviera a follarla, le dije que no estaba interesado en perder la polla metiéndola en esa fosa séptica que tiene por coño. Ni siquiera yo que soy tan mujeriego podría estar con alguien tan asqueroso luego de conocerla. Mark está frito.

Ruptura del Corazón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora