Ruptura del Corazón

Capítulo 25

Ciber amor y Graduación

—¡Quiero ver tetas!

—Buenos días para ti también Aiden.

—No los son, si no me las muestras.

—Pues que yo recuerde nunca te las he mostrado.

—No. Pero ya las vi. Así que... No me hagas esperar.

—Estoy en la biblioteca, rodeada de estudiantes, pero si tú insistes...

Comienzo a desabrochar mi sostén y veo cómo él se pone cómodo al otro lado del monitor. La verdad es que no hay nadie aquí y yo quiero seguirle el juego. No pienso mostrarle nada estando aquí en la escuela, solo tengo curiosidad de ver hasta dónde está dispuesto a llegar dejando que me despojé de mi ropa, mientras estoy la biblioteca.

Me saco el sostén por una de las mangas de mi camiseta y él se acerca a la pantalla sonriendo con ese pícaro gesto que tanto adoro. Le muestro mi sostén y luego lo guardo en la mochila, llevo solo una camiseta color blanco de un grupo de Rock llamado Nirvana y unos jeans rasgados color negro.

—¡Vamos niña, quiero más! —se relame los labios y luego sonríe—. Estoy aquí para jugar, y tú te verías tan bien sin esa ropa encima.

Me pongo de pie frente al monitor y veo a los lados antes de desabrochar mis jeans. Su mirada está cargada de deseo y justo ahora él me está afectando. Estoy decidida a complacer su fantasía. Fijo mi mirada frente a la pantalla y le lanzó un beso antes de comenzar a bajar el zipper y cuando voy a bajarlo del todo, alguien carraspea la garganta.

—¡Señorita Levi. A coordinación!

¡Miércoles! Apago el monitor y solo alcanzó a ver qué Aiden está sonriendo. "Me las va a pagar amorcito"

Guardo todo y me levanto para seguir al profesor de física hacia coordinación. Estoy nerviosa porque en dos meses voy a graduarme, esto será un bache en mi camino.

"Piensa Vania." Llego ante el coordinador de disciplina y me mira extrañado. Jamás he tenido problemas de conducta así que debe de estarse preguntando, qué hice para estar en esta situación.

—¡¿Vania, qué haces aquí?! —Me pregunta muy sorprendido. El coordinador Dugés es un francés de 26 años que vino a la escuela apenas hace dos años. Él es un bombón francés de ojos verde esmeralda con cabello negro. Tiene un cuerpo atlético y ahora entiendo porque la mayoría de las chicas están todo el tiempo metiendose en problemas.
"Mañana tendré que hacer una guerra de comida en la cafetería."
Pensaba en poder escapar de esta situación, pero pensándolo bien me declararé culpable. Un hombre como él debería de llevar una advertencia de peligro estampada en el pecho.

—La encontré bajándose los Jeans en la biblioteca.

—¿Eso es verdad?— Me pregunta el señor Dugés con su delicioso acento francés y la vos ronca.

—¡Eh... Es que yo... Se me metió una hormiga en el jeans, la desgraciada me mordió! ¿Quiere ver?

El sonríe divertido y mi profesor de física casi se le cae el peluquín del susto. "Ojalá diga que si."
Así le muestro a este muñecón el tanga de encaje púrpura que llevo.