Alguna vez se pusieron a pensar que puede pasar ¿cuándo la luna quiere un hijo?
Esta es una historia en donde la luna no se queda brillando majestuosa en el cielo, si no decide obtener su deseo más anhelado que es un Hijo, madre luna tan bondadosa c...
TaeMin dejo a Jimin en el resguardo de su hogar, le había pedido que no se alejara de su cabaña, tenía que encontrar al lobo negro que había osado a acercarse a su preciado hijo, recordaba a la perfección el camino que él y los otros muchachos ruidosos habían tomado para irese a su manada.
La decisión de eliminar a ese lobo de la faz de la tierra ya estaba tomada, no permitiría que de la nada llegara y se llevara a su cachorrito, el miedo de perder a Jimin enceguecía su juicio.
Mientras corría por el bosque un penetrante aroma a petricor y limón habían llenado el aire, desvió su cometido rastreando el origen de esos aromas, a unos metros de la entarda al bosque se encontró a cuatro lobos alfas, habían matado a un ciervo joven.
Los lobos al ver a TaeMin no dudaron un segundo y se abalanzaron contra él, la pelea fue dura, pelear con los cuatro a la vez no fue tarea fácil, esa parte del bosque se llenó de gruñidos y el sonido de huesos rompiéndose.
Cundo TaeMin mato al último lobo se transformó en humano y cayó sobre sus rodillas, se tapó con sus manos el rostro tratando de esconder sus lágrimas, una vez más había matado a los seres que él había dado vida, su corazón sintió mucho dolor y la mano fría de la muerte se posó en su espalda, dándole a entender que no había vuelta atrás, se había convertido en un asesino.
No pudo soportar más la escena y salió disparado al rio, necesitaba limpiar toda la sangre que manchaba cada rincón de su cuerpo.
Las lágrimas no cesaban, los aullidos de agonía aun lo torturaban, TaeMin dejó escapar un aullido lleno de dolor, necesitaba tanto el consuelo de HyunA, necesitaba que la pelinegra le regalara esas sonrisas llenas de bondad compartiendo su dolor.
Decidió posponer su búsqueda de ese lobo negro, no se sentía capaz de afrontar una muerte más, debía calmarse antes de volver con Jimin.
¡Oh Jimin! Su cachorro significaba tanto para él, recordar su sonrisa, el sonido de su voz cuando lo llamaba papá, le daba significado a su existencia.
Valía la pena que se convirtiera en el peor monstruo solo para mantenerlo a salvo.
Su mente lo llevo al día cuando habían atacado a su cachorro, si Jimin no había podido defenderse de un solo lobo que haría ante cuatro, la imagen de su hijo herido y mancillado hizo que su sangre hirviera, pero las lágrimas no abandonaban sus ojos.
Pobre sol su corazón está dividido, pero aun así no quiere ver la verdad.
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Después de comer los deliciosos brownies Jungkook se levantó y empezó a quitarse la ropa, sentía que su lobo se enloquecería si no lo dejaba libre.
– ¿Qué estás haciendo? – dijo el omega atropelladamente mientras sus mejillas se coloreaban de un hermoso tono rojo.
– mi lobo está desesperado por salir y no quiero arruinar mi ropa – Jungkook señaló como si fuera la cosa más obvia del mundo.
