Alguna vez se pusieron a pensar que puede pasar ¿cuándo la luna quiere un hijo?
Esta es una historia en donde la luna no se queda brillando majestuosa en el cielo, si no decide obtener su deseo más anhelado que es un Hijo, madre luna tan bondadosa c...
Cuando la felicidad y amor reinan en tu vida sientes que el mundo es más brillante, con colores más intensos resaltando la belleza de todo lo que te rodea.
La manada estaba en paz, no ocurrió ningún insidente, las nuevas parejas se acostumbraban a su nueva realidad, algunos felices y otros resignados a la vida que les tocó vivir, nadie espero ver a los hermanos Jeon tan felices y enamorados, los alfas parecían flotar cuando estaban de la mano de sus hermosos omegas, muchos suspiraban anhelando solo un poco del amor que parecía sobrarles.
La manada se preparaba para la sucesión de poder, todos estaban ocupados, Jimin era catalogado como el mejor experto en medicinas y pócimas que haya existido en la manada, siempre tenía una crema o brebaje que podía curar desde un simple rasguño hasta un hueso roto, Hoseok se convirtió en su mayor amigo y único aprendiz.
El sol les auguraba días llenos de prosperidad, solo esperaba que las sombras del odio no vinieran a manchar esa felicidad, todas las noches TaeMin miraba a la luna rogando que se apiadara de su cachorro y olvidara su absurda venganza, pero después de sus plegarias el cielo se oscurecía escondiendo a la luna como una señal de que estaba solo, su amada lo había abandonado, que podía hacer el sol sin el amor de su vida, las lágrimas cristalinas corrían por sus mejillas bañando a su roto corazón.
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Jimin se despertó por los cálidos besos de su alfa, cada día Jungkook solo lo enamoraba más, el pelinegro era atento y dulce, ambos se escapaban a lindas citas donde comían en el campo abierto o simplemente corrían en sus formas lobunas hasta que no podían dar un paso más, solo una vez fueron hasta la antigua casa donde creció el omega, Jimin anhelaba encontrar a su madre, pero solo hallaron la casa vacía, se notaba que hace tiempo nadie habitaba su antiguo hogar, ese día Jimin lloro en los brazos de su esposo aceptando por fin la verdad, su madre lo había abandonado, al regresar se encontraron con sus padres muy preocupados, prometieron nunca más volver al bosque sin protección adicional.
Con el paso de los días ambos descubrieron que el uno podía percibir los sentimientos del otro, esto lo supieron de primera mano cuando Jimin quiso botar la pequeña montañita de piedras apiladas a un costado de su habitación, ese día el omega supo que fue idea de su alfa hacer ese espantoso adorno con la intención de tener algo echo por sus manos, ya que todos los cuadros y varios adornos habían sido elaborados por Hoseok, aunque el alfa quiso aparentar que no le afectaba y hasta había sacado el adorno afuera de la casa sus sentimientos de decepción y tristeza arremetieron contra Jimin como una enorme ola, busco desesperadamente la fuente de ese dolor cuando vio a su alfa sentado frente a las rocas y se percató que esos sentimientos emanaban de él y se convertían en propios, apenas el alfa entro a su casa Jimin corrió a recoger la obra maestra de su esposo para regresarla a su lugar con algunas ligeras modificaciones, Jungkook vio lo que había hecho su esposo y esos desagradables sentimientos fueron remplazados por amor, Jimin podía sentir con cada célula de su ser el afecto de su esposo, si esa fea cosa significaba que Jungkook sería feliz podía soporta verla todos los días.
