Viviendo con Michael Jackson (Novela de Michael y tú)

Capítulo 31: Señor Jackson

Capítulo Reescrito

1 Semana después

Narras tú: ¿Porque será que cada vez que necesitaba hablar con Michael, había algo o alguien que lo impedía...? Realmente necesitaba aclarar las cosas con él. Pero durante toda esta semana, no lo he visto mucho, anda de un lado para otro... También anda muy raro, las pocas veces que lo vi, pude notar que estaba como triste, cansado... Pienso que tal vez es por el stress de su nuevo álbum, pero algo me dice que es otra cosa.

—Y qué, ¿Ya hablaste con Michael? —Te pregunto Matt.

—Pues aún no.

—¿Cuándo volveremos a grabar?

—No lo sé, es por eso que necesito hablar con él, también tengo que preguntarle por eso.

—Y... ¿Qué vas a hacer ahora?

—Mmm estaba pensando en pasar la tarde leyendo algún libro y... pues en una habitación hay un piano y yo quiero aprender a tocarlo. —sonreíste.

—Tú sí que sabes cómo divertirte. —Dijo sarcásticamente—. ¿No prefieres venir conmigo y Jennifer?

—No gracias... vayan y diviértanse. Mándale saludos de mi parte.

—Bueno —Te dio un beso en la mejilla—. Nos vemos en la noche

—Bien, adiós.

-Después de que Matt se fuera, tú te dirigiste hacia la habitación en donde estaba el piano.

Ese cuarto, era bastante grande, en una esquina estaba ubicado el piano, había también un estante lleno de libros, un par de sillones y una mesita se centró.

La habitación en sí, estaba muy bien decorada-

—Que no puedo estar solo por ni siquiera por 5 minutos ¿Quién es? —Pregunto molesto.

—Lo...lo siento, es que pensé que no había nadie. —viste a un hombre sentado frente al piano y sabias perfectamente de quien se trataba.

Al escuchar tu voz, volteo a verte. —¿(Tn)? Lo siento, no pensé que fueras tú.

­—No te preocupes Mike. Ya me voy... y te dejo solo.

Él simplemente te miro y bajo la mirada.

Narras Tú: En ese momento, algo en mi interior me dijo que me quedara, que no lo dejara solo. Se veía que no estaba bien, y yo quería saber por qué. Quería ayudarlo.

-Lo miraste y te fuiste acercando lentamente hacia él.

Estabas ya frente a Michael, pero él seguía con la cabeza agachada... te sentaste a su lado, te acercaste a un más y acariciaste su cabello-

—¿Michael? ¿Qué ocurre? ¿Te sientes bien?

-Él levanto levemente su cabeza y te abrazo inesperadamente.

Lo abrasaste. —¿Mike... qué pasa? ¿Por qué lloras? —Le preguntabas mientras seguías acariciando su cabello. —Lo miraste, acariciaste su rostro y borraste las ultimas lagrimas que aun caían.

Narras tu: juro que se me partía el alma verlo así... y lo peor es que aún no sabía el motivo del porque se encontraba tan triste.

—Lo que pasa es que... Todo lo que dice la gente sobre mí, todos esos rumores que inventa la prensa amarillista...todas esas cosas, todo lo que dicen... todo eso me hace mucho daño... —Decía aun sollozando.

­­—Pero...

Te interrumpe. —Sí, ya sé que no tengo que hacer caso, sé que no tengo que dejar que me afecte... pero es que a veces es simplemente imposible. Trato de ser fuerte, enserio que si... Pero, aunque por fuera demuestre que me da igual lo que digan, por dentro lo único que hago es llorar.