Viviendo con Michael Jackson (Novela de Michael y tú)

Capítulo 38: Un sexy bigote y... ¿Un pastelazo en la cara?

Capítulo Reescrito

Narras tú: En la mañana, cuando despertamos decidimos salir a desayunar a una cafetería que quedaba cerca del departamento, después de eso fuimos a un supermercado a comprar comida y cosas así.

Luego, volvimos al departamento y tuvimos que quedarnos todo el resto de día ahí, ya que afuera estaba lloviendo muy fuerte. Y decidimos pasar la tarde viendo películas. Eran cerca de las 7 de la tarde cuando fui al baño y al volver vi que Michael estaba durmiendo en el sillón. Me senté a su lado y seguí viendo tele por un rato, hasta que me aburrí y fue ahí cuando se me ocurrió una "gran idea".

Miraste a Michael, que parecía dormir profundamente. En ese momento, te levantaste y fuiste hasta tu bolso, dentro de este había un marcador, lo tomaste y volviste a acercarte hacia Michael. — ¿Michael puedo dibujarte un sexy bigote...? —Lo miraste y sonreíste. Obviamente no te respondería, así que comenzaste a dibujarlo.

10 minutos después

—No puedo esperar a ver la cara que pondrás... solo espero que no te enojes... (Le diste un beso en la mejilla y entraste al baño a bañarte)

40 minutos después

Él comenzaba a despertar, tú te le acercaste y le dijiste. —Hasta que al fin despertó el bello durmiente.

Sonrió. —Lo siento, no sé qué me pasa que me ando quedando dormido en todas partes.

—No te preocupes. Debe ser normal, debes estar cansado... —Lo mirabas y tratabas de contener tu risa.

—¿Qué te pasa? —Te miraba confundido.

—No es nada...

—Okey... tú sí que estás loca. —Se levantó del sillón, te miro y fue hacia el baño.

Entro, se miró en el espejo y en ese momento se dio cuenta de que tenía dibujado un bigote y otras cosas más en rostro—- ¡(Tn)! —Salió del baño y comenzó a buscarte—. Aunque te escondas tarde o temprano te encontrare —Decía desafiante.

Se dirigió hacia la cocina y tomo un pastel que estaba en el refrigerador.

Fue hacia el cuarto y ahí te encontró-

Cerro la puerta. —No tienes a donde ir... —Te miraba con ganas de venganza.

Observaste el pastel en sus manos —¿Qué vas a hacer con ese pastel?

—Pensaba comerlo, pero quiero compartirlo contigo...

­—¡Mientes! Quieres vengarte por lo que te hice...

—¿Vengarme? Porque debería de hacerlo...

¿Por qué mientras yo estaba durmiendo tú te aprovechaste y me dibujaste cosas en la cara? —Decía irónicamente.

—Debes admitir que ese bigote te hace ver muy guapo —Le decías sonriendo inocentemente.

-Él Sonríe, niega con la cabeza y comienza a acercarse a ti. Tú retrocedes, pero como él dijo, no tenías a donde ir.

En ese momento, te resignas a la idea de que ese pedazo de pastel terminaría en tu rostro-

Te mira —Tranquila... ya no quiero hacerlo.

­­—¿Lo dices en serio? —Lo miraste aliviada.

—¡Mentira! —Te lo lanza. Y al ver tu cara, se ríe a carcajadas—. ¡La venganza es dulce! —Decía riéndose.

-Quiso salir de la habitación antes de que tú le hicieras algo, pero te le abalanzaste encima, haciendo que los dos cayeran al piso-

­—¡No puedo creer que lo hayas hecho...! —Le reclamabas estando sobre él.