Viviendo con Michael Jackson (Novela de Michael y tú)

Capítulo 57: Adiós Michael...(Capitulo Final)

Capítulo Reescrito

Narras tú

Sabía que lo que estaba haciendo era una completa locura, pero uno por amor hace lo que sea y yo no me podía rendir, así como así con Michael, no, yo tenía que seguir.

Y entrar vestida como enfermera fue lo único que se me ocurrió... Comencé a caminar, tomé el ascensor y subí hasta el tercer piso.

Recorrí muy nerviosa por todo ese largo pasillo, buscando su habitación.

Iba caminando cuando vi que en un sector en especial había mucha gente, supuse que ahí se encontraba su sala.

Me fui acercando sigilosamente, y al estar más cerca pude ver a su madre, a su papá, a algunos de sus hermanos y a Janet. Todos reunidos ahí. También estaba Frank.

Al verlos a todos me puse aún más nerviosa, no quería que me descubrieran, así que de un solo impulso pase como si nada y entre a su cuarto.

Cuando entre, cerré la puerta rápidamente y le puse seguro, para que nadie nos molestara.

Cuando voltee a verlo. Cuando lo vi así... Dios juro que sentí como se me partía el corazón. La sola idea de pensar en que todo esto de alguna manera era mi culpa, solo me hacía sentir peor.

Me acerque lentamente a él.

Aún estaba inconsciente, tenía en su brazo derecho inyectado suero.

Se veía tan débil, vi su rostro y tenía unas ojeras tan bien marcadas. Se notaba que no había dormido bien en días.

Aunque su aspecto era casi igual al mío, ya que yo tampoco había podido dormir bien ni comer como debería, por todo lo que estaba pasando.

Acaricie su rostro con delicadeza.

Me acerque aún más y sin pensarlo lo bese suavemente en los labios. No pude resistirme y simplemente lo hice.

Y ahí fue cuando una pequeña lagrima rodo por mi mejilla, cayendo a la suya.

La limpie cuidadosamente y me aleje de él nuevamente.

Traía puesto una mascarilla y en el momento en que lo bese me la quite, pero ahora me la volvía a poner.

Lo observe por unos minutos, no quería despertarlo. Pero esperaba que lo hiciera pronto.

Coloqué una silla, me senté a su lado, y lo observaba mientras dormía.

De repente comienza a moverse y a balbucear algunas palabras, decidí acercarme aún más para escuchar lo que decía.

—(Tn)... (tn)... por favor... —Decía balbuceando—. (Tn)... Yo... ¡(Tn)! —En ese momento despertó asustado y muy agitado.

En cuando despertó, me aleje de él rápidamente. Luego entendí que tenía que comenzar con mi papel de enfermera, así que le dije:

—¿Quieres un vaso con agua?

Seguía muy agitado y con la cabeza agachada —Sí... si por favor...

Era tan lindo volver a escuchar su voz, hace una semana que no la había oído y la extrañaba demasiado. Fui por el vaso con agua y se lo entregué.

—Aquí tienes...

—Gracias... —Bebió de este y luego me lo entrego.

Me aparte de él, en cuando note que me miraba.

Aun no sabía que le diría, sentía tantos nervios.

—Que... ¿Qué me paso? ¿Por qué estoy aquí? —Me preguntaba confundido.