Jeon JungKook fue juzgado desde la infancia por algo que salió de sus manos y su padre se encargó de hacerle vivir un infierno en vida mediante la insensibilidad y el desinterés. Pasó años buscando una aprobación que jamás llegó y, en cambio, más ma...
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NamJoon y TaeHyung bajaron de sus respectivos autos una vez estacionaron en la mansión.
TaeHyung fue directo a la puerta trasera del suyo, de donde sacó con cuidado a JungKook y lo cargó hasta la habitación. Las lágrimas del omega se habían disipado, pero se le notaba bastante mal todavía. Su rostro estaba demacrado y le costaba un poco respirar, tampoco había dejado de sudar.
Con cuidado lo recostó en su cama y, luego de encargarse de que su almohada estuviera bien, le quitó los zapatos y lo arropó.
Una vez terminó, revisó al omega con detenimiento, queriendo asegurarse de que estaba bien. JungKook abrió sus ojos con pesadez, solo lográndolo a medias.
—TaeHyung —habló débilmente, algo agitado.
—JungKook, debes dormir —dijo TaeHyung, más JungKook negó suavemente y apretó los labios mientras sentía como su respiración volvía a acelerarse lentamente.
—TaeHyung —dijo ahora más agitado e incluso desesperado.
La respiración del omega se desestabilizó completamente, al punto de que comenzó a hacer ruidos ahogados mientras se tocaba el pecho. Desesperado, intentó levantar la espalda de la cama, pero un fuerte mareo lo devolvió a su lugar.
TaeHyung se alarmó enseguida, más cuando los temblores comenzaron a hacerse presentes en el cuerpo de JungKook, quien ya había empezado a lagrimear de nuevo.
JungKook sentía que iba a desmayarse, más estaba luchando contra cerrar los ojos. Las ganas de vomitar se hicieron presentes, pero las intentó controlar con todas sus fuerzas, tapándose la boca con una mano.
—JungKook —llamó el alfa en tono firme, procurando que su preocupación no fuera notoria en su voz porque lo que menos necesitaba el omega era más alteración a su alrededor—. Debes respirar.
TaeHyung cargó con cuidado al omega, hasta hacer que se sentara en la cama con la espalda recostada en la almohada que colocó verticalmente en el cabezal.
—Bien, necesito que me escuches y hagas todo lo que te diga —dijo el mayor, sentándose en la cama frente a JungKook—. Coloca tu mano sobre tu abdomen. —Movió la mano de JungKook hasta que ésta estuvo sobre el lugar mencionado—. Toma mi mano y cierra los ojos. —Envolvió su mano alrededor de la de JungKook, quien se aferró a ella casi de inmediato—. Ahora respira junto a mí, vas a inhalar lentamente y cuando cuente cinco segundos, vas a exhalar con calma todo el aire... Bien, inhala —Vio al omega cerrar los ojos con fuerza e inhalar lento—. Uno, dos, tres, cuatro, cinco... Exhala —JungKook acató temblorosamente—. Así es, lo estás haciendo muy bien... Otra vez... Inhala...
Repitieron el proceso varias veces hasta que JungKook notó como la presión en su pecho se iba poco a poco y los temblores en su cuerpo se disipaban, dando paso a una respiración algo más controlada.
TaeHyung observó atentamente como el cuerpo del omega se destensaba a lo largo del ejercicio.
