Jeon JungKook fue juzgado desde la infancia por algo que salió de sus manos y su padre se encargó de hacerle vivir un infierno en vida mediante la insensibilidad y el desinterés. Pasó años buscando una aprobación que jamás llegó y, en cambio, más ma...
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—...Y por eso es que "La ruta nos aportó otro paso natural" se escribe igual al derecho y al revés
—No tienes nada mejor que hacer con tu tiempo libre, ¿verdad?
—No —confesó JiMin con una sonrisa de oreja a oreja, ocasionando que JungKook rodara los ojos.
—Acelera el paso, Park, tengo que entregarle el formulario al profesor Lee antes de las once porque tiene asuntos que atender después. —Apresuró su andar, seguido por JiMin, quien no había parado de decir ocurrencias aleatorias en todo su trayecto a la academia.
Cuando estuvieron frente a la oficina, tocaron la puerta, mas no esperaron a que se les permitiera el paso cuando ya estuvieron abriendo. Sin embargo, se encontraron de lleno con un alfa desconocido, alto y de quizás unos cuarenta años, que hablaba con el entrenador Lee. Ninguno de los dos parecía estar disfrutando de la conversación, pues sus rostros estaban totalmente serios.
Ambos hombres se giraron a verlos, por lo que JiMin y JungKook se incomodaron de inmediato.
—Disculpe, profesor, no sabíamos que tenía compañía —se apresuró a decir JungKook—. Volveremos más tarde-
—No, chicos, está bien. El señor Choi ya se iba —dijo el profesor Lee, mirando fijamente al alfa que pocos segundos después se levantó.
El desconocido en cuestión acomodó su atuendo y se dirigió a la salida sin detenerse, por lo que ambos omegas tuvieron que apartarse casi con apuro para que no los atropellara. JungKook y JiMin, incómodos, entraron a la oficina.
—Discúlpenos por interrumpir, profesor, no fue nuestra intención —se disculpó JiMin, a lo que el profesional agitó la mano para restarle importancia.
—No hay problema. —Sonrió para ambos y posó su mirada en JungKook—. ¿Qué decidiste?
JungKook tomó aquello como una invitación para sentarse, a lo que JiMin lo siguió poco después.
—Quiero aceptar —dijo en voz algo baja y algo carente de emoción, extendiéndole la carpeta.
El profesor Lee frunció el ceño ante su actitud y miró a JiMin buscando una respuesta tácita, pero el omega estaba igual de extrañado que él.
—¿JungKook? —llamó el beta, a lo que JungKook alzó la mirada—. ¿Sucedió algo? Ayer estabas lleno de energía y hoy...
JungKook suspiró.
—Es que, quizá no debería aceptar.
—¿Por qué dices eso? —jadeó JiMin, mirando amplio a su mejor amigo—. Estabas muy entusiasmado, es una gran oportunidad, JungKook...
—Lo sé, solo que... —Suspiró al no saber cómo continuar.
Se levantó de su asiento, murmurando una disculpa antes de retirarse con la cabeza gacha. JiMin observó todo con las cejas arqueadas en preocupación y después giró hacia el profesor.
