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Ya eran las cinco de la tarde cuando Luisa llegó a la casa de Mateo, solo iba a llevarse su bolsa que dejó en el sillón y volvería a su casa, diría alguna mentira piadosa o algo por el estilo

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Ya eran las cinco de la tarde cuando Luisa llegó a la casa de Mateo, solo iba a llevarse su bolsa que dejó en el sillón y volvería a su casa, diría alguna mentira piadosa o algo por el estilo

— ¿Pregunto por mi?

— No, hablamos de muchas cosas, es un chico agradable el cual le tiene miedo a Cuauhtémoc — Pensó unos segundos antes de hablar nuevamente, tomo su bolsa y volteó a ver al judío — ¿Seguirás luchando por él?

— Claro que sí, eso no se debe preguntar

— Entonces estoy segura que te perdonará Mateo, te veo el lunes

Y antes de que terminase de saciar las dudas del mayor, se fue con una sonrisa en sus labios

"— Quiero perdonarlo pero aún no es tiempo, aún me duele — Le dijo Aristóteles mientras hablaban

— ¿Pero lo harás?

— Si él aún me quiere, lo haré, solo espero que no sea muy tarde"

— ¿A dónde fuiste Aristóteles? — Pregunto Carlota fingiendo seriedad

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— ¿A dónde fuiste Aristóteles? — Pregunto Carlota fingiendo seriedad

— Fui con una amiga, nada malo Carlita — Respondió este — ¿Me podrías calentar mi comida mientras voy a bañarme por favor?, no quiero que la jefecita se moleste por qué no comí

— Si Aris, ahorita lo hago

Y Carlota sonrió de solo pensar que su amiga del oaxaqueño había sido un buen efecto para él, claro, aquello era algo parcialmente cierto

El agua cayendo de la regadera hasta la coladera era el único sonido que podrían oír los que pasasen cerca del baño

Dos dedos pararon a su garganta, los metió hasta que sintió las arcadas y vómito en el inodoro la hamburguesa que había comido con Luisa, lo vómito hasta que sintió su estómago nuevamente vacío y jalo la palanca.

La ropa sucia la dejo en el canasto, si alguien viera la figura del oaxaqueño notaría de inmediato que algo malo sucedía con él.

Su cuerpo se veía demasiado delgado, antes cualquiera podría decir que sí, tenía un par de kilos de más pero que no eran muy notables a menos que vieran detalladamente su cuerpo y esas pequeñas llantas que se habían formado en él; ahora mismo su cuerpo estaba a unos cuantos kilos de pegarse a sus costillas, además de que sus piernas temblaban levemente.

Ingreso a la regadera y ahí se quedó unos momentos, dejando que callera el agua ligeramente caliente por su cuerpo, era en esos momentos dónde se relajaba y dejaba de pensar en todo lo que sucedía en su vida.

¿Cuánto tiempo estuvo ahí?, tal vez quince o veinte minutos pero finalmente salió, con una toalla seco su cuerpo y se vistió con la ropa limpia que había traído consigo, tomo un cepillo con el cual suavemente peino sus cabellos, una maraña de pelos termino en el cepillo los cuales enrollo en un pedazo de papel y lo tiro a la basura antes de salir del baño

Ya en la cocina comió ese pedazo de filete con ensalada que su jefecita le dió, bueno, solo comió la ensalada, el filete se lo dió al perro que había traído Andrés hace un par de días de la calle.

Justamente cuando dejó su plato lavado Elsa entro a la cocina — ¿Ya comiste hijo?

— Si jefecita, la comida estuvo deliciosa — Mintió y la vio sonreír aliviada

— Que bueno, ¿a dónde fuiste hace rato?

— Fui a ver una amiga — Contesto tras unos segundos de silencio — Jefecita... ¿Crees que sería bueno perdonar a Mateo?

— ¿Por qué lo preguntas Aris?

— Siento que se merece que le disculpe, me ha pedido disculpas de tantas maneras que siento que un día simplemente...ya no me pedirá disculpas

— ¿Sientes que ya es tiempo de perdonar aquello y dar vuelta de página?

Lo pensó unos instantes, su orgullo era grande, demasiado grande, pero de solo pensar que Mateo algún día desistiera le causaba terror, no quería aquello y por fin contesto con sinceridad

— Si, si lo creo

— Entonces acepta sus disculpas el lunes, me dijiste que bloqueaste y borraste su número así que lo mejor sería decirle en persona hijo

Aris la abrazo, sintiendo el cariño maternal que solo una madre podría entregarle y sonrió, ahora sí, de manera genuina — Gracias ma'

— Para eso estoy hijo, para eso estoy

Tal parecía que el lunes sería un día de locura, por fin, después de semanas, aceptaría las disculpas de Mateo.

Tal parecía que el lunes sería un día de locura, por fin, después de semanas, aceptaría las disculpas de Mateo

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Buenas noches, por fin, después de dos semanas actualice :'3

He decidido que, como ya estamos en las últimas donde ya solo nos falta finalizar el drama, voy a actualizar un par o un trío de capítulos cada dos semanas, más para evitar incumplir mis actualizaciones que por flojera.

Espero y lo entiendan y tranquilos, Aristóteles no se nos va a morir, pedo Andrés podría ser quien le parta la madre a Cuauhtémoc (?

Sin más que decir, los veo dentro de dos semanas.

Los amo

Atte. CallMeCrowley

Rompiendo el Aristemo (Aris x Mateo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora