Mateo no quería a Aristoteles, no, todos los homosexuales le incomodaban
Pero ese chico era la persona perfecta para causar la salida de campaña de Cuauhtémoc.
Y él quería ver como este se rompía lentamente
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— Aris, mi niño, tienes que salir
— Déjame podrirme en mi miseria jefecita
La puerta se hallaba cerrada con seguro, la rubia suspiro, sí antes estaba mal, después de la visita de Mateo se había puesto peor.
— Aristóteles debes ir a la universidad o te van a dar de baja — Amenazó, aquello era totalmente mentira pero una madre hacia lo que debía de hacer
No hubo respuesta alguna pero logro oír como el colchón rechinaba y la puerta del armario era abierta.
Podría sentirse del asco, pero Aristóteles Corcega prefería ser partido en dos por un rayo antes de ser dado de baja en una escuela que su familia se esforzó en darle, no señor.
Elsa se permitió ir a terminar de hacer el desayuno para la familia antes de que todos se fueran a sus respectivos lugares, recibió un beso de parte de su marido quien también se hallaba preocupado por el menor.
Ambos estaban preocupados por Aristóteles.
— ¿Crees que deba ir a la universidad hoy?, no veo muy factible que vaya así querida
— No podemos dejar que falte, puedo ayudarle siendo su profesora pero los demás maestros no van a ser tan amables con ayudarle en lo que se atraso dos días, ¿crees que esté haciendo lo correcto? — La preocupación era latente, no podía permitirse que dieran de baja a su pequeño pero tampoco quería que fuera al único lugar donde estaba el judío y el poblano
— Espero que si cariño, espero que si, ahora, ¿cómo le diremos a Carlota y Andrés sobre ello?
— ¿Sobre qué papá? — Pregunto Andrés detrás suyo
— ¿Qué le pasa a Aris? — Pregunto ahora Carlota que recién ingresaba a la cocina
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Se seco su rostro con la toalla y giro la mirada hacia el espejo del baño.
Ojeras demasiado visibles, dejo su toalla en el lavabo y retrocedió unos pasos para verse por completo.
Sus manos bajaron a su vientre donde tenía unas pequeñas llantas, veía su pecho lampiño, no había pelo alguno en su piel; giro quedando en lateral viendo sus caderas, no tenía muchas ahora que lo notaba bien, igualmente veía que su cabello no era del todo atractivo.
