— Y...y todavía se puso de digno conmigo, como si todo fuera mi culpa, como si fuera mi culpa que está relación fallará, como si fuera mi culpa que él me engañará...que él me dejara de amar, todo era mi culpa para él
Las lágrimas salían de sus orbes marrones, sintiendo que se quitaba un peso de encima al poder expresar todo lo que sentía.
Una caricia en su mejilla le hizo despertar de su trance, en vez de ver una mirada que juzgará lo que decía, una mirada que pensara que era un dramático que se hacía la víctima de su relación con el poblano, recibió una mirada cariñosa, una mirada que le entregaba toda su comprensión.
— No fue tu culpa, jamás fue tu culpa Aristóteles, ni lo que le haya sucedido a tu madre, ni que hayas dejado de ver a tu hermanito ni lo que sucedió con Cuauhtémoc, nada de ello fue tu culpa.
Y aquellas palabras, aquellas palabras que tanto deseaba oír, causaron que volviera a llorar.
Dos toquidos fueron dados a la puerta, el judío se acomodo mejor — Adelante — Murmuró permitiendo a Carlota abrir la puerta con Diego a lado suyo quien, por lo que podía ver, estaba comiendo helado
— ¿Ya se siente mejor Aris? — Se permitió preguntar la Reynoso, viendo a su amigo dormido en el pecho del judío, logrando notar que este último no se hallaba incómodo en lo absoluto
— Se durmió hace poco — Respondió el judío
— ¿Gustas bajar por algo de comer?, has de tener hambre — Sugirió de nuevo la castaña
— Doña Elsa ya llegó, por lo que hizo de comer unas ricas pechugas empanizadas con espagueti, por si quieres comer plangano — Sugirió ahora el Ortega
— No gracias — Negó — Me quedaré con Aristóteles hasta que despierte
Ambos amigos se vieron de reojo antes de asentir, parecía un tipo de conexión de chico gay a chica, claro, sin llegar a sugerir que el rubio fuera afeminado o algo cercano a una chica, no señor.
— Está bien, si gustas bajar con Aris, le diré a mi madre que si puede hacer dos platos más — Aviso la castaña, el rubio salió llevándose consigo a la más baja, cuando dejaron por fin al par solos, Carlota se permitió jalar de la oreja a su amigo — Vas a tener que contarme que sucede con ese par, por que jamás había visto al estudioso y religioso Mateo tratando así a alguien
— Lo juro linda, pero suelta mi orejita — Se quejo antes de caminar hacia la habitación de la castaña
Había confianza entre ambos, además, la madre de Carlota y su rica comida podía esperar unos minutos mientras se ponían al día con el chisme.
A las cinco de la tarde bajo Mateo seguido de Aristóteles, Elsa junto con su esposo, hijos y el rubio se hallaban en la sala viendo la televisión, el rubio y la castaña voltearon a ver la interacción que había entre ambos, logrando notar que Mateo ya no llevaba esa ropa darks que le había puesto el Ortega.
Eran meros espectadores de lo que sucedía entre ese par, pudieron ver cómo calentaban la comida en el microondas (sin antes agradecer a la señora Reynoso por la comida), la manera en que interactuaban de manera casi automática, esa sonrisa que se apreciaba en ambos rostros y como sus manos se hallaban entrelazadas y que permanecieron así aunque estuvieran comiendo, les demostraron que algo había sucedido ahí arriba, cuando estaban solos.
Que algo había cambiado en aquella mirada desanimada de Aristóteles y en la mirada fría y despectiva de Mateo, parecían inmersos en su propio mundo y aquello hacía feliz al par de amigos que chocaron sus puños antes de volver a ver la televisión con el resto.
"La vida no es rosa, ni blanca ni negra, era una escala de grises, a veces más claro, a veces más oscuro, en estos momentos podía estar claro, pero alguien iba a volver a traer la escala más oscura de aquellos tonos grisáceos en la vida del oaxaqueño."
Hoy me siento demasiado feliz por lo que he decidido entregarles dos partes en un mismo día, para que vean el progreso que vamos realizando en el fic.
Cómo han de saber, este fic nunca fue creado para dar una trama rosada, iniciamos con algo lindo y avanzamos de una manera en que la vida de Aris se presentase de un tono más amargo hasta ahora que se nota lo lindo, a pesar de ello, no les recomiendo estar tan aferrados a la felicidad de Aristóteles con Mateo, cualquier cosa puede pasar dependiendo de cómo me sienta.
Sin más que decir, nos vemos el próximo viernes
Atte. CallMeCrowley
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Rompiendo el Aristemo (Aris x Mateo)
FanficMateo no quería a Aristoteles, no, todos los homosexuales le incomodaban Pero ese chico era la persona perfecta para causar la salida de campaña de Cuauhtémoc. Y él quería ver como este se rompía lentamente