―Puedo ser un fuckboy tal y como dices, pero no tu fuckboy niña.
―Por qué eras tan...!
―Tan qué?.. Alejate.
En eso se basaba el día a día de Eunji, ella estaba perdidamente enamorada de Yeosang, chico que no tenía intenciones ni de tener amistades, él cambió su forma de ser de un día para otro, su ex novia le destruyó todo lo lindo que tenía, ahora tenía problemas de confianza.
Esto no duró mucho que digamos, Eunji al final logró llevarse a este niño malcriado a la cama, fue buscando cobre y encontró oro. Al parecer Yeosang solo necesitaba amor y palabras lindas para caer a sus pies, él no era malo, solo estaba resentido y triste.
Entre una conversación profunda y de caricias de consuelo, hubo resultados, él contó como se sentía y lo que quería, aparte de sentirse maltratado por meses tenía muchas ganas acumuladas. Ambos coincidían en lo que querían y lograron entenderse...
El día llegó, todo estaba listo..
―Puedes tratarme como quieras... ―dice Eunji confiada―
―Como quieras. -dice el mayor apunto de tener posesión del cuerpo virgen de la chica bajo él―
Este acariciaba cada extremo de la piel de la chica, besando el borde de su ropa interior, ella ya estaba lo suficientemente excitada, el simple hecho de tener encima a un chico muy atractivo tocando su piel desnuda, su corazón la delataba, se podía notar su pulso acelerado.
Yeosang saco la braga que cubría a la chica y la tiró al suelo, además de besar todo su cuello hasta rozar su labio con el pezón de Eunji, suspiros fuertes dejaba salir, su pecho subía y bajaba de los nervios.
―Me llamarás daddy? ―dice Yeosang―
―Daddy~ ―Eunji al decirlo desprendía vibras tiernas de niña, todo el entorno se volvía de color rosa, con su cara sonrojada y tierna, era imposible hacer algo pervertido.
Yeosang la miró detalladamente y calló avergonzado, ¿que haría ahora?. ―Por Dios, es demasiado hermosa, yo.. yo.. no puedo. ―repetía en su mente―
―Perdón pero... eres demasiado hermosa, quiero besarte lo más que pueda.
Eunji tímida aceptó y los besos del chico relajaron el cuerpo tenso de la chica.
De ahora en adelante se dedicaría a tratarla como el pétalo de una margarita, con delicadeza y mucha ternura. A Pesar de tener una personalidad realmente desinteresada, haría lo posible para dejar atrás su mal genio con el amor que esta chica le estaba entregando.
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Soy: lágrimas, mares, acantilados, ríos y océanos de amor.
