Eunji sentía una atracción descomunal hacía ese chico, si, Kang Yeosang, uno de los chicos menos deseados del colegio, y ¿por qué es el menos deseado?, ¿no debería ser al revés? Pues...
Yeosang una vez en ese colegio llegó a tumbar al piso a una chica de una sola cachetada, con mucha razón, ella sin conocerlo a él, siempre le daba una nalgada en medio de muchas personas, para humillarlo con que era "poco hombre o gay" por dejarse y no hacer nada, estaba siendo acosado por ella, así que le dio un alto a la situación y le dio una cachetada, pocos estuvieron de acuerdo y la gran mayoría lo tachó de machista y quisieron golpearlo.
A Eunji la traía realmente loca, no por lo que hizo, si no por la gran persona que era, además de tener una cara hecha por el mismísimo Dios, su sonrisa, su cabello largo, sus ojitos chinos y absolutamente todo.
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Pero eso era solo por fuera, sus pensamientos eran diferentes, ella deseaba todo su cuerpo, en lo más íntimo y sin nada prendas, su cuerpo ya era hermoso por esos pantalones ajustados, de solo imaginarlo su ritmo cardíaco de volvía loco. Escribía sus pensamientos en su diario, el que llevaba a clases, ya que al verlo le venían todos sus pensamientos más oscuros.
...Eunji volvía a casa después de un largo y agotador día en el colegio, primera vez que salía tan tarde de ahí, tenía miedo, y mucho, esas calles solas y el sol cayendo a cada minuto le aterraba, al cruzar la calle, en una de sus próximas paradas estaba él, Yeosang estaba hablando por teléfono, caminaba discretamente a donde él ya que estaba en su camino, la notó y colgó, sonrió como forma de saludo .
―Hola Eunji... ¿Qué haces tan tarde por aquí? ―pregunta amablemente.
―Yo salí tarde, tuve que terminar el proyecto yo sola, mis amigos no me ayudaron.
―Dios, que hijos de puta ―Eunji asiente.
―Y tú?.
―Estaba esperando a que viniera mi madre a buscarme, pero creo que voy a tener que irme solo... ¿tú vives muy lejos? ―que estaría insinuando el chico, lo que sea, ella aceptaría.
―No, a unas calles de aquí, ¿quieres venir conmigo?, mientras viene tu mamá. ―el chico solo asintió y se fue a su lado.
Por días y días Yeosang iba a casa de Eunji a la misma hora después del colegio, y cada vez eran más cercanos, los sentimientos de Eunji salían a flote y Yeosang lo sospechaba.
Hoy, él se encontraba en casa de ella nuevamente, sus padres como siempre llegaban tarde y la madre de Yeo igualmente, ellos jugaban en la consola o comían frituras, mientras conversaban en la sala, Eunji fue muy evidente con él, un par de palabras se le salieron y él lo entendió todo.
―Sabes, nunca he estado con alguien... ―la chica tapó su boca, realmente no era el momento de decir eso.
―Ohh ―él rió incómodo―pues, yo solo una vez, con una chica del colegio, y créeme que no fue tan agradable ―un par de miradas profundas y se acerca a ella, Eunji aprovechó la ocasión y se colgó de su boca, estaba muy desesperada, su corazón latía a mil, ni ella sabía cómo su cuerpo reaccionó de esa manera.
―Vaya, si que lo necesitaba ―dice él.
Pasaron de besos de picos a besos largos, de esos que no puedes ni respirar, para luego mordidas combinadas con besos profundos, sus respiraciones y alientos se mezclaban haciendo el momento más fuerte. La chica se levanta y lleva a Yeosang a su habitación, esta se monta sobre él y quita su camisa, el cuerpo esculpido del chico la hacía babear. Estaba tan desesperada que quiso sacar sus pantalones de una vez, dejando a la vista su amigo deseado.
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―¿Puedo? ―dice ella viéndolo, lista para todo.
Yeosang niega y agarra la mano de la chica para que esta tocara todo su torso, contorneando su perfecto abdomen, pezones y cuello, parecía que él sabía lo que hacía, eso la excitaba mucho, tener control del chico. Este besaba su mano mientras masajeaba su cuerpo, tocándose con la mano de Eunji.
―¿Disfrutas esto? ―pregunta él mientras su pecho subía y bajaba de la respiración ―Eunji asiente mordiendo su labio.
―Yeo, quiero montarte~ ―la voz de Eunji se hizo más aguda y agitada, Yeosang sacó su maravilla erecta y la colocó recta para que la chica se encaramara a él.
Sacó su ropa interior e introdujo poco a poco su miembro, él la ayudaba a mantenerlo recto más de lo que estaba, dolía pero la excitación era más fuerte, al sentir como su vagina pedía ser rellenada por él. Suspiros fuertes salieron sin parar, dolía como el carajo en esa posición, pero poco le importaba.
―Vamos pequeña, tu puedes.. ―él tomó las manos de ella y las colocó encima de su pecho, ella se apoyó y comenzó a subir y bajar lentamente, quejidos fuertes salían de su boca, estaba muy apretado, pero con ayuda de sus fluidos fue aumentando, inexperta, pero eso no significaba nada.
―Se siente tan bien, vamos Eunji, tanto deseabas este cuerpo, apoderate de mi ―las palabras de Yeosang le llegaban muy adentro, haciendo que temblara su cuerpo.
Fue cada vez más rápido y dando pequeños saltitos en el miembro del chico, este la ayudaba a penetrar moviendo su cadera. Ella gemía tan bien, la cara del chico lo decía todo, estaba haciendo un buen trabajo para ser su primera vez. Yeosang se cansó de ser montado y ahora quería estar arriba, tomó a Eunji de la cintura y la volteó quedando bajo él.
―Esta es una mejor vista, no crees? ―dice Yeo entre jadeos.
Este se inclinó a ella para besarla y seguir con el movimiento de caderas, tomó una de las piernas de la chica y la subió a su hombro, para tener mejor acceso. Todo una maravilla, como si ya fuera un experto. Eunji gemía al compás que él, cerrando sus ojos, estaba sintiendo eso tan deseado, se aferró a Yeosang entrelazando su mano en su cabello, rubio y largo.
―Yeo.. Yeosang más~ ―el chico cumplió sus deseos y las estocadas hicieron que ella acabara, todas sus extremidades temblaban y dolían, él aún adentro le sonrió y bajó su pierna del hombro.
Yeosang sacó la protección para botarla, mientras la chica limpiaba un poco y acomodaba su ropa. Ella veía como el chico se ponía cada una de sus prendas y esperaba con ansias el próximo día.
